Es que los dos hechos ocurrieron un 7 de setiembre, con apenas cuatro años de diferencia, y
los dos están, a su vez, muy presentes en la memoria colectiva de los salteños. Son recuerdos
que siempre están, pero que, por supuesto, resurgen en torno a esta fecha.
El Arquitecto Armando Inocencio Barbieri, que había nacido el 28 de diciembre de 1894,
falleció el 7 de setiembre de 1964.
Pero cuatro años antes, el 7 de setiembre de 1960, ocurría en Salto la tragedia aérea más
imponente de toda su historia: un avión de Aerolíneas Argentinas (el “Mariano Moreno”)
caía hecho una bola de fuego en Colonia Garibaldi, con el saldo de más de treinta personas
muertas.

BARBIERI
Cuando en más de una oportunidad nos hemos propuesto la tarea de sondear entre personas
que “peinan canas” cuál les parece que fue el Intendente más destacado de Salto, entre los
tres o cuatro que siempre aparecen, el de Armando Barbieri se repite constantemente. No
cabe dudas que su impulso a la modernización del departamento fue de gran trascendencia.
Cabe recordar que nuestra ciudad tiene no solo una avenida con su nombre, también una
plazoleta y monumento. La avenida nace en la costanera norte (zona del Club Remeros Salto)
y se extiende hacia el Este hasta Avenida Blandengues. Antiguamente se denominó Florida.
Para no perder este último nombre, existe una cuadra, paralela a la avenida, entre Amorim y
Grito de Asencio, llamada Florida.
Donde nace la avenida se halla la plazoleta «Armando I. Barbieri», con un monumento (obra
del artista plástico Arq. César Rodriguez Musmanno) en el que puede leerse:

«AL ARQUITECTO ARMANDO I. BARBIERI.
JUSTICIA A SU ESPERANZA.
POR EL MUNICIPIO DE SALTO PASÓ UN HOMBRE QUE HIZO HONOR A SU PUEBLO.
HOMENAJE DEL GOBIERNO DPTAL. SALTO, SETIEMBRE 7 DE 1966”
Armando Inocencio Barbieri fue un salteño que dedicó su vida fundamentalmente a la
política y la docencia.
En el primer caso, accedió a los siguientes cargos: Intendente Municipal (1951-1955),
Senador y Presidente de la Asamblea General (1955-1959); Director del Banco Hipotecario
del Uruguay (1960- 1962) y Presidente del Concejo Departamental de Salto.
En cuanto a su trayectoria docente, importa destacar que fue el Director fundador de la
escuela Industrial de Salto y Director del Liceo Nocturno de Salto, institución que años más
tarde llevaría su nombre. Luego, al pasar “el Nocturno” a ser simplemente un turno más del
Liceo Nº5, este liceo tomó su nombre y así se denomina actualmente.

LA TRAGEDIA
para narrar este episodio preferimos darle la palabra al Esc. Enrique Cesio. En ese momento
se desempeñaba como Director de Diario EL PUEBLO. En su libro “Memorias Ilustradas –
Los últimos 80 años” escribe:
“La tragedia de Aerolíneas Argentina en Garibaldi. A mitad de la mañana del 7 de setiembre
de 1960, nos avisaron de la caída de un avión grande en Colonia Garibaldi. En un taxi,
salimos con algún compañero cuyo nombre no recuerdo, junto a Darío Ferreira el fotógrafo,
al lugar del hecho. Mañana gris y lluviosa, encontramos a la tragedia en vivo y en directo. Un
DC-6 deshecho, desparramado en un amplio espacio; cadáveres despedazados, de las formas
menos verosímiles; los dos pilotos carbonizados en sus puestos en la cabina de mando; jamás
olvidaré el cuerpecito de una niña, con su cráneo partido. El hecho de haber hecho una
segunda tirada, seguramente el récord de ejemplares de toda la historia del diario, queda
pálido para el sacudimiento interior ante semejante presencia de la muerte. No es del caso,
hacerse cargo de todas las especulaciones sobre si fue un atentado o una explosión mecánica.
Ocurrió en el aire, los restos cayeron ya producidos y se agravaron por el choque en tierra y
su incendio. Las 31 víctimas fueron llevadas al entonces galpón de Bomberos, luego velados
en el patio todavía abierto de la Intendencia. Al día siguiente fueron trasladados a la
Argentina. Años después los vecinos de la Colonia colocaron un monumento recordatorio del
terrible episodio”.
Cuando habla Cesio del galpón de Bomberos, como muchos recuerdan, se refiere a un amplio
espacio sobre calle Florencio Sánchez.
Hay quienes también recuerdan que parte del metal extraído del avión, se fundió y sirvió para
años después construir algunas columnas del alumbrado público, que se colocaron a lo largo
de calle Artigas.
El monumento (foto), que tiene en su parte superior una cruz y al medio una parte de la hélice
del avión, está acompañado por una placa donde se lee:

«Homenaje de los salteños a los caídos en Pueblo Garibaldi.
1960- 7 de setiembre -1985».