Marcelo Oliva, periodista

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“En lo cotidiano vivimos al palo y no nos detenemos siquiera a conversar”

Marcelo Oliva como periodista se ha reinventado en varias oportunidades, siempre saliendo adelante en sus emprendimientos. Ha sabido trabajar transmitiendo fútbol en Tenfield y boxeo en TV Ciudad, además de ser hoy el corresponsal de uno de los informativos más vistos del país, Teledoce. Pero además, está a cargo de la sección de deportes en el informativo “Primer Plano” de Canal 4 Flow, y en el mismo medio televisivo conduce un programa de debates los días miércoles a la noche llamado “Bancátela” que tiene singular éxito. En esta charla con EL PUEBLO nos cuenta un poco de su vida.

1. ¿Cómo fueron esos primeros años de tu vida?

– Mi infancia fue de las mejores etapas, somos seis hermanos, soy el mayor. Mi padre es Domingo Oliva, y mi mamá Isabel Espasandín. Fui al Sagrada Familia desde Jardinera hasta 3° año y después en la Escuela 3, de lo que me quedan preciosos recuerdos y compañeros hasta hoy. Del barrio ni hablar, todo disfrutable con una infancia realmente sana. Están las vacaciones donde mi vieja siempre me llevaba a Pueblo Belén cuando terminaba la escuela, donde pasábamos semanas en otro ambiente familiar que hasta hoy conservo mis mejores recuerdos, y cada vez que puedo voy para allá.

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2. ¿Por qué a Pueblo Belén?

– Porque mi abuela, Doña Petrona, está allá en Belén con parte de la familia. Pero además, allá había un montón de actividades que son recomendables para cualquier niño, por más que el mundo haya cambiado en tecnología y en un montón de cosas, hay cosas que no cambian, sobre todo en la vida de un pueblo.

3. Cuando fuimos niños todos soñamos con llegar a ser algo, ¿por dónde pasaban tus sueños?

– Pah, cuando sos chico quieres ser bombero, futbolista, enfermero, médico, portero, repartidor, o sea, tratar de imitar lo que veías en una persona mayor y lo que veías en el barrio, querías ser todo, no tenés claro en ese momento qué es lo que querés ser.

4. ¿En qué momento aparece ese bichito de la comunicación?

– Jugué al fútbol en Universitario, prácticamente me crie ahí, mis padres siempre me llevaron al estadio todos los domingos aun no siendo de Universitario. Y en una vuelta me crucé en calle Uruguay con Chito Silva, me atreví, lo paré y le comenté que iba al estadio donde veía un montón de fútbol y escribía comentando los partidos. Entonces me pidió que le escribiera sobre dos partidos. Fui a la siguiente fecha, me senté solo allá arriba con unas hojas de cuaderno y una lapicera, tomé las alineaciones y comenté los partidos, pero no era un trabajo para ningún medio. Se lo mostré luego al Chito y al poco tiempo ingresé a escribir en EL PUEBLO. Estaba el Ruso Giovanoni, éramos como quince trabajando en deportes, un disparate. Hasta que me fui a Montevideo donde hice un curso en el Instituto Colonia, y así comencé formalmente el tema de la comunicación.

5. ¿Qué siguió después, la tele o la radio?

– El equipo del Ruso estaba en Radio Arapey, entonces quienes trabajábamos en EL PUEBLO también los domingo hacíamos cancha con la cobertura del fútbol. El Ruso me mandaba a hacer dos partidos de la D los sábados de tarde, y si había de la C también tenía que hacerlo. Al domingo tenía dos partidos de la B a la mañana y a la tarde dos partidos de la A, si te daban, porque eso ya no era para todos. Eso para mí fue una escuela, el Ruso y el diario me enseñaron mucho, con el Chito, Quique Tour, el Ruso nos marcó un camino en esto del periodismo, no tengo duda sobre eso, aprendí mucho de él.

6. Te vi más tarde haciendo un programa en Canal 5 de CVS que hacías con Cocol Cattani y Heber Fernández muy dinámico y con debates futboleros estilo “Estado Uno”.

– Pero antes de eso estuve casi 17 años trabajando en diario La República en Montevideo, también trabajé en Sport 890 y en el basquetbol con Alberto Sonsol, alguna aparición muy puntual en la televisión, recuerdo que Foliatti me llevó a Canal 5 (Sodre) con Daniel Ordóñez. Cuando volví a Salto hicimos una mesa con el querido Chupete Fernández, con Cocol Cattani, con Carlitos Herrmann, con Julio Luchini. Lo hicimos con pasión, chaucha y palitos, pero se miraba. En ese momento, había un bloque deportivo para hacer en el informativo de Canal 8 y CVS, así que empecé junto con Luis (Nickleson), luego sumé con notas de información general, ahí fueron casi 10 años.

