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miércoles, agosto 13, 2025

Una prioridad que se justifica

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Diario EL PUEBLO digital
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Por estos días hemos escuchado reiteradas críticas a la prioridad asignada a los funcionarios de la salud, médicos y no médicos, en el entendido que están en la primera línea en el combate al Coronavirus. Estas voces sostienen que en la primera línea del combate a la pandemia estamos todos y por lo tanto no caben dar prioridad a nadie.
Vale decir que no compartimos esta posición. Quienes están en la atención de los pacientes de la pandemia, están para nosotros en una situación de muchísimo riesgo y por lo tanto la prioridad asignada es perfectamente justificada.
Vale decir también que en estas circunstancias es cuando se revela nítidamente si quien ha elegido el camino sanitario, médico, paramédico, enfermera universitaria y demás personal de la salud han elegido esta opción debidamente, asumiendo los riesgos que conlleva o si lo han hecho por otras razones.
La medicina es uno de los campos que revela con mayor claridad estas opciones. Hay para nosotros médicos, con mayúscula, que se han integrado a organizaciones como Médicos Sin Fronteras, y concurren a los lugares donde las epidemias o las guerras están diezmando a las poblaciones.
Estos son los verdaderos médicos, los que pasan por experiencias en las que no se detienen ante el riesgo de contraer la epidemia o de recibir una bomba u otro atentado similar y ejercen su profesión, a veces por unos míseros pesos, sin reparar en el riesgo que corren.
Cuando escuchamos voces discordantes con la prioridad que se le ha otorgado a este personal, nos preguntamos si quienes cuestionan esta decisión estarían dispuestos a correr el mismo riesgo para atender a los pacientes.
No es nuevo para nada saber que hay médicos y médicos, personal de la salud que ha ingresado como tal, aprovechando tal o cual posibilidad y también los hay quienes asumen a sabiendas del riesgo que pueden correr.
Hay médicos que prestan mayor atención a sus ingresos que a la profesión y el ejercicio de sus conocimientos. Quienes de alguna manera “marcan distancias” (nos recuerda aquellos de Florencio Sánchez de “m´hijo doctor”. Pero también los hay quienes no miden la profesión que desempeñan por estos aspectos.
Es hora de que sepamos distinguir una cosa de la otra. Es hora que también se asuman los riesgos y el juramento de Hipócrates no sólo sea un protocolo más, sino que se ejerza como corresponde.
Es hora de decir con claridad: nuestro mayor agradecimiento y nuestro reconocimiento a los buenos médicos y nuestro mayor desprecio y rechazo a los mercaderes de la medicina.
¿Se entiende no?.
A.R.D.

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