“El principal motivo por el que no hemos podido frenar esta grave patología, es la incoherencia en nuestra manera de vivir”, sostiene Débora Sotelo

Mañana miércoles 29 en el Palacio Córdoba (Uruguay 202) desde la hora 19 se realizará una importante jornada sobre Diabetes que se estima tendrá unas 2 horas de duración. Será abierta a toda la población, con entrada libre y gratuita, y cuenta con el apoyo del Club de Leones Res Non Verba en la donación de insumos para la glucometría. Participarán Juan Pablo Cesio (Salud e Higiene de la IdeS) y Débora Sotelo, doctores en Medicina y en Diabetología y Psiconeuroinmunoendocrinología respectivamente. Vale destacar además que cada persona que asista recibirá su certificado de participación y carpeta VitalKrill de registro de información.
“Iniciaremos realizando de manera gratuita, mediciones de glucemia (azúcar en sangre); para luego, dar inicio a la conferencia, donde estaremos mirando no solamente la raíz desde donde surge la Diabetes, al igual que otras enfermedades no transmisibles, sino que podremos llevarnos las herramientas para cambiar dicha situación”, dijo Sotelo, quien enfatizó que “la Diabetes es una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo”.
ALGUNOS NÚMEROS
“Mientras sigamos repitiendo el aburrido discurso que hemos oído o aprendido, de que tenemos que comer frutas, verduras y hacer ejercicio, continuaremos agregando palabras y movilizaciones sin valor en la prevención y tratamiento de esta grave patología. Seguramente le sorprenderá dicha expresión; sin embargo, es así. Gastamos 760 millones de dólares cada año, en campañas sin resultados. Hemos simplificado tanto al punto de creer que la Diabetes “aparece” por comer dulces, papa y harinas. Nos hemos dedicado tan poco a conversar con los pacientes…Nos hemos creído nuestras propias excusas y culpado a nuestros progenitores por colocar en nosotros tal padecimiento. De acuerdo con las investigaciones recientes, el número de personas que presentan Diabetes a nivel mundial es de 529 millones, afectando tanto a varones, mujeres, como niños de todas las edades y en todos los países. Se estima, de acuerdo a las publicaciones científicas, de junio de 2023, que para el año 2050, los casos de personas con esta patología serán de alrededor de 1.3 mil millones. Esta cifra no resulta alarmante, si no se compara con la reportada en 2014, por la Organización Mundial de la Salud, 422 millones. En solo 9 años, se incrementó en 107 millones, el número de personas con diagnóstico médico registrado de Diabetes. Las muertes por esta enfermedad ascienden a 1.5 millones en todo el mundo”.
¿CUÁL ES LA RAÍZ DE ESTA VERDADERA PANDEMIA QUE AVANZA SIN APARENTE CONTROL?
Ante esta pregunta, manifestó Débora Sotelo: “El principal motivo por el que no hemos podido frenar el desarrollo de esta grave patología, es la incoherencia en nuestra manera de vivir. De acuerdo a nuestras palabras, lo más importante para el ser humano, es la salud, sin embargo, no hemos podido alcanzar la coherencia en conectar lo que pensamos, hablamos y actuamos en lo cotidiano. La disponibilidad de aparente información en redes y sitios en los que se hace pública, desde una opinión de alguien que ha experimentado en su propia persona, algunas técnicas a su vez, adquiridas por las mismas vías; hasta recomendaciones de quienes manifiestan saberes no fundamentados en la ciencia y la academia, es una de las causas que están ocasionando, que las personas, en lugar de adquirir conocimiento real y adecuado para su condición, se vuelquen a practicar conductas basadas en mitos y creencias que las están conduciendo a agravar su situación. Por otro lado, se observa que los profesionales de la salud, adquieren cada vez mayores conocimientos, debido a la vasta investigación que lo favorece; sin embargo, tales conocimientos, en ocasiones, no llegan a propiciar el logro de los objetivos; que las personas consultantes, pacientes, usuarios, clientes, o como quiera que lo denominemos, adquieran las capacidades para generar un cambio en la manera de vivir, lo cual conduzca, como consecuencia, a revertir la realidad que nos afecta. Existe la posibilidad de que podamos cambiar el “destino” de esta crónica y realmente alarmante situación. Esa posibilidad se fundamenta en la educación en salud, con la mirada honesta y responsable de todos los actores que intervienen en esta historia. Y con ello me refiero a toda la población en su conjunto. Amerita, de modo imprescindible, tomar responsabilidad frente a esta grave condición”.