Que el mundo de la diplomacia tiene su propio léxico y sobre todo su forma de decir las cosas, no es novedad ninguna. Tanto es así, que en la expresión popular se dice que alguien usa la “diplomacia”, cuando cuida muy bien las palabras empleadas, más allá de la posición que está exponiendo.
No queremos entrar con esto en la cuestión de fondo de lo sucedido recientemente entre el presidente uruguayo y su par argentino, porque nada hay más alejado de nuestra opinión.
Decimos que no hay nada nuevo porque sin duda la posición del presidente uruguayo y del país todo no es nueva y su antecesor, el extinto Dr. Tabaré Vázquez, reconocido como uno de los líderes del izquierdista Frente Amplio, ya la había insinuado.
Uruguay se siente perjudicado por integrar el bloque regional, debido a que entiende que lo que obtiene de beneficios le impide a su vez moverse con mayor libertad comercial en otras áreas.
Vale decir que la posición del país no es nueva. Ahora decirlo “en crudo” como ha sucedido recientemente quizás no es lo más apropiado. Se debe buscar la forma, el ámbito y el momento adecuado para exponerlo.
De todas maneras entendemos que los “hermanos” (Uruguay y Argentina), nunca caminaron de la mano y la historia nos dice que desde los tiempos de Artigas, Buenos Aires fue uno de los enemigos más acérrimos de la frustrada “Banda Oriental” que finalmente terminó frustrada.
No es de extrañar entonces el incidente, en momentos en que en Argentina gobierna un partido que se autoproclama de izquierda, aunque tiene sus particularidades y en Uruguay lo hace uno de derecha, también con sus particularidades, pues responde a una coalición de partidos.
Este “patriotismo” ha estado por encima incluso de los partidos y delas ideologías. No olvidemos que el corte del puente Fray Bentos – Gualeguaychú, se registró cuando en el Uruguay gobernaba Mujica (FA) y en Argentina lo hacía Néstor Kitchner, reconocido izquierdista.
Pero lo que más nos mueve a estas líneas es el hecho que vemos la “politización” que se pretende hacer del tema. Para nosotros es un incidente más, incluso menor de otros muchos que se han registrado antes, e invariablemente todos han sido superados y olvidados.
Esperemos que la controversia actual pronto siga el mismo camino.
A.R.D.
