No pocas veces se nos ha acusado de “odiar a todo lo que tenga uniforme o todo los que sea militar o policial”. Nada más equivocado. Es cierto que condenamos y condenaremos siempre los excesos y los abusos, no porque se lleve un arma o sea protegido por el tema para abusar o sentirse más allá del alcance de la ley, pero para nosotros esto no es odiar, sino sencillamente poner las cosas en su lugar.
La reciente mejora lograda por Cabildo Abierto en materia salarial para los soldados y los últimos eslabones de la cadena de oficiales, es un logro que lejos de desconocerlo lo aplaudimos.
Pero aún a riesgo de que nos siga considerando “opositor” o “denigrante” de todo uniformado, señalamos que los soldados no pueden ni deben ser considerados como un caso excepcional.
La situación del personal militar o policial no es muy diferente de la que viven y sufren los trabajadores de muchos rubros y sobre todo los empleados del comercio y de algunas industrias.
No podemos considerar que en este país, existen “hijos y entenados” (sin discriminar a nadie). Pero no logramos entender cómo puede considerarse viable y factible atender la situación de algunos y no la de otros.
Es probable que a quien o quienes impulsaron esta mejora, la consideren suficiente y la ubiquen dentro de las medidas necesarias para ordenar el país.
Lamentablemente debemos decirles que no coincidimos. Mientras no haya verdadera justicia social y todo aquel que trabaje o cumpla un servicio en la sociedad sea remunerado como corresponde, no habrá paz y tranquilidad en el país.Claro está que muchos son los que prefieren acallar las discrepancias sometiéndolas al poder de las armas, antes que atendiéndolas en la medida de lo posible
Será difícil decirle a un soldado que se ha hecho merecedor a un aumento de mil pesos, cuando hay legisladores, viviendo en el mismo país y se supone que teniendo los mismos gastos que ganan en el año cerca de 50 ó 60 mil dólares.
¿Quién o quiénes son los que consideran que es una situación injusta? Es probable que los militares que ganan esta suma irrisoria, tengan a la vez otros beneficios, que no los tienen quienes se desempeñan en actividades privadas. Es probable que aún con está “dadiva”, los soldados sigan tal mal pagos como antes, debido a que la inflación existe.
No hagamos del “logro” incluido en la Rendición de Cuentas, un gran logro, porque sencillamente no lo es. Es más diríamos esta mejora en lo salarial bien puede ser una victoria a lo Pirri porque su costo a la larga será nefasto.
A.R.D.