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lunes, 12 de mayo de 2025
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Los que trabajan mientras se festeja

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Diario EL PUEBLO digital
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El policía, bombero, enfermero, policía, locutor de radio, taxista, el trabajador de una estación de servicio, farmacia o 24 horas, son, entre tantas otras personas las que cumplen una determinada función durante todo el año, incluso en fechas especiales como lo son la Navidad y el Año Nuevo.
En las fechas tradicionales, seguramente habrá una silla vacía en la reunión familiar, de vecinos o amigos, y a la hora del brindis, la presencia de cada uno de ellos, estará presente en el cariño de sus afectos.

«Es una mezcla de sentimientos, por un lado está lo sentimental de la familia, que uno quiere estar ahí con ellos, y por otro lado lo laboral en sí»

Renzo Morales, empleado de estación de servicio:

Las estaciones de servicio son otro rubro imprescindible, de esos que necesariamente deben funcionar más allá de que sea un día feriado, una Nochebuena o noche de 31 de diciembre. Con esa idea, sobre la tardecita del jueves 31 EL PUEBLO llegó hasta la Estación ANCAP, ubicada en Gobernador de Viana y José P. Varela, donde el movimiento era bastante intenso y eran varios los funcionarios que cumplían sus tareas. «Pero en un rato ya no anda casi nadie, todo el mundo a su casa y se vacían las calles», comentaban algunos de ellos conversando con clientes ocasionales.


Allí pudimos conversar con Renzo Morales, un joven «pistero», de veintiséis años de edad, pero que en los cinco años que lleva trabajando en esta empresa le ha tocado ya más de una vez recibir la Navidad o un nuevo año en plena tarea.

-¿Cómo se vive desde el lugar de trabajo una noche de 24 o 31 de diciembre?
Diría que son noches lindas, porque mucha gente que se junta con los familiares o con los amigos pasa primero a cargar combustible por acá, y digamos que se hace divertido trabajar porque la gente es amable, te saluda, te desea una buena Navidad o un buen año nuevo. Claro que también tiene sus pro y sus contras, porque hay también gente que no le gustan mucho las fiestas, cada persona lo festeja a su manera. Hay gente que viene de buen humor y otra a la que le da lo mismo las fiestas. Pero mayormente siempre son amables, gentiles, deseando que la fiesta sea de buena manera.

-¿Qué sentís al estar trabajando en un momento en el que sabés que en general la gente está reunida en familia?
Es una mezcla de sentimientos, porque por un lado está lo sentimental de la familia, que uno quiere estar ahí con ellos, y por otro lado lo laboral en sí, que hoy en día hay que estar muy agradecidos que uno tiene trabajo y hay que lucharla día a día.

-¿Cómo se compone tu familia?
Estoy casado y tengo dos hijos, una nena y un varón.

-Antes de trabajar aquí, ¿qué acostumbrabas a hacer en estas fechas?
Estaba acostumbrado a pasar siempre con mi familia y después nos juntábamos con un grupo de amigos y nos íbamos para el baile. A veces también trabajaba de noche, en el baile mismo, como guardia de seguridad. Por años también hice eso de pasar las fiestas en casa hasta determinada hora y después irme al baile, ya sea a trabajar como te decía en la seguridad, o a disfrutar con mis amigos.

-¿Alguna anécdota especial que hayas vivido en una noche de 24 o 31 de diciembre acá en la estación y quieras compartir?
Anécdota… anécdota puntual no; o sea, lo que pasa generalmente es que viene gente divertida y te dicen: «¿estás trabajando, flaco?» o «¿está abierto, amigo?»… (risas), pero siempre de buen humor y alegre, que es lo mejor que hay en una de las pocas noche especiales que tenemos por año.

-Ahora después, en la madrugada, ¿cuántos estarán trabajando acá?
Generalmente somos dos que estamos trabajando.

