El lunes a la noche en el Consejo Superior de la Liga Salteña de Fútbol, no solo asistieron delegados de los clubes que militan en la Divisional «A», sino también una buena mayoría de presidentes. El hecho es que la interrogante se fue hundiendo en los días: en qué medida volver, si el pronunciamiento del Tribunal Arbitral de OFI está pendiente respecto a dos fallos.
En ese lunes que pasó, la conclusión fue una: si desde OFI no se emitía el fallo, la segunda rueda podría entonces (podría) iniciarse el domingo. Ocurre que hasta ayer miércoles, en la Liga no se habían recepcionado los textos de los fallos a través del sistema electrónico. El Tribunal dispone de 10 días hábiles y tampoco existe seguridad de que entre jueves y viernes surja un esclarecimiento a ese nivel.
Aunque hubo representantes de clubes que en la jornada de la víspera plantearon la necesidad de jugar la primera fecha aún con los fallos pendientes, desde el Cuerpo de Neutrales la posición resultó monolítica: que se aplicara de hecho lo resuelto. Sin fallos no se jugaría.
Hay que tener en cuenta que se podrían modificar las series (pares e impares) y, como consecuencia de ello, alterar los partidos. En la tarde de la víspera, desde la Liga Salteña de Fútbol, se procedía a divulgar el siguiente comunicado, como para tener en cuenta el texto.

El comunicado es a todas luces terminante y desparrama la ilusión del fútbol volviendo. Esa es la síntesis.
Desde la Liga se tendieron gestiones o contactos posibles para saber en qué día el Tribunal podría resolver la situación que paraliza al fútbol salteño en el caso de la Divisional «A». Incluso se manejó la información de un pedido para «acelerar» el pronunciamiento.
Por lo visto, las gestiones no surtieron efecto alguno y el Tribunal se tomará el tiempo reglamentario, ajustado a lo que establece la estructura jurídica de OFI en situaciones como estas. La sesión de esta noche a nivel del Consejo Superior apunta en una dirección: qué hacer frente a la posibilidad de que definitivamente el Tribunal contemple los días lícitos antes de expedirse.
Mientras tanto, las fechas se van consumiendo. No tan lejos el fin de año. Solo bastaría con relojear el almanaque. La continuidad de los días parece transformarse en una sentencia.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-

⚽ Anochecer de un día agitado
El Campeonato Salteño en la Divisional «A» se inició el 10 de agosto. Los reclamos provienen de la primera fecha y en su momento se plantaron en la dirección de reclamo los clubes Salto Uruguay y Gladiador.
En el caso de Salto Uruguay, por entender que dos jugadores de Libertad fueron incluidos sin ser habilitados por el sistema Comet, listado que pasa a tener carácter oficial. Para la Organización del Fútbol del Interior (OFI), «son los clubes de cada Liga los responsables de comprobar la habilitación o no de sus jugadores, después de los trámites producidos en las oficinas de esas mismas Ligas».
De lo que no hay dudas es que el de ayer fue un día agitado, con el anochecer también, en la medida que determinados cuestionamientos no faltaron. Hubo clubes convencidos de que «había que jugar con o sin fallo». Mientras, los neutrales se afincaron en lo resuelto el lunes.
Si de clubes se trata, el Club Atlético Ceibal fue de los que vanguardizó, en alguna medida, la opinión contraria a jugar.
El secretario de la Liga, Carlos Raúl Rocha, enfatizó en «La trastienda del fútbol» de Radio Arapey que la Liga en su conjunto debiera responder desde la seriedad y formalidad, absteniéndose de cualquier otra opción.
Para «Moneco» Rocha, se trataba de «cuidar la imagen de la Liga, evitando hacer lo que no debe hacerse. ¿Cómo puede iniciarse una segunda rueda con fallos pendientes que pueden variar la composición de las series? ¿Cuál es el mensaje que estamos dando?», se interrogó el siempre influyente neutral.
⚽ «No atacamos el problema: hay que minimizar errores»
En la última sesión del Consejo Superior de la Liga Salteña de Fútbol, el vicepresidente de la Liga y presidente del Consejo Único Juvenil, Miguel Rognoni, planteó un enfoque que obliga a la reflexión. Apuntó que «no atacamos el problema: hay que minimizar los errores».
Al fin de cuentas, si los reclamos surgen, parece ser reflejo de desconocimientos o irregularidades en las que se incurre. A partir de ello, las protestas son puntuales.
El vicepresidente marcó la cancha, acaso en una dirección: el imperativo de una autocrítica y reconocer que los primeros desvíos reglamentarios surgen desde las mismas instituciones. Se sabe cuál es el efecto, pero también la causa, en la mayoría de los casos. Porque, en definitiva, pasa lo que pasa.









