«Si. Yo se bien los años que han pasado sin que River Plate sea Campeón Salteño. Conozco la historia y la necesidad que existe en el club de volver a ser protagonista y alcanzar determinado nivel de respuesta. El objetivo no puede ser otro».
Ramón Romero
Ese apunte de RAMÓN ROMERO, algunas semanas atrás cuando River encaraba la pretemporada y podía avistarse el año deportivo. El DT llegaba por primera vez a la entidad del Asilo. En el caso de Ramón, tiene la mochila cargada de logros puntuales. Porque fue Campeón Salteño como jugador en Ceibal, porque fue Campeón Salteño como Director Técnico en Nacional (año 2015); Campeón de la División B con Ferro Carril a nivel de OFI en el 2019 y meses atrás, Campeón del Interior en categoría Sub 15.
El domingo a la tarde en el Parque Carlos Ambrosoni, fue el día del estreno. Para Ramón no era un partido más. Era la primera muestra. Una manera de echarse a andar. Y en el primer tiempo, receta por dos. Alan Aranda el primero y Gabriel De Souza. Después, la decisión del «Zurdo» Fagúndez para limitar distancia, hasta que en el segundo tiempo, Custodio terminó con la historia.
River no solo debutó ganando, sino que PROPUSO, en una cancha a contramano de la esencia que Romero pretende ir descubriendo.
Frente a la imposición alcanzada y tratándose de Ceibal, cabe preguntarse: ¿no hay que poner unas fichas a River desde ahora y desde ya? ¿O es prematuro? ¿O no hay margen para la ilusión?