«En lo primero que uno piensa es en la familia que no
va a estar con usted, no habrá abrazos ni brindis mientras estamos cuidando el bienestar de los demás»

Para informe Matías Alsúa y Víctor Mello

Matías Alsúa, es el Jefe del Destacamento de Bomberos de Salto desde el pasado mes de febrero, y Víctor Mello es desde el mes pasado, Jefe de la Región 1 de Bomberos, que comprende las sedes de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro. EL PUEBLO consultó a ambos por sus experiencias en estas tradicionales fiestas.

MATÍAS ALSÚA

  • ¿Cómo es pasar las tradicionales fiestas de guardia?
  • Le pregunta a una persona que es muy fanática de lo que hace, me gusta mucho mi profesión, soy bombero de alma, y no debe haber cosa más linda que estar de guardia en una de las fiestas. No lo digo irónicamente, sino que lo afirmo porque compartir ese tiempo con los compañeros de trabajo es lindo, ni qué hablar que estar con la familia también, pero tiene su encanto, tiene sus momentos emotivos que son lindos de compartir porque después que uno cumple el ciclo siendo bombero, esas fechas que uno las pasa de guardia, se quedan en la memoria. Entonces hay que disfrutarlas. Soy un apasionado de disfrutar cada minuto y cada cosa que me pasa.
  • Pero de pronto, en pleno festejo en una de esas fechas y de guardia, ¿se han presentado llamados para actuar en alguna emergencia?
  • Recordemos que llevo casi 21 años ejerciendo la profesión, por tanto, se han presentado varios momentos como la alarma que suena pasadas las doce, tanto sea navidad como en año nuevo. Cabe destacar que este año fue relativamente tranquilo en la parte operativa ahora en navidad, pero por lo general siempre después de las doce aumenta el número de intervenciones por las cañitas voladoras en terrenos.

Recordemos que acá un 31 hubo un evento muy importante en materia de incendio, una vez también pasó lo mismo en un supermercado importante acá de la ciudad en la navidad, y suele suceder en estas fechas a nivel nacional sea por las cañitas voladoras o por las altas temperaturas, y con esto quiero decir que siempre después que el reloj marcó las doce, han sido muchas las intervenciones. Anécdotas hay varias, muchas.

VÍCTOR MELLO

  • ¿Cómo es pasar las tradicionales fiestas de guardia?
  • Tiene una doble sensación. A nosotros como oficiales, nos ha tocado primero escalafones de guardia cuando tenemos menos jerarquía, así que, si no lo agarra el 24, lo agarra el 31, en una de las fiestas va a estar. Generalmente, la inmensa mayoría de nosotros, siempre hicimos servicios extraordinarios en el tiempo franco, por lo que generalmente tratamos de arreglar para poder estar el 24 en la guardia y el 25 en el servicio extraordinario para tener una fiesta libre, al menos. A veces se puede, a veces no. Hacemos el mejor esfuerzo cuando nos toca tener personal a cargo para que por lo menos el personal pueda disfrutar de una fiesta con su familia, porque puede pasar que esté el 24 de guardia y el 31 de servicio extraordinario, y ahí la quedó. O que entre el 1° y que tenga que venirse antes porque la mayoría de los servicios extraordinarios están centralizados en Montevideo.

Hemos hecho muchas guardias en las fiestas, es una sensación de sentimientos encontrados, porque en lo primero que uno piensa es en la familia que no va a estar con usted, no habrá abrazos ni brindis mientras estamos cuidando el bienestar de los demás. La nuestra es una función muy agradable, es un placer debido a nuestra vocación de servicio, así que nos toca estar y ahí estamos siempre, al pie del cañón. Lo que también sucede es que estas instancias nos unen mucho con el personal, que también está en su misma situación con la guardia ese día, que habitualmente como mesa de trabajo son de 24 horas de servicio por 48 francas, cuando no, y para evitar traslados, y más aún por la pandemia, se hace dos días o hasta tres al hilo por su múltiplo, por cuatro o por seis, según corresponda. Entonces, si usted comparte dos días con alguien cuando salen intervenciones, el trabajo está ligado en forma directa al extremo porque cuando toca la campana, usted no sabe si va a rescatar a alguien, si alguien se puede ahogar, si está alguien atrapado en un vehículo, entonces evidentemente trabajar en situaciones extremas hace que la unidad entre el personal vaya creciendo y sea muy grande.

