No olvidemos el espejo retrovisor

La memoria debe ser siempre como el espejo retrovisor que nos sirve para ver el camino correcto, pero sin descuidarnos y sabiendo de donde venimos.
La memoria no es una cuestión de nostalgia, ni mucho menos de odio ni rencor, sino simplemente un aspecto para saber dónde estamos parados y de dónde venimos.
Saber toda la verdad, única y genuina, la censura, las prohibiciones, es conocer la realidad de lo que fue en toda su dimensión. No es de psicópatas como sostienen algunos.
Hay que saber por ejemplo, que los 12 años oscuros y malditos que padeció el país, no fue sólo un tema de los militares, sino de parte de la población que apoyó y reclamó estas medidas y de otra parte que prefirió mirar para el costado e ignorar lo que se estaba haciendo, antes de sumarse al reclamo de información veraz.
No ha sido sólo un objetivo político y militar, sino que se desmadró a punto que quienes tuvieron el poder absoluto usaron y abusaron de él mucho más allá de lo que esperaba la población.
Sucedieron también robos, torturas y tormentos y no podemos desconocer que los grandes medios de comunicación también jugaron su rol, ignorando, desconociendo de ex profeso, u ocultando, cuando no apañando lo que en realidad sucedía.
Delegados de sindicatos de fábricas y sindicalistas de cualquier rango de otros ramos también fueron perseguidos y torturados “por las dudas”.
Quienes sólo miran el techo y no tanto el piso, olvidan donde están parados y olvidan también que pueden hundirse.
Fueron doce años trágicos y negros de la historia que nadie (o casi nadie) quiere repetir, no lo olvidemos, pero recordar estos años, tener memoria de lo que pasó es imprescindible para construir en el futuro un país sano, respetuoso de los derechos de los demás, tanto como exigente de los nuestros.
En suma, un país más justo es el Uruguay que queremos y nadie nos apartará de esta aspiración.
Es por eso que aún corriendo el riesgo de que no se nos entienda o que se nos atribuyan otras intenciones que no sean la de vivir en un país más justo, más sano, humano y equitativo, donde reine la verdad y nada mas que la verdad, como estamos seguros es la legítima aspiración de la gran mayoría de los uruguayos, hemos optado por seguir siempre en esta línea.
A.R.D.