-Nadie discutirá el contorno. El espectáculo. Los himnos guerreros. El hincha que fue como tantas veces cuando Ceibal y Salto Nuevo acuden a una cita. Nadie lo discutirá.
Pero como partido, y sobre todo en el plano táctico, ¿por qué tan poco? Y fue poco, más allá de ese Ceibal que propuso más en los 15′ finales, transformando a Diego Cavani en pieza clave para sostener el empate de Salto Nuevo.
El frentazo de Brian Rodríguez a los 22′ del primer tiempo, con la certeza propia de un goleador al que fineza técnica no le falta, metiendo esa pelota bien contra el palo. Hasta la gradual reacción de Salto Nuevo, con más corazón que ideas, proponiendo el equilibrio territorial y saliendo de la penumbra inicial.
Hasta ese empate cuando se moría el primer tiempo, y Fraga coloca esa pelota entre el palo y Jorge Fleitas. Al fin de cuentas, cuestión de justicia, en medio de un trámite que se fue partiendo, distante de lo académico, con exposición gratuita de errores de construcción y los espacios inexistentes en medio de la turbulencia.
¡Cómo caen de nivel los segundos tiempos en el fútbol salteño!. Los técnicos que apelan a las variantes, los rumbos que no se encuentran, el Ceibal de superior decisión y la respuesta desde Diego Cavani para exponer su razón. O tantas razones.
Al empate a Ceibal, lo aleja del Universitario de la punta y Salto Nuevo llega a los 10 puntos. Relojea la zona de play off, pero le costó el espaldarazo de tres puntos que no alcanzó. Mientras el partido como partido, deuda pendiente por donde se lo mire.
Cabe preguntarse quién paga esa deuda. Definitivamente quien.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