Y si encima usted se pierde una de esas fiestas tradicionales con su familia y está con sus compañeros en la guardia, genera unos vínculos y sentimientos en la profesión y con los compañeros que es muy profundo, pero teniendo claro lo que es nuestro régimen, sin perder la noción de quién está a cargo y quién toma las decisiones durante las intervenciones. Entonces, más allá del otro vínculo, nada se confunde respecto de debatir o imaginarse cuestionar alguna orden en pleno teatro de operaciones.

Nery Silveira, locutor de radio: «no me molesta para nada estar trabajando en estas fechas; al contrario, doy gracias a Dios que tengo trabajo

Nery Gabriel Silveira Lorda tiene 38 años de edad y más de 10 como locutor de radio. Han sido varias las noches de 24 y 31 de diciembre que lo han encontrado trabajando para ofrecer música y compañía a los salteños, incluso en la Nochebuena y Año Nuevo de este 2020.
Así comenzaba presentándose al conversar con EL PUEBLO para este informe: «Comencé por el año 2007 en una FM comunitaria, Del Ceibal FM; luego pasé a Metropolitana FM. Luego me abrió sus puertas la vieja y querida 106.5 FM Del Éxodo. Estuve allí hasta que fue cerrada. Luego anduve por varias FM: Daymán, Mega, Bemba. También en Radio Turística y Tabaré, como publicista en transmisiones deportivas. Y en Nueva Era hasta fines de este año (2020), como operador y venta publicitaria en el programa Fútbol con Clase.


Fui reconocido tres veces consecutivas a nivel nacional por «Aurea», Asociación Uruguaya de Representantes y Empresarios Artísticos, por difundir y apoyar al artista nacional en el género tropical. Hoy en día actualmente estoy en 107.9 Mundo FM, con el mismo formato de programa que arranqué ya hace más de 13 años, difundiendo y exaltando la labor del artista nacional en el género tropical. Los fines de semanas hago «Mundo Tropical» y por todo diciembre también estuvimos además de lunes a viernes, incluso 24 y 31 a la noche».
-¿Cómo surge eso de trabajar en Nochebuena y Año Nuevo?
Me lo propuso la radio y dije sí. Doy las gracias a su gerente general, Luis Eduardo «Coli» Pirotto por darme la oportunidad y sobre todo por la confianza. Me siento muy cómodo, hay un gran equipo y sobre todo un gran grupo humano.
-¿Qué ofrecieron a la audiencia?
El 24 hicimos un programa musical recorriendo todos los géneros, no solo tropical uruguayo sino música acorde a las fechas, clásicos fiesteros y más. Interactuamos con la audiencia vía whatsaap, mensajes, llamadas al aire y entrevista a artistas nacionales vía telefónica. Por ejemplo el 24 estuvimos entrevistando a unas de las voces íconos de la música tropical como lo es el Sr. Yesty Prieto, unas de las voces referentes de la banda boom de los 90, Karibe con K. Está muy bueno interactuar con la audiencia, sea por llamada o mensajes de texto, está muy bueno saber que estás ahí con ellos en estas fechas y que están en familia y uno por la radio hacerles compañía, eso llena el alma. Y más con los que ha tocado vivir a todos en este año…Las repercusiones han sido cien por ciento positivas. La verdad estoy muy contento y agradecido.
-¿Por qué son importantes estos programas en estas fechas?
Pienso que es importante más por la audiencia, que se merece que haya programas en vivo, nos acompañan todo el año y en estas fechas que están todos en familia, y por ahí también alguno que otro en soledad, saber que estás ahí con ellos por esta hermosa magia que es la radio, llegar a cada uno de los hogares, interactuar, eso es maravilloso. Y más por el año atípico que nos tocó vivir, estar haciéndoles compañía en la radio en vivo para mí no tiene precio. Eso para mí, para Nery, es muy importante.
-Momentos en que la gente en general está distendida en su casa, usted trabajando… ¿qué reflexión le merece?
No sé…(piensa)..a mí no me molesta para nada estar trabajando en estas fechas festivas; al contrario, doy gracias a Dios que tengo trabajo, más en los tiempos que estamos viviendo, que no está fácil para nadie y sea mucho o poco que tengamos de trabajo tenemos que agradecer. Me siento agradecido de estar haciendo lo que me gusta, y a la vez estar llegando a los hogares y saber que lo que estoy haciendo, puede llegar a hacer sonreír y alegrar a otros del otro lado del receptor. Eso sí que es una bendición. Eso llena el alma.

