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Una forma de encontrarnos

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Conocer nuestras raíces es una forma de valorar el camino y determinar parte de la dirección del sendero de nuestra vida.
En Salto como en tantos lugares de nuestro país y del mundo existen una serie de Instituciones, que aportan a la sociedad, el mantenimiento de esas raíces.
Estos aspectos del saber de dónde venimos, van formando nuestra personalidad, nuestra forma de ser. A veces ese interés por saber, lo traemos desde

niños, inculcado por nuestros padres o abuelos, pero también, en muchos casos, el interés surge de nosotros mismos.
De esas raíces, de esa cultura, evidentemente no heredamos todo, pero es la base de nuestro origen.
Luego nuestros amigos, conocidos, compañeros de trabajo, y demás familiares se convierten en parte de nuestro universo, ellos nos enseñan sus raíces, hasta de manera inconsciente, sobre todo con los relatos de su propia vida y la de sus antepasados.

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“La Casa de Portugal de Salto tiene fines de sociabilidad y de actividades culturales”

Carlos Texeira, Casa de Portugal de Salto

Si bien no existe un relevamiento que nos permita conocer a ciencia cierta cuántos portugueses o descendientes de ellos viven en Salto, “agarre una guía telefónica y se va a encontrar con no menos de cien apellidos de origen portugués”, comentó a EL PUEBLO el doctor Carlos Texeira, uno de los representantes de la casa Portugal de salto

Este tipo de sociedades comenzó relatando Texeira- arrancó allá por 1860 cuando en Salto habían muchos inmigrantes y se crearon las sociedades de beneficencia. La primera de ellas fue la italiana, cuando se empezaron a reunir grupos de personas que se dedicaban a hacer música, bailes, fiestas, el ‘Siamo Diversi’, donde surgió esta sociedad de beneficencia como un tipo de mutualista donde tenían servicio médico y servicio fúnebre. Luego vino la española, que también subsiste con mucha fuerza. Estuvo la francesa, que tuvo su sede donde estaba Radio Cultural, incluso el balcón tiene las iniciales de la sociedad, en el centro hay un redondel de hierro con las letras. Después estuvo la Cosmopolita, que eran varias colectividades de inmigrantes de diverso origen que eran pocos numerosos. Todas ellas cuando se creó el Cementerio Central de Salto fueron creando panteones”.
“Una de esas sociedades fue la portuguesa, que es la que más conozco porque hay dos libros viejos de actas que pudimos rescatar, donde podemos encontrar mucha información. Después acá, hubo una influencia muy grande de la parte brasilera, sobre todo con la guerra con Paraguay. Aquí hubo un hospital de sangre, y el gobierno brasilero incluso hizo un panteón, que es el brasilero, como están los otros panteones como el portugués, el español y varios más”.

Esas sociedades fueron funcio-nando que con el pasar de los años, hubo un proceso de asimilación en toda esa gente y se fueron transformando en lo que es el pueblo uruguayo. Incluso, uno de los factores de identidad de una colectividad humana es la lengua, prácticamente toda esa gente perdió su lenguaje original, más la acción de la escuela pública con la enseñanza del español”.
“En el caso particular de los portugueses, en el siglo XIX era un pequeño grupo, casi todos estancieros. Uno de los principales fue José Goncalvez Amorín, que era un comerciante que fundó la Barraca Americana y que hizo mucho dinero, cuyo nombre está en pleno centro en lo que es la calle José G. Amorín, como indica el cartelito, que fue fundador de la dinastía. Los Amorín son portugueses del norte, cuya vieja capital era Porto. A raíz de ese afincamiento acá de esta familia, hubo otros portugueses, que por la información que surge de las actas, eran casi todos estancieros, pero igual eran pocos, y formaron la sociedad”.
“A fines del siglo XIX y principios del XX, sobre todo por los prolegó menos de la primera guerra, hubo una migración importante de gente de la zona de los alrededores de Porto, que era una zona de agricultores. Esa gente fue la que pobló la Colonia 18 de Julio, toda gente que eran agricultores. Acá tenían la

