Con agilidad, dinamismo, y mucho público acompañando, se llevó a cabo el lunes último el 58º remate anual de la Cabaña Yamandú, de la familia Arburúas.
Los escritorios Correa & San Román y Miguel Pizzarossa estuvieron a cargo de las ventas, donde se comercializaron 43 toros Hereford que hicieron 4.042 dólares de promedio general, siendo el precio máximo 6.000 dólares y el mínimo 3.000 dólares. 26 toros astados promediaron 4.000 dólares y 17 mochos hicieron un promedio de 4.046 dólares, además se vendieron 3 toros Normando que hicieron 2.167 dólares de promedio.
Andrés Arburúas, uno de los principales de la cabaña hizo su evaluación al final de remate, manifestando que “nos superó en la agilidad, y más que la agilidad el precio, nuestras expectativas estaban en un 10 o 15 % por encima del año pasado, creo que anduvimos bastante por encima de eso, en el momento de las ventas se veía como una diferencia apreciable en el grado de terminación de los toros de 3 años sobre los de 2 años, siendo que los de 2 años tenían números de diferencia de prueba de progenie más importante que los de 3, pero se vendieron de forma muy importante, el único que quedó sin vender fue un toro de 2 años que tenía algunos grados de terminación menos, faltaba pelechar, pero nos reafirma en lo que hacemos, hoy vinimos con más astados que mochos, se vendieron todos bien, plenamente, y esto es una búsqueda de padres, un análisis de lo que estamos vendiendo desde lo que hacemos qué se vende mejor, y dentro de lo que hacemos, qué es lo que rinde más para quien nos compra (…). Esto nos impulsa a seguir haciendo lo que estamos haciendo”, afirmó.
MIGUEL
PIZZAROSSA
“Estamos muy contentos por cómo fue el remate, con la velocidad que se fueron vendiendo los toros, es el trabajo de todo un año preparando un remate al otro, no queda mas que agradecerle a ellos (familia Arburúas) por toda la labor que han hecho para producir los toros, a toda la gente que está detrás de ellos, en la cabaña, y a todos los amigos que nos acompañaron”, expresó Pizzarossa al ser entrevistado al final de las ventas.
MARTÍN
SAN ROMÁN
Consultado el martillero Martín San Román, del escritorio Correa & San Román, se mostró muy contento, ”creo que (fue) un muy buen remate, me alegro mucho por la familia Arburúas porque se lo merece, porque son unos profesionales de este tema, 58 años vendiendo genética acá en el Norte, creo que presentaron una muy buena torada, la gente así la asimiló y (se vendieron) con mucha agilidad, los promedios van a ser muy buenos, llamó la atención muchos toros astados, sobre todo que hoy en día no es fácil vender a los valores que se vendieron acá los toros astados”.
Con agilidad, dinamismo, y mucho público acompañando, se llevó a cabo el lunes último el 58º remate anual de la Cabaña Yamandú, de la familia Arburúas.
Los escritorios Correa & San Román y Miguel Pizzarossa estuvieron a cargo de las ventas, donde se comercializaron 43
Martín San Román conduciendo las ventas, el lunes en la Agropecuaria, mientras Carlos Martín Correa (izquierda del lector), junto a Miguel Pizzarossa (derecha del lector), colaboraron desde la pista
toros Hereford que hicieron 4.042 dólares de promedio general, siendo el precio máximo 6.000 dólares y el mínimo 3.000 dólares. 26 toros astados promediaron 4.000 dólares y 17 mochos hicieron un promedio de 4.046 dólares, además se vendieron 3 toros Normando que hicieron 2.167 dólares de promedio.
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Andrés Arburúas, uno de los principales de la cabaña hizo su evaluación al final de remate, manifestando que “nos superó en la agilidad, y más que la agilidad el precio, nuestras expectativas estaban en un 10 o 15 % por encima del año pasado, creo que anduvimos bastante por encima de eso, en el momento de las ventas se veía como una diferencia apreciable en el grado de terminación de los toros de 3 años sobre los de 2 años, siendo que los de 2 años tenían números de diferencia de prueba de progenie más importante que los de 3, pero se vendieron de forma muy importante, el único que quedó sin vender fue un toro de 2 años que tenía algunos grados de terminación menos, faltaba pelechar, pero nos reafirma en lo que hacemos, hoy vinimos con más astados que mochos, se vendieron todos bien, plenamente, y esto es una búsqueda de padres, un análisis de lo que estamos vendiendo desde lo que hacemos qué se vende mejor, y dentro de lo que hacemos, qué es lo que rinde más para quien nos compra (…). Esto nos impulsa a seguir haciendo lo que estamos haciendo”, afirmó.
MIGUEL PIZZAROSSA
Algunos de los ejemplares de Cabaña Yamandú vendidos el lunes
“Estamos muy contentos por cómo fue el remate, con la velocidad que se fueron vendiendo los toros, es el trabajo de todo un año preparando un remate al otro, no queda mas que agradecerle a ellos (familia Arburúas) por toda la labor que han hecho para producir los toros, a toda la gente que está detrás de ellos, en la cabaña, y a todos los amigos que nos acompañaron”, expresó Pizzarossa al ser entrevistado al final de las ventas.
MARTÍN SAN ROMÁN
Consultado el martillero Martín San Román, del escritorio Correa & San Román, se mostró muy contento, ”creo que (fue) un muy buen remate, me alegro mucho por la familia Arburúas porque se lo merece, porque son unos profesionales de este tema, 58 años vendiendo genética acá en el Norte, creo que presentaron una muy buena torada, la gente así la asimiló y (se vendieron) con mucha agilidad, los promedios van a ser muy buenos, llamó la atención muchos toros astados, sobre todo que hoy en día no es fácil vender a los valores que se vendieron acá los toros astados”.