En un giro inesperado dentro de la relación comercial entre Estados Unidos y Brasil, el presidente Donald Trump decidió eliminar el arancel adicional del 40% que regía sobre una amplia lista de productos agrícolas brasileños. La medida alcanza al café, la carne bovina, frutas tropicales, cacao y vegetales, entre otros.
Según informó la Casa Blanca, la resolución tiene carácter inmediato y retroactivo al 13 de noviembre, por lo que los importadores estadounidenses recibirán reembolsos por los pagos realizados desde esa fecha.
Un paso atrás en la guerra arancelaria
La decisión implica un retroceso respecto a la política comercial que Trump había impulsado meses atrás, cuando aplicó un arancel “recíproco” del 10% sobre la mayoría de las exportaciones brasileñas y luego sumó una sobretasa del 40%, elevando el total al 50%.
El cambio se produjo luego de una serie de contactos y negociaciones entre Trump y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que habían tenido tensiones por temas comerciales y políticos. Fuentes diplomáticas señalan que la flexibilización es parte de un proceso de distensión entre ambos gobiernos.
Alivio para el agro brasileño, aunque persisten dudas
Para los sectores exportadores de Brasil, especialmente los vinculados al café y la carne bovina, la eliminación del arancel extra representa un respiro importante. En el caso del café, las ventas a Estados Unidos habían caído drásticamente tras la imposición de la tarifa.
Sin embargo, persisten incertidumbres. El vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin indicó que, pese al anuncio, algunos productos podrían seguir enfrentando el arancel del 40%, lo que genera dudas sobre el alcance real de la medida. Según añadió, tras esta modificación, el porcentaje de exportaciones brasileñas que ingresa sin tasas adicionales subió del 23% al 26%.
En el sector privado, mientras celebran la flexibilización, advierten que aún falta claridad sobre qué partidas arancelarias quedan definitivamente liberadas.
Impacto político y económico
La decisión también tiene impacto en el mercado estadounidense. La fuerte suba de precios de productos como el café, registrada tras la imposición de los aranceles, había generado presión interna sobre la administración Trump. Con la medida, se espera cierta moderación en los valores.
Del lado brasileño, la revisión de las tarifas se interpreta como una victoria diplomática parcial, aunque autoridades y empresarios coinciden en que es necesario avanzar hacia un acuerdo más amplio para restablecer plena competitividad en el mercado norteamericano.
La eliminación del arancel del 40% marca un punto de inflexión en la relación económica entre ambos países, pero no cierra la discusión. Con algunos sectores todavía sujetos a los gravámenes, Brasil seguirá presionando por una apertura más profunda, mientras Estados Unidos evalúa el impacto interno de la medida.
Por ahora, el paso atrás de Trump ofrece alivio inmediato y abre la puerta a una nueva etapa de negociación comercial entre las dos mayores economías del continente.