ventaja que no tenían en Europa, porque allá los agricultores generalmente eran medianeros de los grandes propietarios, no tenían la posibilidad de tierras, acá era mucho más fácil hacerse con la tierra. Eran trabajadores y ahorrativos, y en poco tiempo juntaban el dinero para comprar algún pedazo de tierra”.
“Esa gente fue la que luego se inte-gró, y esa sociedad de beneficencia funcionó más o menos hasta el año 56. Cuando se fundó el Centro Médico, que terminó absorbiendo a todos los socios de las diversas sociedades, lo que la llevó a per-der la función más importante que tenían quedándole únicamente la parte del servicio fúnebre, que es una veta que, por ejemplo, a la Sociedad Española lo ha sabido explotar y le ha ido bien”.
“En el caso de los portugueses no pasó así porque tuvieron una discusión interna, predominando la tesis de los fundadores de la sociedad de beneficencia de no adquirir inmuebles y de no tener dinero líquido. De todas formas, juntaron dinero y optaron por ex-plotarla a través de colocaciones a particulares conocidos, y cuando se planteó el tema de hacer el panteón portugués, hubo una gran discusión interna que incluso llevó a que hubiera un juicio porque ha-bía un sector que no quería que se construyera el panteón y otro que fue el que predominó y que ganó el

juicio, que terminó construyendo el panteón”.
“A partir del año 56 fue perdiendo vigencia, y desde entonces la so-ciedad ha tenido prácticamente una vida inexistente hasta los años 80, que el grupo más fuerte de la sociedad portuguesa en Uruguay es la de Montevideo, donde tam-bién había dos sociedades porque unos eran monárquicos y los otros eran republicanos. Se formaron dos centros, una era la vieja socie-dad de beneficencia y los otros se agruparon en el Centro Democráti-co, los contrarios a Salazar. Al final con el tiempo se fusionaron en lo que fue la Casa de Portugal que tomó bastante fuerza, y a instan-cia de eso, fue que se reflotó acá en Salto pero con otras prioridades y nombre distinto, como Casa de Portugal de Salto, y ya con fines de sociabilidad y de actividades cul-turales”, concluyó.

“Custodiamos el patrimonio de nuestros antecesores y mantenemos
viva la raíz de la italianidad”

Eduardo Supparo, presidente de la Sociedad Italiana “Unione e Benevolenza”

La comunidad italiana en Salto se encuentra francamente en crecimiento”, comenzó explicando Supparo, quien, de todas maneras, prefirió historiar los tiempos que se han vivido. “La colectividad italiana que llegó a Uruguay y que se trasladó a Salto, hizo un antes y un después en nuestra ciudad, porque antes nuestra ciudad era una villa o inicio de ciudad, donde la estructura de la ciudad era muy moderna. La gran migración italiana se produce a partir de 1860 por diferentes causas, y se desparrama principalmente por América del Sur y América del Norte. ¿Cuándo llegan a Salto? La colectividad italiana produce un impulso muy grande al crecimiento de la ciudad, sin desmerecer todo lo que tenía anteriormente, pero los italianos vinieron con un conocimiento de lo que era Italia, el imperio romano, el reino en Italia, con mucho conocimiento de comercio, de arquitectura, de cultura y de temas agropecuarios”.
“Eso le dio a todo Uruguay y a Salto principalmente, un gran empuje a partir de 1860 en adelante. Tanto es así que vinieron y los edificios que hicieron los italianos todavía permanece una cantidad de ellos. De pastoril, por la cantidad de vacas que andaba por los campos, se transformó en otro tipo de agricultura. Trajeron cultura, obras de teatro, digamos que en definitiva, trajeron una forma diferente de ver la vida”. “Cuando una persona, una familia o una colectividad se traslada, evidentemente que añora sus

orígenes, y vienen a un lugar que para ellos era totalmente desconocido. Entonces, ellos utiliza-ron esas asociaciones, armando las sociedades italianas para no perder su identidad y para poder juntarse entre ellos, continuar con el idioma y realizar actividades culturales, y también defenderse en la salud y la muerte, que era algo que les preocupaba muchísimo”.
“De ahí es que se forma la Sociedad Italiana, y en 1861 ya empiezan con actividades, oficializándose en 1875. Y en el año 1880, 1881 o 1882, no recuerdo bien ahora, construyen ese hermoso edificio que tenemos en calle Artigas que, dicho sea de paso, es patrimonio nacional”.
“En el tiempo, yo no lo viví pero me cuentan, se casaban entre ellos. O sea, era una colectividad que trataba de defenderse, digamos, de todos los aspectos humanos, pero con el tiempo se fue mezclando evidentemente, lo que fue generan-do descendientes entre italianos con españoles y con portugueses. ¿Y qué pasó? La colectividad fue perdiendo un poco su propia identidad y transformándose lo que sería la identidad del nuevo país donde los hijos y los nietos nacían. Entonces, como que se comenzó a perder un poco ese sentido de la identidad, o sea, de la italianidad.”.