«Lo importante es cumplir responsablemente la tarea»

Walter Rivarola – Sereno

Walter Rivarola es un militar retirado, quien, desde el año 2008 se desempeña como sereno, en una amplia zona de la ciudad. Con su amabilidad y responsabilidad, ha sabido ganarse el respeto de los vecinos, quienes, recomiendan sus servicios de manera recurrente. Día a día, sea en invierno o en verano, con frío, calor o con lluvia, realiza su tarea de forma eficaz, recorriendo una y otra vez las calles que están a «su cuidado» como manifiesta, sabiendo que se debe al «cliente», quien, opta por darle «una mano» y confía su casa, su auto y en fin su tranquilidad al cuidado de él. Compartimos con ustedes sus palabras.


¿Cómo es trabajar en las fiestas?
Por lo general la noche del 24 y la del 31 de diciembre trabajo. Lo importante es cumplir responsablemente la tarea. Al cliente hay que cumplirle. Porque, si durante todo el año nos da una mano, en estas fechas donde quiere estar tranquilo de saber que su casa o negocio estará cuidado, cómo no lo vamos a hacer. Recorremos una y otra vez las calles, todas las que hagan falta, con tal que el cliente, quien nos da una mano confiando en nosotros, reitero, esté tranquilo. Es un trabajo de compromiso porque, día a día, en invierno o en verano, con lluvia, frío o calor, estamos ofreciendo un servicio que se basa en la confianza plena de la persona hacia nosotros. Lo importante es cumplir responsablemente la tarea.
¿A la hora del festejo, cuál es el sentimiento?
A uno se le viene a la mente la familia. Que le gustaría estar ahí con ellos pero, el trabajo, mientras se tenga hay que agradecerlo y más en un año como el que pasó, donde realmente fue muy difícil para nosotros poder tener la misma cantidad de clientes. La gente sintió la crisis en el bolsillo y lo primero que hace es recortar gastos que no son esenciales, a uno mismo le pasa que se priva de muchas cosas para ahorrar y gastar en lo imprescindible. En mi caso, tengo una esposa con problemas de salud, a quien tengo que cuidar, y que si no fuera por la ayuda de mis hijos, se haría muy complicado. De todas maneras, los gastos están y uno tiene que hacerles frente saliendo a trabajar.
Indudablemente que lo ideal es estar todos juntos, pero la realidad de muchos uruguayos es que tienen que trabajar y, cuando hay trabajo, repito, hay que aprovecharlo y agradecer tenerlo, ya que la cosa está muy difícil. A mí me mermó muchísimo, por eso, el que tengo, lo trato de cuidar mucho porque, lamentablemente, los retirados, los jubilados, en su gran mayoría, no tenemos una entrada lo suficientemente sólida como para no tener que trabajar. Es una realidad de muchísimos uruguayos que estamos en la misma.
¿La familia comprende esa ausencia en fechas tan especiales?
Por supuesto. Ellos siempre respaldan y estar apuntalándome. Si no fuera así, sería más difícil todavía. Ellos saben que lo hago porque es mi responsabilidad como trabajador y soporte de la familia. Nunca pusieron objeción ni hicieron problemas; claro, les gustaría que estuviera con ellos, o eso por lo menos es lo que dicen (risas).
Cuando una familia tira para el mismo lado y se apoya, la cosa es más fácil. Se tienen que hacer muchos sacrificios pero, es la forma de salir adelante. De todas formas, el rato que estamos juntos lo tratamos de aprovechar lo mejor posible.

