Fue el Maracanazo en Río de Janeiro. La selección uruguaya derrota a la brasileña y se queda con el campeonato mundial de fútbol.
El título se define en un cuadrangular, no en una final. Brasil y Uruguay se miden en el último partido. España y Suecia ya no tienen chances y los locales llegan con un punto más, con lo que les alcanza el empate para ser campeones. Uruguay debe ganar para dar la vuelta.
Friaça abre el marcador a los dos minutos del segundo tiempo ante casi 205 mil espectadores, la mayor concurrencia jamás registrada en un estadio. Juan Alberto Schiaffino iguala a los 20.
Cuando faltan once minutos para el final, un disparo de Alcides Ghiggia se se convierte en el gol del triunfo charrúa. La desolación brasileña es total. A tal punto, que después del partido se cambia el color blanco de la camiseta y se lo reemplaza por el actual amarillo con vivos verdes. Ghiggia falleció a los 88 años el 16 de julio de 2015, exactos 65 años después de su histórico gol. 74 años pasado.
Maracaná, abrochado en la historia. Y por siempre.