“Con el tiempo, cada vez se fue perdiendo más, y como para tener una idea, de 2 a 3 mil socios que tenía la Sociedad Italiana hemos llegado a tener 180 nomás. Cuando agarré la presidencia teníamos 180 socios a mediados de 2021”.
LOS TRES PILARES
“Justamente, nuestra idea fue la de trabajar sobre tres pilares que fueron el tema económico, porque veníamos de una pandemia donde realmente nos destruyó económicamente. El segundo punto de sostén es tratar de darle mayor visibilidad a nuestra institución, y el tercer pilar era la agrupación de las colectividades regionales italianas”.
“Sobre esa base es que comenzamos a trabajar, para eso hemos hecho diferentes tipos de eventos orga-nizados por nosotros, otro tipo de eventos que fue-ron coorganizados, y lo otro que hacemos es alquilar nuestro salón para quien quiera alquilarlo para po-der tener un ingreso de dinero, que para nosotros es muy importante porque tenemos gastos fijos que son grandes para lo que es nuestra institución porque tenemos que tener una secretaria, pagar los servicios del Estado, las reparaciones de un edificio que tiene más de 140 años con las nanas naturales de la edad que tienen los edificios, y cada vez que vas a

hacer los arreglos de la humedad o porque se rompió esto o lo otro, terminan siendo costos altísimos de dinero que no tenemos. Inclusive tenemos un pro-blema en el patio que no podemos arreglar porque no tenemos el dinero”.
“De todas maneras seguimos subsistiendo. Nuestra idea se basa en una frase que es, custodiamos el patrimonio de nuestros antecesores y mantenemos viva la raíz de la italianidad. O sea, queremos mantener ese patrimonio que hicieron hace más de 140 años nuestros antecesores y que si hoy no lo pudiéramos mantener, sería un fracaso muy grande como salteños y como descendientes de italianos”.
“Por eso nuestro esfuerzo cotidiano en mantener esa llama viva de las raíces de nuestra italianidad. O sea, que no olvidemos que somos lo que somos porque alguien vino a explorar un nuevo país su-friendo, con lágrimas en los ojos, se instaló acá y nosotros descendemos de esa gente que hizo ese sacrificio, ese esfuerzo. Queremos seguir mante-niendo el idioma, la cultura italiana, recordando a nuestros antepasados, que en definitiva es el sentido de nuestra acción en la sociedad italiana”, subrayó finalmente Supparo.

El mayor referente en la enseñanza del Francés está también en Salto desde hace varias décadas, en su tradicional sede de calle Amorim. Nos referimos por supuesto a la Alianza Francesa, institución que desde siempre se ha propuesto, además de enseñar un idioma, fomentar y enriquecer el quehacer cultural local a través de diversas actividades académicas. Actualmente ocupa la Dirección la profesora Elaine Buzzetto, con quien EL PUEBLO conversó para este informe.


Alianza Francesa: siempre con el objetivo de “enseñar la lengua francesa y transmitir la cultura a través del arte, el cine, la literatura, la historia, la geografía, la gastronomía, la moda…”

Y este año ,“París nos espera”

-En esta misma sede funciona también otro instituto, ¿verdad?
Sí; compartimos el local con el Instituto Cebra, que enseña el idioma portugués, y la directora es Andrea Arbiza. Ellos tienen sus propios alumnos lógicamente…Tenemos una excelente relación con Cebra.

-¿Y ustedes con cuántos alumnos están?
Nosotros terminamos el año con 32 alumnos. En realidad había muchos más porque están también los itinerantes, aquellos que vienen un mes o dos para luego viajar. A veces vienen medio año, viajan y después ya no continúan. Con esos itinerantes llegamos a tener 45, pero terminamos el año con 32, que son los que comienzan también este año.

