back to top
martes, 11 de febrero de 2025
34.4 C
Salto

Los cruceros: ¿benefician o perjudican­?

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/vvve

El anunció de la llegada de otros cruceros (se anuncian casi 400 en la temporada)de grandes dimensiones a nuestro país se sigue festejando como un logro para la temporada turística. Es que cada uno de estos buques trae al país miles de turistas que por poco que gasten individualmente, en conjunto es mucho dinero.

Ahora bien hemos dicho hasta el cansancio que las consecuencias del arribo de estos cruceros habría que evaluarlas, detenidamente y somos muy pesimistas de ellas sobre todo a mediano y largo plazo.

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles

Lo hemos dicho en innumerables ocasiones, las aguas grises que arrojan como residuos de los servicios que prestan a sus pasajeros son tremendamente nocivos, debido a que incluyen residuos químicos que contaminan las aguas donde atracan y constituyen una verdadera amenaza para la flora y fauna marina.

Este es el motivo por el cual están prohibidos los cruceros de cierto porte en varias partes del mundo. Dijimos que un astillero francés acaba de entregar el crucero más grande del mundo, con capacidad para más de ocho mil personas y una tripulación estimada también en algunos miles.

Imaginémonos los residuos que dejarán estas verdaderas “ciudades flotantes” cada vez que alijan en nuestras costas. Claro que lo que parece interesar tanto a las autoridades actuales como a sus antecesoras es la parte dineraria, producto de sus compras, el “trabajo” que significa la llegada de estos cruceros y demás ¿a quién puede interesarle la ecología, el ambiente y otros “pormenores” que dejen estos barcos?

Siempre hemos sostenido que el producido de una temporada turística no debe evaluarse sólo con el resultado monetario inmediato, sino por el costo ambiental, entre otros aspectos, de su llegada.

Nadie se ha preguntado por qué estos cruceros prefieren nuestras costas y no las de otras grandes ciudades, con o sin playas, como Miami en los Estados Unidos, el Caribe, o Buenos Aires mismo probablemente con iguales o mayores atractivos que nuestras costas.

Probablemente haya motivo que no se revelan, que no se manejan a simple vista y no es la belleza precisamente de nuestras hermosas playas y la “tranquilidad” que otros han perdido. En un mundo cada vez más dominado por “don dinero”, estamos obligados a fijarnos también en estos detalles, aunque no podemos soslayar que integramos un solo planeta, un solo ambiente y por lo tanto dependemos también de lo que hagan otros.

Pero al menos demos ejemplo de lo que se pretende, aunque otros sigan obnubilados por el dinero fácil y las formas que rindan más y lo hagan más rápido.

A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/vvve