7. ¿Y en ese momento también llega la corresponsalía de Teledoce de Montevideo?

– Sí. En una vuelta, hablando con Jorge Jacques, me cuenta que lo llamaron, le ofrecieron y ahí comenzamos un recorrido por Canal 12 que ahora lo sigo haciendo con Martín Azurica. Pero con Jorge nos metimos en un montón de lugares inesperados que no conocíamos, sobre todo nos tocó el tema de la pandemia, que como todo el mundo, fuimos aprendiendo sobre la marcha, nos metimos en todos lados. Por suerte nunca nos pasó nada en el sentido que nunca nos contagiamos de COVID, pero de todas formas, fue una linda experiencia con Jorge donde pasamos además de la pandemia por inundaciones y algunas otras situaciones complejas que pasan a menudo.

8. En el presente estás en el espacio deportivo del informativo de Canal 4 Flow, donde además tenés los miércoles un programa exitoso de debates con temas de actualidad y políticos llamado “Bancátela”, ¿cómo te sentís hoy en tu trabajo?

– Un programa con ese formato es algo que tuve siempre en mente, no se había dado, conversando con Martín (Azurica) tomó cuerpo, nos reunimos con Horacio Pérez, le gustó, planteamos la idea de quiénes podrían ser los demás integrantes, surgió el nombre de Cholín (Juan Carlos Gómez) y el de Pablo Bonet. No sabíamos hasta dónde podíamos llegar o qué podíamos dar, no era sencillo, pero nos tocó justito la situación problemática de Salto Grande que explotó a nivel nacional con situaciones que se dieron en el parlamento, eso nos llevó a tener un programa de debates, de opinión, todo con el mayor de los respetos y entiendo que con un alto grado de profesionalidad. Y lo más reconfortante de todo es que hay gente que no conocemos pero te dan para adelante con el programa, que se sienten identificados en la discusión que se da entre Horacio, Pablo y Cholín. Es lo mejor que nos ha pasado en este año y medio que llevamos de programa.

9. Jugaste al fútbol, hoy practicas boxeo y tenis, se te ve también tirando algunos tiros al aro en la cancha de basquetbol, ¿qué es el deporte en tu vida?

– Es mucho. A ver, más allá de lo que uno pueda hacer, y que obviamente lo hace por hobby, uno va descubriendo cosas no solo en el deporte, sino que uno va también tratando de dejar un mensaje para los hijos, porque como le digo a ellos, yo también tuve 15, 16 y 21 años y cuando las cosas no salen, cuando hay frustraciones, cuando a veces es difícil manejar las emociones, por lo menos en mi caso me recosté mucho al deporte, siempre lo hice pero sobre todo en estos últimos tiempos. También me recosté a lo espiritual, a la terapia que me ha ayudado mucho, son tres factores fundamentales que se conjugan y ayudan en momentos complejos que me han tocado pasar. De todas maneras, el deporte siempre me gustó y hoy lo disfruto mucho como si tuviera de nuevo 20 años, sobre todo el boxeo, que todo comenzó en Locomotora Box en Juventus hace casi seis años cuando me animé a pegarle a la bolsa, y es algo tan disfrutable ver además cómo practican los distintos deportistas, con ese sacrificio que le imprimen, solos, sin apoyo, en un trabajo que para salir adelante te tienen que pegar, tenés que recibir golpes. Luego tenés el tenis o el básquet que juego con mis hijos, algo que disfruto mucho también. 

10. Uno termina siendo lo que ha ido construyendo en cada etapa de su vida, puede elegir hacerlo solo o acompañado. En ese sentido, ¿qué lugar ha ocupado la familia en tu vida?

– Es el sostén de todo esto. Uno se emociona al hablar de esto por mi viejo, es tan sencillo. Hace poco le dije a una persona que no estamos acostumbrados a las cosas sencillas que nos da la vida. En ese sentido mi viejo es espectacular, puede estar sentado en clase ejecutiva en un avión como puede estar con un amigo charlando arriba de un carro o de un caballo. El viejo muchas veces enseña a valorar eso, lo sencillo, porque en lo cotidiano vivimos al palo y no nos detenemos siquiera a conversar, hemos perdido la sencillez de las cosas. Respecto a mis hijos, Thiago tiene 21, Felipe 17, por suerte están con sus estudios y su forma de vida que me tienen orgulloso, son auténticos, van construyendo su identidad y manejando sus emociones, han sabido manejar también sus frustraciones, buscarle la vuelta para salir adelante. En casa, está quien te ordena la cabeza cuando a veces nos salimos del carril y es la persona que uno eligió como compañera, que camina al lado tuyo, ni adelante ni atrás, sino al costado. 

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