-¿Docentes?
Somos dos docentes. Éramos tres, pero uno de ellos, el chico más joven, se fue a estudiar a Montevideo.

-Y cuentan además con una Comisión Directiva…
Sí, tenemos una Comisión Directiva cuyo presidente es Paul Bitancourt, el arquitecto, que siempre está dándonos una mano con las charlas, vicepresidente es Elizabeth Durán, secretaria Esther Aris que además es la coordinadora del CLE (Centro de Lenguas Extranjeras), tesorera es Andrea Arbiza justamente, y después tenemos vocales como Ángela Martínez, Silvia Saldaña… La Comisión Directiva es un buen empuje para la Alianza.

-¿En su caso cuándo asume la Dirección?
Asumo como Directora de la Alianza el 1° de diciembre de 2020. Mi misión en ese momento fue primeramente arreglar el edificio, que tenía muchas humedades y cosas para hacer. En segundo lugar aumentar el número de alumnos; y como siempre, enseñar la lengua francesa y transmitir la cultura a través del arte, el cine, la literatura, la historia, la geografía, la gastronomía y la moda. Pero también haciendo la clasificación de la basura, de los desechos, y el reciclaje de plásticos, ya que tenemos una alumna que lleva a una escuela donde hay una niña con el problema de Piel de Cristal. Es un trabajo muy lento que como decía, comencé en 2020.

-¿Qué otras cosas destacaría de lo que se hizo después?
Paso al 2021, plena pandemia, y comenzamos a dar clases por zoom. Pero a pesar de todo eso pudimos seguir y salir adelante, y nuestros alumnos pudieron aprobar todos los exámenes internacionales. Luego, en el 2022 continuamos las obras en el edificio, ahí vinieron varios proyectos, uno de ellos Huellas Sabias, otro era Historia del Arte, y otros más, fueron varios proyectos. Además se continuó con los eventos culturales. Se trabajó mucho en 2022 con el Cenur y los profesionales, que fueron los responsables, junto con la Directora General, que en ese momento era Sophíe Laporte, de trabajar sobre el tema del agua, donde a Salto le tocó hacer visible lo invisible. Entonces, fue un proyecto maravilloso que se completó con la charla de varios profesionales de excelencia. Luego llega el año 2023, que comenzamos con el teatro de nuestros alumnos, ya que tenemos varios de ellos que en los eventos culturales siempre presentan algo. Y puedo decir ahora que mi misión fue muy bien sucedida por lo que yo me planteé en todos los aspectos. Pero ella no ha terminado…

-¿Por qué? ¿Qué se viene?
Porque este año 2024 comenzaremos el mes de marzo con un desafío más grande aún, que es un viaje a París. En este momento estoy justamente terminando de completar depósitos y carpetas para irnos a París 16 personas, adultos y menores, de los cuales hay 6 jóvenes de diferentes edades que van a conocer la cultura, que van a poder hablar la lengua que aprenden acá en la Alianza…Así que París nos espera. Es el desafío más grande. Para nosotros es un viaje más porque ya la Alianza se caracteriza por este maravilloso viaje cada dos años.

Asociación Española de Socorros Mutuos de Salto, 156 años de vida institucional

La Asociación Española de Socorros Mutuos fue fundada el 22 de Diciembre de 1867 y ha llegado a sus 156 años de vida institucional de forma ininterrumpida con libros de actas que avalan la existencia orgánica. En este informe se resume su historia, su funcionamiento y proyección de futuro.

Para ello EL PUEBLO consultó al Esc.Luis Alberto Avellanal, Presidente de la institución desde el año 2021 hasta el 31 de Diciembre pasado, con 31 años de directivo

Avellanal comenzó haciendo un resumen de la historia de la añeja institución.

«Como consecuencia de la primera guerra mundial, llegaron al Río de la Plata, una inmigración importante de españoles, llegando con familias enteras algunos, otros en forma personal, a los puertos de Montevideo y Buenos aires y un grupo no tan menor surcó el río Uruguay    llegando a las ciudades de Salto o de Concordia donde hicieron base    sin saber al principio ni tener idea dónde estaban anclando su futuro.

