Hasta ahora seguimos sin explicarnos el tema. ¿Es el edil Carlos Silva el mismo Carlos Silva secretario de la delegación uruguaya de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande?
Si no leímos mal, una de las grandes preocupaciones de Silva en relación al presupuesto quinquenal de la Intendencia (que esta vez durará tres años y algo, que es lo que resta para las próximas elecciones departamentales) es la posibilidad y la atribución que le asignaría este presupuesto al Intendente de nombrar cargos de confianza, vale decir de designación directa.
Hubiera sido interesante conocer estas opiniones en épocas anteriores cuando se ingresaba a la Intendencia, sin sorteo, sin concurso. Eso sí revisando minuciosamente que ideas profesaba el aspirante.
No entendemos nada. Días pasados nos manifestamos rechazando por injustas las designaciones directas, que además se prestan para poner en práctica situaciones de politiquería, del “pago” de militancia o participación en las campañas políticas.
Ahora bien, las designaciones directas que motivaban esta columna eran precisamente las que han llevado adelante el Dr. Carlos Albisu y el senador German Coutinho en la CTM de Salto Grande, comenzando por la de Silva, precisamente.
Es que ¿cuando la atribución se ejerce en Salto Grande es válida y cuando se lo hace a nivel de la Intendencia no? Esperemos que el Dr. (Vet) Carlos Silva explique el asunto.
Otra incongruencia que encontramos en la exposición del edil, es el cuestionamiento que considera insuficiente de la suma que se destina a obras públicas, sosteniendo que las calles y caminos del departamento están en estado lamentable.
No ignoramos que el estado de las calles de la ciudad deja mucho que desear, pero comparándolo con el estado en que se hallaban estas calles cuando gobernaba el departamento el hoy senador colorado, ¡su estado es un billar!.
Pero más allá de esto, el mayor cuestionamiento que ha recibido el gobierno nacional que integra la fracción del Dr. Albisu y Silva, conjuntamente con el Partido Colorado, es precisamente haber destinado poco dinero a atender las necesidades de las personas afectadas por la pandemia.
Por nuestra parte reafirmamos hoy lo que dijimos días atrás no es un barril sin fondo. Ya tenemos conocimiento de personas que han solicitado mucho dinero para determinadas obras, que hasta hoy siguen esperando y lo que es peor aún, nos ha dejado endeudados por varias generaciones
¡que conste!
A.R.D.
