En más de una ocasión hemos bregado por justicia no sólo entre las personas que viven en un país, sino entre las naciones porque hay una gran desigualdad, por su tamaño, por su población, por su educación y sobre todo en cuanto a su valor geopolítico.
El Perú es una de las naciones más ricas de Latinoamérica en metales y en otras riquezas naturales. Sin embargo tiene también uno de los pueblos más pobres o empobrecidos de América Latina.
En cambio en Brasil cuyo presidente anduvo por estos días por nuestro país, es uno de los más poderosos países de América Latina. En ambas naciones hubo intentos de golpes de Estado en los últimos tiempos y fueron objeto de consideración muy diferente.
Mientras en Brasil se resolvió favorablemente a la democracia en cuestión de horas, en Perú todavía siguen las escaramuzas y todo hacer temer que ha costado casi 50 víctimas fatales a esta altura, proseguirá sin que se defina.
Días pasados señalábamos el hecho que seis presidentes han pasado por el sillón presidencial en cuatro años, incluido Alan García que se suicidó cuando fuera derrocado. Esto habla a las claras de lo convulsionada que está la nación incaica, del caos que sufre la nación andina, donde supo existir una de las civilizaciones más avanzadas de América, cuyos avances hasta el día de hoy sorprenden al mundo.
Perú, para nosotros, es una de las incógnitas mayores de esta América. No siempre sabemos dónde van a parar los beneficios de la explotación de sus recursos naturales. El Perú, símbolo de riqueza de otros tiempos, en que supo ser de los países más ambicionados de América, hoy se debate en una nueva crisis. Es que el maestro rural que llegó al gobierno tras una serie de alianzas y que inicialmente no llegaba
a reunir el 19 por ciento, acaba de fracasar rotundamente y varios de sus colaboradores más cercanos han huido de la Justicia, luego de participar en una intentona de golpe de Estado.
Tiene en su haber el suicidio de Alan García, otro ex presidente, y cuatro ex presidentes más de los últimos años, que no han llegado a completar sus períodos de mandato.
El último en la lista ha sido el maestro rural Pedro Castillo. Su sucesora Dina Boluarte, ex vice presidenta de Castillo, es quien ha asumido el poder y asegura que no lo dejará. Esperemos que el tema se resuelva sin más sangre, rápidamente como en Brasil y que sea con la mayor justicia.
A.R.D.