Sin explicación alguna el gobierno nacional ha informado que acaba de “Agradecer los servicios prestados” al hasta entonces Ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, quien deja su puesto el que será ocupado por el diputado y ex presidente de la Cámara Baja, Martin Lema.
Aunque nunca compartimos lo que se hace en silencio, a espaldas del pueblo, debido a que el eufemismo de “se le agradece los servicios prestados”, fue ampliamente difundido durante la pasada dictadura, generalmente se ha usado para ocultar los verdaderos motivos de la sustitución.
Vale decir que aunque reconocemos que es una legítima potestad del gobiernos nacional el nombrar y cesar a sus ministros, integrantes del Poder Ejecutivo, ejercemos nuestro derecho a discrepar en estas condiciones, máxime teniendo en cuenta que lo primero que ha hecho el gobierno nacional fue anular alguna de las decisiones del anterior titular del cargo.
Pero no sólo esto, sino que para confundir más la cuestión ante el público, lo que no se dice es que el sub secretario (también conocido como vice ministro), es Armando Castaingdebat, suegro del novel ministro.
Esto nos obliga a reiterar nuestra posición en contra de todo lo que huela a nepotismo (designación de familiares en cargos públicos). El Presidente de la República debió explicar con claridad cuáles han sido los motivos que llevaron a la sustitución. En caso contrario se alienta las versiones que sostienen, no sin motivos, que el MIDES ha pasado de ser un ministerio de desarrollo social a un ministerio de desarrollo familiar.
Nunca nos gustó el nepotismo y aunque sabemos que ha sido uno de los vicios más frecuentes de nuestros sistemas de gobiernos, en realidad nadie escapa de él, entendemos que no es lo más sano. Hemos explicado que entendemos que los gobernantes deban tener en puestos claves a gente de su entera confianza.
Esto es lo más difícil de entender pues que alguien sea de su entera confianza no significa que deba ser manejable. Vale decir hacer lo que el gobernante indique.
Honestamente creemos que se ha equivocado el gobierno y esperamos que esta situación sea provisoria, porque en caso contrario constituiría una mancha difícil de entender.
Por lo pronto no se debe ocultar a nadie los detalles de una decisión, como la que nos ocupa que requiere, a nuestro entender de toda la transparencia y cristalinidad que conlleva.
Si no es así lo único que alienta es a la sospecha.
A.R.D.
