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lunes, 12 de mayo de 2025
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La responsabilidad no se puede delegar

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Diario EL PUEBLO digital
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La responsabilidad  por las acciones u omisiones de quienes designamos en los diferentes cargos, es y será siempre de nosotros.

Hasta donde llega dicha responsabilidad, es motivo de opinión y hay diferentes versiones al respecto. Hay quienes entienden que es relativa, porque nunca se sabe cómo se desempeñará una persona cuando se vea con poder.

En cambio hay quienes entienden que siempre y en todos los casos la responsabilidad es de quien lo nombra.

Pero una cosa es irrefutable. La responsabilidad de investigar antes de designar a alguien para un cargo ¿Si ha tenido antecedentes o no? Y sobre todo en quienes apoyamos la investigación, asegurándonos que sea realmente una persona justa y honesta y sobre todo que abarque todo y a todos.

No somos partidarios de eximir a sus superiores de toda responsabilidad, al menos de los hechos más graves. No basta con sostener que “éramos amigos de muchos años y nos defraudaron”.

Tampoco es suficiente que el principal renuncie a su cargo (recuérdese el caso Salto Grande, en el que se supone que bastó con la renuncia de quien presidía la delegación uruguaya hasta ese momento).

Tampoco la “jugada” que se intentó hacer, renunciar al cargo de edil (supuestamente honorario), conservando en cambio la designación en Salto Grande), cuando toda la Cámara Baja les ha pedido su renuncia.

Vale decir “es lo que hay valor”, dirían muchos de los votantes, pero por nuestra parte entendemos que hay que pensar más, si realmente este es el sistema que pretendemos que nos gobierne o no. Esto demuestra hasta qué punto estamos dispuestos a apañar un sistema.

La mayoría de las veces los mejores puestos, los más remunerados son para los denominados “punteros” políticos, mientras que los simples votantes o militantes sólo se usan para “hacer número” y en esta situación hemos visto a todos los partidos.

Aferrarse a una idea que consideramos justa y honesta no es gratis y ya lo sabemos. Muchas veces lamentamos haber votado a cierto partido o sector y ver como luego en un sorteo (para los cargos que no requieren especialización), salen  quienes han sido detractores o enemigos de dichas ideas precisamente.

Pero hay una forma de aproximarse más o sacar ventaja lícitamente, es estudiar o prepararse para una función o un cargo, porque así nadie lo podrá discutir, aunque no siempre sea el que consideramos más capaz.

A.R.D.

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