En medio de una transición cargada de expectativas y definiciones clave para el futuro del departamento de Salto, el anuncio de que podrían prorrogarse algunos contratos de monotributistas genera expectativa sobre el futuro laboral de algunos de ellos.
En el marco de una conferencia de prensa en la que se presentaron los principales referentes del próximo gobierno departamental, el tema fue abordado con claridad por el futuro Secretario General, Cr. Walter Texeira Núñez, habrá prórrogas, pero serán excepcionales y selectivas.
La definición no es menor. Más de 300 trabajadores vinculados mediante el régimen de monotributo esperan una resolución sobre su futuro laboral. La mayoría de estos contratos culminan el 30 de junio , dìas previos al cambio de mando. Si bien la nueva administración ha dejado en claro que no fue quien contrató ni diseñó este esquema de empleo, asume ahora la responsabilidad de evaluar la continuidad —o no— de quienes ocupan funciones esenciales dentro de la estructura de la Intendencia.
“En casos necesarios y altamente sensibles, aceptaremos prorrogar algunos contratos hasta que se dé una solución definitiva”, expresó Texeira Núñez, advirtiendo que no se trata de una renovación general, sino de una medida transitoria dirigida a áreas críticas para el funcionamiento de la administración. La decisión será tomada “con la cabeza y el corazón”, pero con firmeza, priorizando la eficiencia del gasto público.
Este primer gran gesto político y administrativo marca el tono del futuro gobierno, uno centrado en la reorganización institucional, el control de recursos y la transparencia. Así lo expresó también el propio Albisu al presentar a sus “pilares” para la gestión, el Cr. Walter Texeira Núñez como Secretario General y la Esc. Myrna Haller como Directora de Gestión Administrativa. Dos figuras con perfiles técnicos y experiencia en administración pública que serán, según sus palabras, “garantía de cercanía con la gente y de una gestión que cumpla”.
La Intendencia, entre la reorganización y la herencia laboral
La preocupación central de la futura administración parece estar en lo que denominan la “pesada herencia” del gobierno saliente. Según explicó Albisu , la Intendencia de Salto se encuentra entre las seis con mayor gasto en “rubro cero”, es decir, en salarios y compensaciones. Esta situación deja muy poco margen de acción para obras, mantenimiento y servicios básicos, lo que obliga a una reorganización profunda.
En este contexto, se plantea un proceso de análisis y redistribución del personal permanente para cubrir funciones que hoy son desarrolladas por monotributistas. “En muchas áreas entendemos que hay funcionarios suficientes para cubrir las tareas”, aseguró Texeira Núñez, dejando en claro que solo se mantendrán aquellos contratos que sean imprescindibles.
Además, se manifestó la preocupación por el convenio colectivo firmado por la actual administración con el sindicato ADEOMS, que efectiviza a casi 300 trabajadores como funcionarios presupuestados. “Lo vamos a estudiar en detalle, porque nos preocupa cómo puede afectar la capacidad operativa de la Intendencia”, dijo Texeira Núñez.
Una transición activa y con foco en el orden
Desde el pasado 12 de mayo, día posterior a las elecciones, la transición está en marcha. Equipos técnicos de Albisu están tomando contacto con las distintas áreas de la Intendencia para levantar información y elaborar informes que permitan tomar decisiones informadas desde el primer día de gestión. Tanto Haller como Texeira Núñez han estado involucrados personalmente en este proceso.
La escribana Haller, quien hasta 2017 fue Escribana Municipal y conoce de cerca los mecanismos administrativos de la comuna, asumirá el desafío de liderar el Departamento de Gestión Administrativa. “Estamos ya trabajando para conocer a fondo la situación actual. Es un desafío enorme, pero es un honor colaborar con esta gestión”, expresó.
Dos etapas, un mismo objetivo, ordenar para crecer
En su discurso, Albisu dejó en claro que su gobierno se estructurará en dos grandes etapas. La primera, que va de julio a diciembre, será de ordenamiento y reestructura. La segunda, a partir de enero de 2026, marcará el comienzo del crecimiento.
Esta primera etapa implicará, entre otras cosas, la revisión del organigrama actual, la redistribución de personal, y la evaluación de todos los contratos y convenios. Algunos jerarcas ya designados podrían no continuar en sus cargos durante la segunda fase, lo que refleja la intención de un gobierno flexible y adaptativo.
Una Intendencia abierta al mundo y al territorio
Además de la reorganización interna, Albisu expresó su intención de ser un intendente “en movimiento”, presente en los barrios y pueblos, pero también activo en la búsqueda de inversiones. Desde el 13 de mayo ya ha comenzado a establecer contactos con empresarios y embajadas para abrir a Salto al país y al mundo.
«El rol del Intendente es estar cerca de la gente, pero también atraer oportunidades que generen empleo y desarrollo”, afirmó.