«Debemos valorar el poder compartir una cena o un almuerzo de Navidad o Fin
de Año con la familia»

Carlos Cabrera Texeira – Taximetrista

En diálogo con EL PUEBLO, Carlos Cabrera Texeira, taximetrista de hace muchos años, manifestó que en el momento de regresar al trabajo luego de la cena de Navidad o Fin de Año, tanto a él como a su familia le embarga un sentimiento de angustia, pero que, todos saben que el sacrificio vale la pena, pues cuando hay trabajo, hay que ser agradecido. En un año muy particular, donde todos los sectores laborales se vieron resentidos en un aspecto u otro, el trabajador del volante, y el entrevistado es un claro ejemplo de ello, supo estar firme y afrontar, como tantos otros uruguayos, un huracán inesperado, con la esperanza que, este 2021, comience a diferenciarse y tome otro rumbo para mejor.
¿Cómo es trabajar en Noche Buena y Fin de Año?
Por lo menos yo, hago un paréntesis entre las 23:00 y las 0:30 horas o 1:00, para poder venir a cenar con mi familia. Claro, me limito a no cenar demasiado, por el hecho que después, tengo que estar bien despierto toda la noche. En cuanto a la bebida, cero, como se podrá imaginar, nada de alcohol, por la tarea que realizamos que implica muchísima responsabilidad al transportar gente, además, uno debe de tener la atención en alto, estar alerta pues debe conducir con cuidado pero, al mismo tiempo, cuidarse de los demás conductores.
¿A la hora del festejo, cuál es el sentimiento?
Y el sentimiento es que, por necesidad, tenemos que regresar al trabajo, y tanto uno, como el familiar, queda con esa angustia de no poder seguir compartiendo la mesa, charlando y disfrutando. Es un sacrificio, pero, es el trabajo, el que cuando se tiene, hay que agradecer. Más hoy en día, con un año que pasó muy difícil, situación que ya se venía dando desde hace un tiempo. Hoy hay que agradecer el tener trabajo, no me canso de decirlo. Pero, hay que tener esperanza de que la cosa mejorará, si nos enfocamos en lo que muchos dicen, de que este año que comienza será más difícil, etc., entonces ya arrancamos condicionados a que sea así. Esperemos que sea diferente y que la situación vaya mejorando. Este año nos tuvo firmes, al pie del cañón, más allá de las dificultades.
¿La familia lo comprende?
La familia lo entiende y lo comprende, porque, le explicamos cuáles son las razones por las que tenemos que irnos a trabajar, que, verdaderamente, son las razones económicas, lo que nos empuja y obliga a seguir trabajando inclusive en esas fiestas. Y no es solamente la noche, porque, una vez que llegas del trabajo, tenés que descansar para la próxima noche. O sea que, prácticamente, se viene a disfrutar un almuerzo o una cena familiar el día 25 o el 31. Son, reitero, sacrificios que uno debe de hacer por el bien de la familia. Es la realidad de la gran mayoría de los uruguayos. Pero el apoyo familiar es fundamental en cada momento. Es la razón por la que uno arranca todos los días.

«Este año la pandemia marcó presencia con consultas por síntomas respiratorios, se vio menos movimiento en
siniestros de tránsito y quemados por pirotecnia»

Para Italo Gelós, médico

El doctor Italo Gelós es médico pediatra. Este año le tocó hacer guardia en la tarde del 25 de diciembre y del 1° de enero. «Le adelanto que la nota en estas fiestas fue las repercusiones de la pandemia», adelantó Gelós ante la consulta de EL PUEBLO sobre cómo estuvo este año la guardia en las tradicionales fiestas.