Salto, donde no existía por aquellos tiempos ni luz eléctrica ni saneamiento por supuesto para esta gente fue toda una aventura.»

En este sentido sigue contando Avellanal que no se tiene una cantidad exacta de cuántos se afincaron en Salto , pero se estima que fueron entre 200 a 250 españoles que ocuparon predios en la zona del cerro donde está ubicada hoy la Escuela España , zona a la que se le llamó Paseo Campestre Español.

Aclara que la llegada de esa inmigración data aproximadamente de los años 1856 a 1860 en adelante.

La necesidad de auto defensa

Sigue contando Avellanal que la propia vida llevó a estos españoles, nuevos residentes de Salto, a asociarse para llevar adelante distintos emprendimientos comerciales, de pesca, oficios, aserraderos, trabajo de armado y reparación de embarcaciones.

«Esa unión y la necesidad de auto defensa    los llevó a la creación de la Asociación Española    creando así la parte social de enfermería y el apoyo educativo teniendo en cuenta el tiempo que se vivía.»

Agrega que antes de finalizar el siglo XIX se crearon dos panteones en el cementerio central, como una necesidad irreparable de la vida.

Actualidad y beneficios

La Asociación Española integra a toda la colectividad y descendientes de españoles principalmente pero se han sumado de una u otra forma    ciudadanos salteños.

La institución ocupa en calidad de propietaria la esquina de calles Artigas y Sarandí    desde donde funciona la Secretaría. El edificio cuenta con apartamentos y locales comerciales, dotando a la parte de calle Artigas una mejor imagen y accesibilidad para los socios y público en general.

Son varios los beneficios que la Asociación Española brinda a los socios, desde apoyo en la compra de medicamentos, lentes, exámenes de rayos y aporte económico para cubrir alguna necesidad inmediata a quienes dependen de una pasividad baja. Por otra parte también dispone de panteones en el cementerio central y en el cementerio de barrio Artigas, con disponibilidad de nichos y casilleros para socios y público en general.

Avellanal destaca el relacionamiento fluido que mantiene la institución con toda la colectividad española ya que integra la Federación de Instituciones Españolas en el Uruguay que reúne 27 instituciones.

Mantener la identidad

En este aspecto se ha creado una Comisión de Cultura presidida por la Prof. Sara Curbelo e integrada por las maestras (directivas) Perla Rodríguez, Margarita Arteaga, María del Carmen Pascual.

«Esta comisión trabaja intensamente en la difusión de la cultura española    mediante actos y disertaciones con un permanente apoyo de la Escuela España No. 64, que acompaña el cuerpo de danzas españolas de la profesora Marcela Cavallo.»

Por otra parte esta comisión patrocina la biblioteca Miguel de Cervantes que funciona en la sede social, «creada en el año 1987 y que reúne bibliografía de los más variados autores españoles y centro de consulta permanente por parte de profesores y estudiantes.»

Vida administrativa

En estos momentos la Asociación Española de Socorro Mutuo está trabajando en la actualización del funcionamiento de la Secretaría, lo que a decir de Avellanal, «nos ha costado un poco pero lo venimos haciendo y ya está funcionando el registro de socios computarizado y en breve ingresaremos a computarizar los ocupantes de nichos y casilleros para facilitar el trabajo, cuesta pero todo se va modernizando que es tan imprescindible para el funcionamiento de cualquier institución»

En cuanto a su comisión directiva, se renueva anualmente y desde el 1 de Enero pasado la presidencia la ocupa el Arquitecto José Luis Gallo, actuando en Secretaría María del Carmen Pascual    y en Tesorería Roque Andión.

Saltoko Euskaldunen Taldea (Grupo Vasco Salto): “Los fines son reunir a los vascos y descendientes de vasco del departamento en torno a su cultura, su gastronomía y todas las actividades de difusión de esa cultura”.

A las permanentes instancias culturales que suele promover el Grupo Vasco de Salto desde hace más de 30 años, hace un tiempo se ha sumado la posibilidad de contar con el Mercado 18 de Julio como centro fundamental de muchas de ellas. Al momento de elaborar este informe, EL PUEBLO conversó con el escribano Luis Zaldúa, actual Presidente de la institución, de quien transcribimos a continuación algunas expresiones.

