Desde la encendida madurez que tiene, más allá del San Carlos de Colonia que le llega.
Fue el domingo pasado, cuando Nacional viajó el mismo día en que jugó. Como antes en Artigas, mejor recompensa imposible: el ganar como visitante en Colonia ante San Carlos por 2 a 1 y después de una caída transitoria 1-0.
El equipo de Alejandro Torrens prolonga la doble misión: el rescate de un resultado que amplifica su chance y el sostenimiento del invicto. Viento en popa.
Por eso lo de hoy a la tarde en el Dickinson, no significa que sea un trámite para alcanzar el fin, pero hay que admitir que el camino parece allanado. Parece.
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De todas maneras, Nacional no puede confiarse. No puede tolerar distracciones al amparo de alguna ocasional inocencia. Debiese resultar la expresión del equipo proclive a sentirse apto, desde la madurez de una idea que va germinando.
Desde lo conceptual a lo táctico.
Desde lo táctico, al descubrimiento de la más rentable y generosa eficacia.
DESDE EL GOL….
DESDE ESE PODER
No podría discutirse. Tener garantía de gol, es cosa clave.
Nacional dispone de esa selecta asociación ejecutora. Más allá de Morales, Martínez o Trindade, el gol que no le falta en Agustín Suárez o Nicolás Arbiza.
Al fin de cuentas, los cinco han sido cultores de la definición, sumándose el «Colo» Facundo Moreira.
San Carlos viene y está obligado a ganar. Si gana, deciden los penales, porque la diferencia de goles no cuenta.
Nacional tendrá que obedecer a sus propios códigos. Dispone de un técnico a la medida de este tiempo. Mientras la foto es una síntesis sin recortes: Moreira, Martínez, Morales y Suárez.
Es el el derecho que Nacional tiene: abrazarse a la ilusión de ser semifinalista para ir asegurando el ascenso a la «A».
Aunque al enfoque no le falta ambición: la de ser campeón.
Y no está lejos. No lo está.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
