Vacunarse es una responsabilidad

Desde luego que esperamos que la mayor parte del pueblo uruguayo al menos, se vacune contra el virus que ya ha matado casi dos millones y medio de habitantes del planeta.
Existen muchas opiniones en contra para esto, desde los que no están convencidos de que sea ésta la mejor decisión, hasta quienes mantienen sus dudas atendiendo a efectos secundarios que se repiten una y otra vez, pero concretamente no hay nada comprobado.
La vacuna es a nuestro juicio la más razonable forma de luchar contra la pandemia y aunque a Uruguay todavía no ha llegado ninguna de ellas. Nos parece lo más cuerdo estar dispuesto a vacunarse en cuanto se pueda. Testimonios de uruguayos residentes en el exterior que se han vacunado en cuanto han podido así lo confirman.
No se trata de ignorar los apuros e improvisaciones en algunos casos que han existido para llegar a estas vacunas, pero hay que saber que hasta el momento todo lo que se indica como efectos secundarios no son más que rumores infundados y los organismos internacionales creados para garantizar le efectividad de los medicamentos que se aplican, también lo onfirman.
Se nos ha expresado ¿por qué entonces determinadas personas que habían sido inoculadas finalmente se murieron?.
Es que hay que saber que aún cuando la vacuna sea lo suficientemente eficaz, para disminuir el riesgo de efectos graves del virus, nadie está a salvo de otras patologías ya existentes. Los ACV, los infartos, y demás siguen existiendo y si alguien cree que al vacunarse contra la pandemia actual también estará a salvo de estos males, se equivoca.
Desde estas columnas hemos venido insistiendo en la responsabilidad del pueblo uruguayo de inocularse en cuanto sea posible y existen varias razones para ello. Pero además si el personal de la salud está arriesgando día a día su vida al atender a enfermos por el virus, no vemos ninguna razón y por lo tanto sólo la ignorancia o la negligencia pueden llevar a oponerse a ser vacunado.
En nuestra ciudad existen varios médicos, enfermeros y demás que ha contraído la enfermedad al atender a pacientes infectados. ¿De que hablamos entonces cuando decimos que debemos cuidarnos, entre otras cosas para cuidar a los demás?
Muchas veces hemos oído lo orgullosos que se sienten compatriotas nuestros por considerar que el pueblo uruguayo es un pueblo culto, informado y consciente.
Es hora de demostrarlo entonces, para que esta afirmación no se vuelva una falacia más.
A.R.D.