En las cercanías de Rincón y Cervantes exigen una solución
Vecinos de las inmediaciones de Cervantes y Rincón, se reunieron en la tardecita de ayer en la Pizzería La Canilla, ubicada en dicha esquina, donde plantearon ante los medios de prensa y a su vez firmaron una nota pidiendo soluciones, por una problemática que viven desde hace un año aproximadamente.
Sucede que un joven de la zona, conocido por todos, desde que se ha vuelto adicto a la pasta base, molesta permanentemente a los comercios y el barrio en general. Pero además realiza amenazas y ha perpetrado ya varios robos, así como rotura de vehículos.
EL PUEBLO se hizo presente en la reunión y de esta forma dialogó con Agustín Schiavi, propietario de la pizzería:
-¿Cuál es puntualmente el problema?
El problema es que ha pasado el tiempo y un vecino del barrio ha caído en la maldita pasta base y lo ha consumido totalmente. Ha llegado ahora a increpar, insultar, amenazar a todo el barrio, ha robado en el barrio, ha roto parabrisas… Viene acá a la pizzería y se mete con los clientes, a la vecina de acá enfrente le robó…
-¿Y qué pasa con la Policía?
El tema que lo llevan, lo tienen un rato detenido y después vuelve a reincidir. Él tiene problemas psiquiátricos, pero no se resuelve el problema. BPS es quien le paga el alquiler, por eso sigue viviendo ahí (señala hacia el sur) pero las condiciones en que vive es algo terrible. No es que estemos en desacuerdo (con la actuación de la Policía), nosotros llamamos y la Policía siempre está, el tema es que ellos hacen su trabajo, pero no sabemos realmente cómo funciona eso jerárquicamente, nosotros como barrio, como vecinos, queremos que tomen cartas, no sé quién tiene que tomar cartas en el asunto…Él tiene un carnet que dice que es psiquiátrico, pero si anda hurtando en las casas, mañana entra en la casa de fulano y ese fulano supongamos que es cazador, que tiene un arma…
-¿Es una persona de qué edad?
Debe tener unos 25 años.
-Y es muy conocido por todos ustedes desde hace tiempo…
Claro, lo conocemos, yo toda la vida viví en el barrio, sabemos quién es obviamente. Pero lamentablemente hoy en día el muchacho transgrede todos los límites, amenaza a las señoras mayores, se mete con la gente…Hay niños acá, la almacenera de la esquina tiene dos niños, el vecino de la cuadra tiene cuatro, yo tengo una niña, pasan los niños jugando acá y el muchacho aterroriza a todos. Es muy difícil disimular ante los clientes, los clientes también están amenazados, es decir, es algo que nos tiene aterrorizados y entonces los vecinos formamos un grupo de whatsapp, Alerta Barrio, y entonces nos comunicamos. Es lamentable pero así nos decimos: ahí llegó, está rompiendo un vidrio, saltó el muro, entró en tal lado…
-¿Más o menos desde cuándo está el problema?
Se agudizó hace un año, o menos de un año, es imponente cómo se agudizó. Nosotros acá en el barrio tenemos un año y seis meses con el comercio y desde que estábamos en obras siempre lo veíamos pasar, era un muchacho bien…El tema es que no sabemos lo que pasó, hay quienes dicen que no tomó más la medicación, no sé, hay muchas cosas que no se sabe bien cómo son.