Cuando escuchamos que las actuales dificultades por la pandemia que enfrenta el Uruguay, en peor momento, se debería a una mutación del virus proveniente de Brasil, creemos que es muy factible que así sea, aunque hasta el momento no hemos oído ninguna voz científica que confirme esta afirmación.
Pero el hecho es que esta eventualidad nos pone de cara a la realidad. Brasil sigue siendo uno de los principales, sino el principal comprador de algunos productos y materia prima del Uruguay.
De proceder al cierre total de fronteras con el gigante del norte, seguramente las consecuencias económicas para nuestro país serían serias e importantes.
En contrapartida esta la salud de la población uruguaya toda, no sólo de las personas que viven en la frontera y que obviamente muchas veces está más integrada a la situación del país del norte que al nuestro.
No es entonces una situación fácil. Las peores consecuencias provendrán de allí y a la prueba está que gran parte de los departamentos uruguayos que están en rojo, son fronterizos con Brasil, Artigas, Rivera, Cerro Largo mismo y el cercano Tacuarembó, son prueba de ello.
En buena medida creemos que falta mucho para que los uruguayos entiendan esto y sobre todo para asumir que estamos en una situación muy difícil. Es hora de vacunarse para disminuir el riesgo no tanto de contraer la enfermedad, sino de que esta sea al menos más leve.
Seguramente que en algún momento se entenderá y los registros de vacunación serán mayores. Si bien al momento de escribir estas líneas, aún no se ha recibido la partida de la segunda vacuna que llegará al país, creemos que no es hora de fijarse en esos detalles, para politizarlos.No tenemos opinión formada sobre la política sanitaria del país. Es más nos negamos a calificarla de correcta o incorrecta, por la sencilla razón que no creemos que sea oportuno hacerlo.
Es hora de dejar de lado la mezquindad del aprovechamiento puntual de estos aspectos. Si bien en gran parte dependemos de lo que hagan los países vecinos, seria torpe ignorarlo, hay que poner en la balanza todos los aspectos que concurren en cada situación.
Seguramente que nos afecta a todos. Seguro que lo actuado tanto en Brasil como en Argentina ha sido diferente a lo de Uruguay, pero urge priorizar lo más trascendente, esto es la salud de la población, aunque es sabido que esto traerá consecuencias y seguro que no serán mínimas.
A.R.D.
