Juan Manuel Echagüe es uno de los representantes de la ONG Proyecto Puentes, que realizan una tarea desde hace 20 años en la comunidad rural, fundamentalmente entre la gente menuda de las escuelas, con las policlínicas y adultos mayores de la zona. Llegó hasta la redacción de EL PUEBLO para comentar sobre el “plan invierno” que vienen llevando adelante.
– ¿De qué trata la ONG Proyecto Puentes?
– Es una organización, un grupo de personas que trabaja de forma solidaria por comunidades rurales del norte del país. Esto es con niños, con adolescentes rurales, de los liceos rurales, con jóvenes rurales que van a estudiar a Montevideo y con adultos mayores, desde hace un tiempito también. Esto surgió en la vieja Licenciatura de Comunicación de la UDELAR. En ese momento éramos todos jóvenes y estudiantes. De hecho, la organización se llamaba Jóvenes Rurales al comienzo, pero no tuvimos en cuenta que íbamos a ir envejeciendo y que el nombre ya no iba a encajar con el grupo, y decidimos cambiarle por Proyecto Puentes en esto de intentar ser un puente entre la capital y la gente del interior. Así empezamos, sin muchos recursos, solamente armando bibliotecas en escuelas y liceos rurales. Y luego, a medida que fuimos creciendo como grupo y que fuimos conociendo los referentes de los pueblos, empezamos a crecer también en las actividades que hacíamos.
– ¿Ahora está trabajando en un plan invierno?
– Sí, todos los años hacemos una campaña de invierno, donde a cada niño se le dona un kit de artículos, sobre todo de protección de lluvia, que el tema de la lluvia es un motivo de ausencia bastante importante, es una respuesta a una solicitud de las maestras todos los años. Este año estamos en esa campaña, que en Salto vamos a la escuela de Pueblo Fernández. Cada paquete lleva un paraguas, un par de botas de goma que van dependiendo del talle, un pilot para lluvia, y después cosas de invierno, como guantes, gorras, medias, bufanda polar, cada niño recibe este paquetito (lo muestra). Imagínate que tuvimos que comprar entre las escuelas que estamos trabajando más de 100 pares de botas. Un talle diferente para cada niño.
– ¿Antes hacen un relevamiento?
– Sí, claro, a cada maestra se le pide que pasen los talles y el tamaño de la plantilla, porque esto es comprado en el barrio de Arenal Grande, y son cosas generalmente que vienen de otros países y los talles son un poco diferentes. Entonces, fue un rompecabezas bastante importante, pero bueno, lo hacemos con gusto porque los chiquilines lo súper agradecen. Ya entregamos en Tacuarembó
– ¿Hacen algo más además del plan invierno?
– Sí, al comienzo de año hacemos la campaña de útiles, donde también se le compra un kit de útiles escolares a cada niño que este año estuvo bastante potente por suerte. Inclusive se compraron túnicas, mochilas y championes. Nuestra idea, como objetivo principal, es mejorar la calidad del acceso a la educación de los niños rurales, todas las actividades que se hacen son tendientes a eso.
Ahora llevamos también a su policlínica un oxímetro para tomar el oxígeno en sangre y para el control de la diabetes. Trabajamos también por abuelos. Tenemos un grupo de abuelas que realiza mantas con retazos, que también mandaron una cantidad de mantas para los abuelos del pueblo. Además, a los abuelos rurales todos los años les mandamos canastas navideñas, que están muy lindas también. El año pasado fueron para Rincón y Puntas de Valentín.
Quiero agradecer un montón al Rotary Club de Salto, que ellos siempre nos están apoyando, o con logística, o inclusive cuando el año pasado para las canastas navideñas nos faltaba un dinero para poder llegar a todos los abuelos, y nos hicieron un aporte.


– ¿Cómo eligen a qué lugar ir a hacer donaciones?
– Cuando recién empezamos, que eran creo que tres chiquilines de Paysandú y yo, lo que hicimos fue elegir a nuestros pueblos. Yo empecé trabajando por la escuela, por la policlínica de y por el salón comunal de Puntas de Valentín, y los chiquilines de Paysandú por sus pueblos. Después claro, las maestras empiezan a pasarse los contactos o las cambian de lugar. Entonces ahora lo que hacemos es responder a solicitudes de maestros. Siempre elegimos acompañar a una escuela durante unos cuantos años. En este caso, en Pueblo Fernández hace como cuatro años que ya estamos trabajando allí.
– ¿Cómo se financian?
– La ONG se financia exclusivamente con aportes de personas particulares, de privados. Hace 20 años ya que estamos trabajando en el interior.
– La gente que acaba de leer esta nota y desea colaborar con los chiquitos de las escuelas rurales, ¿cómo pueden hacer?
– Tenemos una cuenta donde la gente puede transferir o depositar o como le quede más cómodo. Inclusive estos días que yo voy a estar por acá, también tenemos voluntarios. Gente que estuvo estudiando en Montevideo que ahora está acá, que se vinculó en Montevideo con la ONG y estuvo trabajando. En caso de que no sepa, porque hay gente que no sabe transferir o no puede salir de su casa, nosotros pasamos, le decimos bien el nombre de la persona que va. Hoy son tiempos medios complicados para recibir gente en su casa, pero puede hacerlo.
Pueden ver nuestro trabajo en el Instagram “ONG Proyecto Puentes”, y por ahí también pueden contactarnos. Lo que quiero transmitir a las personas es que cada colaboración, por mínima que sea, la verdad que deja huellas en los chiquilines. Por ejemplo, en Piedra Sola estamos trabajando hace como 4 años y ellos se acuerdan de la primera vez que fuimos con cajas de calzado. Realmente lo atesoran como un gesto de solidaridad con ellos que les cambia realmente la calidad del acceso a la educación. Así que todo lo que puedan aportar, por mínimo que sea, es bienvenido. Y que la gente no sienta que es poco el aporte que puede hacer porque en realidad todo suma. O sea, cada par de botas salió $ 400, y compramos más de 100 pares. Así que imagínate el esfuerzo que significó para nosotros más el paraguas, más todas las cosas de invierno y demás. Así que todos los aportes son bienvenidos.