En la recta final del partido, Richard Usuca determinó la exclusión de NICOLÁS FAGÚNDEZ. Ya el «Zurdo» había reflejado el poder de su influencia, al amparo incluso de una cuestión física envidiable.
Dinámica a la medida de un creador como como el «Nico», para ejercer ese balanceo en zona de media cancha, donde tantas veces un partido es capaz de inclinarse.
«Lo bueno que nos pasó esta vez fue cuando entras convencido para dar lo que se puede dar. No encaramos el partido para ir reconociendo «lo que podía pasar», sino que nosotros fuésemos imponiendo condiciones. De repente, el rival no se esperó el planteamiento de Ferro y sobre todo, lo de ser un equipo ofensivo. Es cierto que después aflojamos el ritmo.


A la lectura del partido uno la va haciendo y con ese 3 a 0, era complicado para ellos, frente a la seguridad de nosotros. Creo que no solo se ganó, también se jugó».
ESO DEL «YACA»….
Los cuatro goles a Nacional de Nueva Helvecia en el Dickinson, en aquella tarde de lotería. El sábado en el Casto Martínez Laguarda, la reaparición en la titularidad. En el primer tiempo del lujo declarado, cuando la pelota le llegó a MARTÍN LIMA.
Para estacionar la pelota a un par de metros del área menor. Un amague de cuerpo primero y otro también. Cuando le quedó espacio, la mandó contra el palo del arquero. El impacto justo en el momento preciso.
Categoría del «Yaca». La celebración del gol. El cartón amarillo. Fue el cuarto. No juega el desquite. Fue suplido en la recta final. Pero se fue en paz.
«Es cierto que el equipo jugó bien, pero también tiene que ver la cancha. En esas condiciones, es una invitación a jugar como Ferro jugó, o que el tratamiento de la pelota sea el mejor. Cuando me cayó la pelota en el área, tenía que buscar el espacio para sacar el tiro, y buscar que entrara entre el arquero y el palo. Todo salió bien. Y claro que un delantero es siempre lo que busca y esta vez se volvió a dar. Es una manera de cumplir con el equipo».
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Todo lo que supone el «Zurdo». Todo lo que el «Yaca» es capaz de generar.
O cuando el fútbol es capaz de encandilar, en esa tarde del 3 a 0. El del Ferro irrenunciable a la hora de vencer como fin. Y venció como fin.