21 y 22 de julio
Nicolás Remedi es Licenciado en Dirección de Empresas y especialista en emprendedurismo e innovación, profesor del Campus Salto de UCU. A su vez es asesor técnico de Intendencia de Salto y coordinador técnico de Norte Tecnológico. Forma parte del equipo de Link de EL PUEBLO.
En diálogo con nuestra redacción el profesional destacó la importancia que tiene el fortalecimiento de las capacidades dentro de las empresas y cómo a través de ellas, es posible materializar cambios que ayuden a mejorar su desempeño; tema que estará exponiendo en el Congreso Iberoamericano de Innovación Tecnológica y Empresas Familiares el próximo 21 y 22 de julio.
El Congreso Iberoamericano de Innovación Tecnológica y Empresas Familiares es organizado por la Red Business Market, el Centro de Alta Tecnología de las Américas, la Cámara de Comercio Latina – Estados Unidos y el Instituto Blockchain de Estados Unidos y Latinoamérica y tiene como principal foco, generar diálogos e intercambios de buenas prácticas sobre transformación digital en el sector MIPYME y empresas familiares en particular.
¿A qué refiere la transformación digital?
«Es una forma de innovación. La incorporación de tecnologías en las empresas y la forma en que dicha «adecuación» genera cambios en la forma de funcionamiento de los negocios es lo que podríamos llamar transformación digital, digitalización».
¿Cuáles son las ventajas de innovar e impulsar la Transformación digital dentro de las organizaciones?
-»Cualquier organización, sea una empresa, un club, una ONG o un Ente del Estado necesita adaptarse a los cambios que ocurren en el entorno. A veces los cambios ni los notamos pero con la llegada de la pandemia de COVID-19 se ha demostrado que más que una opción sobre la que se puede elegir o no, termina siendo una urgente actuar para que el impacto no sea más grave de lo que podría serlo. O tomamos cartas en el asunto en la forma en que se hacen las cosas cuando nos percatamos que hay muchas ineficiencias – es decir: innovamos – o corremos el riesgo que seamos embestidos por la ola. Sin embargo, aunque todo eso sea algo de lo que todos podríamos tener una noción de que es lo correcto, no necesariamente todas pueden lograrlo».
¿Y por qué no todas las organizaciones pueden lograrlo?
-»Aunque se quieran llevar adelante cambios sustanciales, no todas las organizaciones tienen las capacidades para hacerlo. No necesariamente se cuenta con los recursos y el tiempo como para poder alinear ese querer innovar con lo que en efecto, ocurre.
Y en consonancia con ello, entender desde la empatía que la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas, justamente no tienen ni tampoco pueden hacer ese proceso porque se encuentran gran parte del día apagando incendios y deben lidiar con urgencias que les quitan cabeza para planificar ese cambio del que hago mención».
¿Qué rol en este caso juegan las capacidades?
-»Podríamos simplificar y decir que todas las empresas quieren mejorar sus ventas y reducir sus costos.
Sin embargo, aunque las empresas quieran impulsar mejoras concretas para lograr eso, la disponibilidad de capacidades son las que determinan si efectivamente pueden o no llevarlas a cabo.
De forma específica, la posibilidad de entender las necesidades actuales y futuras de los clientes, la aptitud para lograr identificar proveedores tecnológicos y entender cómo se comporta la competencia o la misma apertura a articular con el entorno por parte de una empresa, hacen a algunas de las llamadas capacidades.
Es difícil que una empresa pueda aprovechar bien un software de gestión sino entiende cómo funciona uno, ahí está el «quid» del asunto».
¿No todas las empresas las tienen desarrolladas?
-»Exacto. De la misma manera que no todos estamos preparados para correr una maratón de 43 kilómetros, no necesariamente todas las empresas tienen la musculatura y resistencia necesaria para hacer de forma eficiente esos procesos; aunque se quiera ser competitivo sino se cuenta con los puentes para por ejemplo, entender cómo mejorar el producto o llegar a un proveedor que nos abastezca de lo que precisamos no será posible avanzar».
¿El fortalecimiento de las capacidades puede lograrse a través de la formación?
Sï, la capacitación es muy importante. No obstante, esa formación debe estar orientada a generar habilidades que permitan llevar adelante actividades que terminen agregando valor a las organizaciones. Debe existir una complementariedad entre el conocimiento de la teoría pero también la posibilidad de aplicarlo. Allí, esa formación puede brindarse dependiendo de cada caso desde centros de formación, universidades y programas de capacitación empresarial. Al final del día, lo importante es construir y fortalecer capacidades y por lo tanto, es de esperar que se mejore el nivel de empleabilidad de las personas».
¿Cuál es el papel de la Universidad en torno a esa formación?
-»La Universidad es un actor fundamental en cualquier territorio. No hay ningún secreto o receta mágica, cuanto más cercana esté la academia a las necesidades que tiene el sector empresarial, mayor valor agregado puede generarse. Y en ese sentido, a través de la formación de las nuevas generaciones de profesionales y técnicos es que hay gran parte de esos condimentos que se necesitan dentro de las empresas, gente con la capacidad de poder ayudar desde sus conocimientos y formación».
¿Existen otras alternativas?
-»Iniciativas hay miles. La innovación y mucho más en tiempos de COVID-19 ha obligado a tener que sumergirnos en el aprendizaje entre pares. Allí, de forma complementaria al papel que llevan adelante las consultoras, universidades, gobiernos y cámaras empresariales el concepto de las comunidades de práctica, conformados por pares, ayuda un montón a acortar curvas de aprendizaje. Hay muchos conocimientos e ideas con mucho valor que solamente las maneja, domina y conoce quienes están en la trinchera y lograr el vínculo entre esas personas que están, que son los protagonistas es de mucho valor».