«Es como todo –comenzó diciendo Gelós en referencia al sacrificio personal que se siente al tener que asumir responsabilidades en las guardias médicas durante las tradicionales fiestas-, como en cada profesión son cosas que uno va asumiendo. Vas encontrando cosas lindas y cosas no tan lindas. Capaz que una guardia de fin de semana o de las fiestas es algo no muy agradable, pero uno empezó la profesión ya sabiendo que en algún momento le iba a tener que tocar. Entonces, son de las cosas que uno se va haciendo cargo con el tiempo y asumiendo que te va a tocar en algún momento. Depende mucho del tema de que te tenés que mentalizar, tenés que hacerte a la idea que te va a tocar y que son sacrificios que tenés que asumir, dándose cuenta lo que significa ese sacrificio tanto en lo familiar como en lo personal».
«Habrá algún día en que uno no estará con ciertas personas con quien quiera estar, después también están ese tipo de actividades donde uno se divierte y se distiende, y capaz que uno ya se da cuenta que no lo podrá disfrutar. Por eso digo que uno debe mentalizarse y saber que irá perdiendo momentos, uno es consciente que no se repetirán, y que me ha pasado. Luego viene el tema de arrepentirse y busca repensarlo, pero son decisiones que uno va tomando y debe asumirlas con la responsabilidad que corresponde acorde con la profesión que uno mismo eligió».
Respecto a cómo se vive una guardia médica en estas tradicionales fiestas, Gelós no dudó en afirmar que «se genera una atmósfera bastante diferente de lo que uno está habituado. Es un contexto donde la gente está viviendo la misma situación de vida que tiene sus sacrificios, sus temas familiares y personales que dejó de lado, y pasamos a compartir lo que es la atmósfera especial de ese momento. Entonces, ese sentimiento de complicidad, de compañerismo bastante especial nos permite confraternizar de manera bastante importante que se pone bueno porque no solo se genera otra atmósfera, se genera otro ámbito, otra forma de disfrutar que lo vuelve especial».
«Son fechas que son bastante complicadas. Uno trata de esperar lo mejor, trata que no sea tan movida esa noche por una cuestión que al estar evidentemente en una puerta de emergencias, sabe que van a llegar personas con problemas de salud, por eso uno trata que todo esté lo más tranquilo posible, al menos eso espera uno. Lamentablemente no siempre se da el caso porque tenemos el tema de los accidentes de tránsito, heridos, gente alcoholizada que de repente, por un tema de las fiestas, tienden a discutir y luego pasan a tener problemas familiares. También está el tema de la pirotecnia, que lleva a que haya muchas personas lesionadas, muchos quemados. Eso es bastante negativo y le quita el encanto que deberían tener esos días. Son cosas que también oscurecen el clima de la festividad».
Respecto a estas fiestas, Gelós aclaró que en esta oportunidad, «no me tocó trabajar en las noches del 24 y 31, pero sí me tocó trabajar el 25 y el 1°, y se notó una diferencia a nivel de lo que es la cantidad de consultas, se vio menos movimiento respecto a lo que ha sido años anteriores cuando se daban siniestros de tránsito, heridos y quemados por uso de pirotecnia, seguramente por no haber tanto movimiento ni tantas reuniones. Obvio que igualmente se vieron incidentes, alguna quemadura, heridas provocadas por la pirotecnia, cayó también algún alcoholizado en la Emergencia. Pero lo que marcó más presencia fue el tema de la pandemia, como fue el caso de algunos síntomas respiratorios donde la gente le dio otra relevancia a lo que no le daba antes, cuando pensaba que se trataba de una gripe más. En esta oportunidad llegaron más consultas y con algo de miedo, más aprensivos algunos».
«Una colega que estuvo de guardia el 24 de noche me comentó que había tenido muchas consultas de gente de otros lados sobre todo con patologías respiratorias, que terminó siendo este año el principal motivo de consultas de la gente. Por suerte, y pese a que en Salto ha habido un aumento de casos y surgieron focos en varios lugares, no se ha disparado como en otros departamentos», concluyó.

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