Lluvia, la cancha para embarrarse, el agua como protagonista. Lagunas en más de un sector, Costó que la pelota circulara. Se hizo todo a contramano, con más corazón que ideas. Los factores para que la batalla fuera desigual, frente a quienes algo intentaron. Pero perdieron los que intentaron. Por eso salió un partido de «tire y afloje», con ese 1 a 0 de arranque, porque así lo quiso Juan Andrés Píriz. Quedó la duda sobre si fue penal sin discusiones, lo de Agustín Cardona frente al jugador de Salto Nuevo que entró para definir. El árbitro vio penal y Antonio Gómez la mandó contra el palo. En los 42′ Sebastián Masseroini, sabe cual es la ley del goleador. Pelota que llega, que en lo posible castigue las redes, como ese frentazo al gol.

Para la recta final, Alejandro Irigoyen metió variantes. A Saladero le hizo bien. Recompuso la imagen y hasta se volvió más tendencia de ataque, hasta que Agustín Rodríguez capturó el rebote y ejecutó. En ese complemento a Salto Nuevo le costó más.
Es que en medio de una cancha expuesta al deterioro progresivo, jugar fue pretensión excesiva. Al fin de cuentas, concretaron lo que pudieron. A Saladero el empate no le vino mal.
Salto Nuevo supo acaso que rescatar un punto, es perder dos, en medio de esa batalla desigual siempre. Demasiado desigual.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-