No han faltado en el fútbol, aquellos que han coincidido. Cuando un jugador se lesiona con determinada dosis de gravedad, una vez que pasa por el quirófano para que la intervención ordene, es el inicio de un tiempo que acentúa dos palabras: IR VOLVIENDO. Por eso, con este PAOLO TABÁRES, la conclusión es esa, desde el momento que ayer fue el día señalado.
Los meniscos son la complejidad misma, cuando el impacto surge. El «Lolo» pasó por esa situación, tan solo unas semanas atrás jugando para Arsenal en el Campeonato del Interior.
Sobre el arco sur y la pretensión de aquel pique finalmente a la intemperie de su propia desolación. El diagnóstico fue terminante. Ante casos como estos, solo va cabiendo la resignación. Paolo sabe que los jugadores están expuestos.
«Lo bueno es que en estos días he tenido a favor el afecto de tanta gente vinculada al fútbol y eso también cuenta, también ayuda. Los mensajes que no han faltado empujan y yo valoro. Como al presidente de la Liga que enseguida se puso a la orden o al propio Fabricio Bassa, a quien lo conocí en el 2014, cuando llegó a Salto Uruguay y yo estaba en juveniles.
Se que esto lleva su tiempo, que ahora viene la recuperación. Pero también digo que tengo una ilusión: de volver a las canchas antes de fin de año y que algún partido con Arsenal pueda terminar jugando. Dicen que la mente ayuda en estos casos. Desde ya trato de ser todo lo positivo que debo ser. Es una manera de ir volviendo y de esa ilusión que tengo nadie me aparta. Sé que la fe está a mi favor. Yo la tengo y sé que también cuenta»