Fundación y objetivos

“Saltoko Euskaldunen Taldea es una institución de difusión de la cultura vasca. Fue creada el 3 de diciembre de 1992, en el Día del Idioma Vasco, el Euskera. Después de algunos meses de reuniones donde paulatinamente se fue sumando gente, logramos aprobar los estatutos de esta institución que este año pasado ya cumplió sus 31 años. Los fines son reunir a los vascos y descendientes de vasco del departamento en torno a su cultura, su gastronomía y todas las actividades que tienen que ver con la difusión de esa cultura”.

Comisión Directiva actual

Presidente: Esc. Luis Zaldua

Vicepresidente: Dr. Ramón Mendoza

Secretaria: Mtra. Analí Moreale Olaizola

Prosecretaria: Elsa Goñi

Tesorero: Víctor Quagliotto

Protesorera: Ma. Inés Bentancor

Vocal: Ing Federico Zaldua.

Comisión fiscal: Cra. Ma. Laura Leglise, Margarita Kemayd Roux y Dr. Carlos Errandonea

Múltiples actividades

“Se desarrollan múltiples actividades. En primer lugar, cursos de Euskera y Mus. El Euskera es el idioma más antiguo de Europa; este año contamos con profesora propia, surgida de cursos especiales, de los cuales participo, con el Instituto Etchepare y con la Federación Vasca Argentina, que es la profesora Maria Inés Bentancor, a lo que se le va a sumar el Mus, que es un juego de cartas típico vasco, que vendría a ser el padre del truco. También tenemos un coro, el“Saltoko Abesbatza”, dirigido por Rosario Sosa y Luis Benítez. Ese coro funcionó hasta que vino la pandemia y este año lo volvimos a reflotar. También es muy importante la gastronomía, tenemos un equipo de cocina que integro junto a Victor Quagliotto. Cocinamos en todos los eventos resaltando la Taberna Vasca, que se hacen varias en el año, conjuntamente con otras actividades de las que participamos. También tenemos un equipo de fútbol de veteranos, “Baskos 33”, y equipo de mountain bike “Saltoko Bizikleta”. El de fútbol integra la Liga Súper Senior desde 2019 y en sus diferentes camisetas suele representar frases que tienen que ver con lo vasco. Es importante además destacar la biblioteca, a disposición de todo el público. La biblioteca se llama José Joaquín de Viana, en honor al fundador de Salto, vasco también. Por otra parte estamos trabajando en el proyecto UriBarri, de rescate de la memoria tangible e intangible de los pioneros vascos, junto a la Universidad del País Vasco. por ejemplo rescate del acervo físico y cultural de la Bodega Harriague, casa vasca “Euskal Etxea Harriague”. Hemos avanzado mucho en la investigación sobre Harriague y Saturnino Ribes, otro vasco. Hemos hecho allí muchos eventos, conferencias, charlas, el Tannat Rock, estuvo la banda Buitres…Esperemos en algún momento se declare Monumento Nacional. Además, ha surgido el Club del Vino Salto, mes a mes hacemos una degustación diferente, lo hacemos en el Txoco Bar, en el Mercado 18 de Julio. Y tenemos en marcha un proyecto de un complejo deportivo y social, en la avenida Trillo, en un terreno que tiene el Centro Vasco desde hace mucho tiempo, ya tenemos cancha de fútbol y pensamos en la construcción de un salón para fiestas, una piscina si se puede, y enmarcado en un paisaje del vino. Se van a plantar vides ahí, para que las bodegas de Salto año a año nos hagan un vino en una edición limitada. También estamos trabajando en un proyecto que es un espacio que se llama “Guaviyu Gernika Gunea”, donde habrá un monumento memorial a las víctimas del bombardeo nazi-fascista de Gernika. Homenaje a las víctimas de ese bombardeo. Esto va a llevar también al hermanamiento de Salto con la ciudad de Gernika, se va a plantar un retoño del mítico Árbol de Guernika, de los Vascos, que bajo ese árbol resolvían en democracia directa los problemas del pueblo. Acá lo vamos a hacer con un hermanamiento con el Guaviyú que está ahí y se ha secado, que fue contemporáneo de Harriague, todo esto también ahí frente al Gramon”.

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