Por Rodrigo Albernaz, Diputado por Salto de Cabildo Abierto
Sin lugar a dudas que uno de los principales problemas que tenemos que resolver en el Uruguay, es el empleo. Durante los 15 años de gobierno del FA se fomentó la inversión extranjera, y se le dio todo tipo de beneficios a los grandes capitales que vinieron de afuera exigiendo facilidades, con intereses que obviamente no son los del país, lo que redundó en detrimento del trabajo nacional. Creemos que es un deber de todos nosotros velar por el trabajo nacional y desde el primer día Cabildo Abierto ha hecho propuestas para que a las micro, pequeñas y medianas empresas, y a los pequeños y medianos productores, se les dé algunos de los privilegios que les dan a las transnacionales, y de esa manera que tengan un estímulo y el oxígeno necesario para sobrevivir. Hemos propuesto una revisión de la reforma tributaria que se llevó adelante en los primeros años del primer gobierno del FA, revisar ciertas exoneraciones al gran capital y revisar los gravámenes al trabajo nacional que puso cargas tributarias al ingreso y no a la renta como dice su nombre. Y si hablamos de trabajo nacional, debemos considerar un dato que se corrobora simplemente con salir a recorrer el interior de cada departamento, y es el vaciamiento de las zonas rurales. Según el último censo hemos llegado al mínimo histórico de un 4% de uruguayos viviendo en la zona rural y esto es gravísimo. La gente de campo no se puede sustituir y cuando se va a la ciudad, se pierden los hábitos y sus descendientes ya no tienen conexión con el campo. Lo hemos denunciado muchísimas veces como una de las mayores tragedias de nuestro país. Nuestro proyecto de ley, que fue ley y fue vetada por el Presidente de la República, la ley forestal, iba en el sentido de evitar que esas grandes plantaciones de eucaliptus sigan avanzando en las mejores tierras del país y terminen expulsando a esa gente que arrienda o arrendaba unas pocas hectáreas y en ella producía y tenía lo suficiente para solventar la economía familiar. Por supuesto que mucho más caro va a ser tener que tratar a las personas que emigraron del campo a la ciudad, con todos los problemas que se genera el vivir en asentamientos irregulares en las periferias de las ciudades, los problemas que llegan cuando sus hijos no tienen un sentido o un camino trazado en la vida y terminan muchas veces cometiendo delitos o consumiendo drogas. Tenemos obligación de hacer lo imposible para que este 4% no abandone el campo y revertir la situación en los que sea posible.
Tenemos la certeza que estos temas deberían ser una política de Estado y en estos últimos tiempos lo hemos denunciado muchas veces. Nuestro país tiene que buscar mecanismos de promoción de sus inversiones de capitales nacionales y con sentido de pertenencia a la comunidad en la que vivimos, promover la investigación y que se industrialicen las carnes, los lácteos, la celulosa, la madera, y los granos. Son las herramientas a las que debe recurrir el país si pretendemos que las nuevas generaciones y por qué no las actuales, tengan el futuro que se merecen. Desde el primer momento nuestro partido ha denunciado estos hechos y ha aportado soluciones. No hemos sido escuchados muchas veces, pero seguiremos insistiendo porque favorecer el trabajo nacional es una de las vías principales para generar empleo.
