El relacionamiento económico actual entre Uruguay y Argentina está marcado por una combinación de vínculos históricos profundos y tensiones coyunturales.
Por lo tanto, la política de Javier Milei, presidente de Argentina desde diciembre de 2023, tiene implicancias importantes para Uruguay debido a la estrecha relación económica, comercial y geopolítica entre ambos países.
La economía, la diplomacia, la energía e infraestructura, las inversiones, el turismo -entre otros factores determinantes-, conforman el amplio abanico de relaciones que se mantienen sólidamente y que influyen directa o indirectamente en sus políticas.
RELACIONES ECONÓMICAS
Se basa en la apertura económica y eliminación de aranceles. Milei propone una economía más abierta, con reducción de aranceles y tratados de libre comercio. Esto podría beneficiar a Uruguay, si se eliminan trabas para la exportación de productos uruguayos a Argentina.
La posible dolarización en Argentina, también es un factor a tener en cuenta. Si ese país adopta el dólar como moneda, podría facilitar las transacciones comerciales bilaterales, reduciendo la volatilidad cambiaria. Sin embargo, también podría encarecer las exportaciones uruguayas. Esto, generaría un fuerte impacto en el turismo, ya que una economía más estable en Argentina podría aumentar el flujo de turistas argentinos a Uruguay, especialmente hacia destinos como Punta del Este. Pero, si las reformas generan un ajuste económico fuerte, podría reducirse temporalmente el turismo.
Argentina es uno de los principales socios comerciales de Uruguay, aunque su importancia ha disminuido en los últimos años. Uruguay exporta productos como lácteos, plásticos, cereales y productos químicos a Argentina. A su vez, importa vehículos, textiles, maquinaria y alimentos. Generalmente, la balanza comercial es desfavorable para Uruguay, debido a la dependencia de productos industriales argentinos y a las restricciones impuestas, que afectan el flujo de bienes.
RELACIONES DIPLOMÁTICAS
Milei ha criticado al Mercosur y podría intentar reducir su influencia o incluso salir del bloque. Esto afectaría a Uruguay, que depende del Mercosur para gran parte de su comercio regional.
Este distanciamiento del Mercosur, sin embargo, tendría como contrapartida una relación bilateral más pragmática. A diferencia de gobiernos anteriores, las políticas de Milei podrían llevar a una relación más basada en intereses económicos concretos, sin tanta afinidad ideológica.
Uruguay y Argentina son miembros fundadores del Mercosur, aunque las tensiones sobre la política comercial del bloque han sido frecuentes. Uruguay ha buscado flexibilizar el Mercosur para negociar acuerdos por fuera del bloque, algo que ha generado roces con Argentina. Depende, ahora, de cuál será el nuevo rumbo de esa política por parte del gobierno que asumirá el próximo 1 de marzo.
INVERSIONES
Las reformas de Milei podrían generar incertidumbre en algunos sectores de Argentina, lo que podría llevar a inversores argentinos a trasladar capitales a Uruguay, especialmente al sector inmobiliario y financiero.
Si Milei reduce impuestos y regula menos, Uruguay podría enfrentar mayor competencia para atraer inversiones de la región.
Éstas inversiones generarían una movilidad de capitales en sectores tan importantes como el inmobiliario, ya que nuestro país se ha convertido en un destino atractivo para inversores argentinos en dicho rubro, especialmente en Punta del Este y Montevideo, donde concentran la mayor parte de estas inversiones.
Esa fuga de capitales argentinos, producto de la inestabilidad económica y las restricciones cambiarias, han llevado a muchos empresarios y ahorristas a buscar refugio en Uruguay, aprovechando su estabilidad política y financiera, hecho que ha venido sucediendo desde el gobierno de Néstor Kirchner.
Impacto social y político
Las influencias ideológicas, tienen, también, un papel de relevancia. La retórica y las ideas libertarias de Milei, podrían influir en ciertos sectores políticos de Uruguay, alentando debates sobre reformas económicas más radicales, privatización de empresas estatales y reducción del gasto público; eso, traería como resultado una eventual movilidad laboral y migración. Si la situación económica en Argentina se complica en el corto plazo, podría aumentar la migración hacia Uruguay, sobre todo de profesionales argentinos en busca de estabilidad.
TURISMO
Los turistas argentinos representan más del 60% del turismo en Uruguay, siendo clave para la economía de destinos como Punta del Este, Colonia, Termas y Rocha. Sin embargo, la crisis económica en Argentina en los últimos años ha reducido el número de visitantes y su poder adquisitivo.
También, un obstáculo permanente que ha impactado fuertemente, ha sido la diferencia cambiaria entre el peso argentino y el uruguayo, haciéndolo más caro para los argentinos en comparación con destinos locales o regionales.
ENERGÍA E INFRAESTRUCTURA
Uruguay importa parte de su energía eléctrica desde Argentina en momentos de alta demanda, aunque cada vez es más autosuficiente gracias a sus inversiones en energías renovables. En cuanto a puentes y transporte, la infraestructura fronteriza, como el puente General San Martín y el puente General Artigas, es clave para el transporte de mercancías y personas entre ambos países.
DESAFÍOS ACTUALES
Las políticas proteccionistas de Argentina han afectado el comercio bilateral, dificultando la entrada de productos uruguayos. Por otra parte, la brecha cambiaria en Argentina afecta las exportaciones uruguayas y distorsiona el comercio. También, siempre está latente la incertidumbre política de aquel país que, tras la llegada de Milei, podría cambiar la dinámica actual, dependiendo de sus decisiones respecto al Mercosur y a las relaciones comerciales bilaterales.
Sin embargo, la política de Milei representa una oportunidad para Uruguay en términos de comercio e inversiones, pero también un desafío si las decisiones del gobierno argentino generan inestabilidad económica o afectan los acuerdos del Mercosur. La clave estará en la capacidad de Uruguay para adaptarse y aprovechar las nuevas dinámicas regionales, anteponiendo los intereses nacionales estrictamente comerciales, sobre los políticos-ideológicos, que muchas veces entorpecen la dinámica.
