Recibimos y publicamos
Un hombre sin ideas es un hombre sin norte. Un hombre sin ideas es un hombre cuyas acciones no respetan una directriz de pensamiento, sino que su actuar está al arbitrio de las circunstancias.
Hombres y mujeres sin ideas son los que se ven en la campaña departamental por la intendencia de Salto. Hoy el debate de ideas es una especie en peligro de extinción.
La discusión toma una impronta casi personalista planteando una falsa dicotomía entre el bueno y el malo. Ya no se discuten ideas, ya no se discuten proyectos ni planes de gobierno, hoy se discuten personas.
Según en qué tribuna estamos sentados los actos van a ser tildados como «demagogia total para engañar al pueblo» o «Propuestas que de verdad van a aportar a Salto». La clasificación que les demos jamás va a ser resultado de un estudio objetivo de las mismas, sino que va a depender del sujeto que las pronuncia.
El simple hecho de ir a la capital a reunirse con autoridades del Gobierno Central puede verse como una «reunión con amigos por intereses privados» o « Una muestra de verdadera preocupación por la situación del departamento».
La poca objetividad con las que se tratan los temas y la poca disposición al diálogo aleja la campaña política de su Deber Ser.
El fanatismo suplanta al raciocinio y nos ciega ante un falso enemigo al cual nos vemos obligados a insultar y agraviar ¿Por qué? Porque Todos los demás también lo hacen ¿No? ¿qué tienen de malo?
Si bien los líderes de los distintos sectores guardan silencio, es un silencio cómplice que no llama al orden ni a la madurez de aquellos que están ensuciando la política con ataques poco fundamentados.
Sin escuchar voces que se pronuncien contra esta forma tan baja de hacer política me veo obligado a escribir esto. Con el riesgo de generar más antipatía que concordia, es un riesgo el cual estoy dispuesto a correr con tal de mantener encendida la llama de honestidad, que se apaga un poco más cada vez que alguien insulta a otro.
La coalición en Salto está perdiendo una oportunidad histórica. Con un Gobierno Nacional que claramente vino a cambiar la forma de gobernar, un Gobierno que da indicios de apostar por la descentralización y darle al interior del país el protagonismo que se merece ¿Vamos a dejar que dos grupos de personas con ideas muy parecidas pero con fanatismos muy poco racionales nos quiten esta oportunidad? ¿Vamos a volver a dejar a Salto en el debe?
La responsabilidad es nuestra, de los votantes, por no exigir el nivel que la política se merece. Donde las ideas estén primero. Que se tome esto como una carta abierta a todos los actores políticos del Departamento de Salto.
Victoriano Toucon
