-En Minas, fue victoria de Lavalleja por 2 a 1. Salto no jugó un mal partido y hasta pudo rescatar algún punto. Pero fue un partido con desniveles y Lavalleja concluyó en medio de su cerramiento defensivo casi a ultranza.
No parecía el local, por su actitud de cancha. Más expuesto a la espera que a la consigna de búsqueda.
Encontró la diferencia y la defendió.
Para el equipo de Pablo Almandos fue negocio. La prioridad de los tres puntos, sin que trascendiera la diferencia.
En el juego de esta noche, Salto no puede dudar y bien que lo sabe. Primero los puntos, después la diferencia de goles y si el equilibrio es cosa concreta, deciden los penales. Salto debiera evitar esta última alternativa: siempre es un riesgo.
Y no se trata de «la ruleta rusa», sino de quien ejecuta y quien pretende la aventura del rechazo. A Salto NUNCA le convirtieron goles jugando de local. Desde el plano defensivo para nacer, tras ello el fluir de la intención creativa, y que detonen de última las certezas ofensivas.
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Ganar esta noche es avanzar a las semifinales. Después será Paysandú o Colonia. Pero hoy, clave la clase que se disponga, para que ni el rival ni las agujas del reloj, concluyan como emperadores de la partida.
El aprovechamiento de los tiempos para la selección de Franco Junior Aliberti, DEBE CONVERTIRSE EN FACTOR INELUDIBLE.
Si puede ir resolviendo la situación en el primer tiempo, tanto mejor, evitando que en la recta final, las ansiedades se vuelvan extremas y la eficacia se pierda en la noche.
El poder de decisión debería existir y sobre todo en esos metros finales. El de Agustín Suárez, Tabáres, Echenausi o el que fuese.
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Lavalleja es el actual Campeón del Interior. No lo tiene Gerardo Cano en la Dirección Técnica, pero su mística aparece intacta.
Salto perdió la final ante ellos en la edición 2023. El corazón quedó herido y la ilusión ultrajada.
Hoy no es la final. Pero es demasiado lo que está en juego. Son copetudos los dos. Y ojo con el estado del campo de juego: ese puede ser un rival de fuste. O un factor sufrible. Salto juega en suelo propio.
Abona el terreno de su querer, más allá del rival. El mañana está a la vuelta de la esquina.
El objetivo es no anularlo. Prolongarlo vivo y «naranjero»: ese es el fin.
El fin que no se negocia. El fin es demasiado seductor. Y llama a la puerta.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
BRAIAN RODRÍGUEZ-JORGE ESTEBAN ECHENAUSI- Los 4 goles de Braian. Los 7 goles del «Pitu». 11 goles entre los dos. la necesidad del gol más que nunca. Un partido movilizador. Y la trascendencia declarada.
