La Lucha contra el Dengue tiene sus particularidades que la hacen casi que utópicas. Con esto no queremos decir que no se debe hacer todo lo que está a nuestro alcance para tratar de eliminar al mosquito causante del mal.
Pero vayamos por parte. Cuando se nos señala como el departamento que tiene mayor porcentaje de esta enfermedad en el país, no nos llama la atención. Tampoco nos rechina el hecho de que se vuelva tan reiterativo el tema, porque nosotros mismo hemos exigido que se conozca la verdad sobre la situación sanitaria.
Lo que no se dice, porque no conviene, es que la lucha contra el mosquito trasmisor de esta plaga debió hacerse antes, no cuando ya tenemos la plaga entre nosotros. El mayor esfuerzo es preventivo y nunca mejor aplicado aquello de que “es mejor prevenir que curar”.
Conviene decirlo, la aparición del dengue estuvo siempre entre las posibilidades por que difícilmente haya en el mundo alguna población capaz de eliminar este mosquito, a lo sumo quizás se haya logrado controlarlo.
Pero hay que saber que los huevos y el estado larvario del mosquito requiere de humedad y hasta una tapita le sirve al insecto para asegurar su reproducción. Por eso decimos que su eliminación es casi utópica o acaso ¿no conoce Ud. “alguien” que tire una tapita en la calle?
Por lo tanto e Dengue, el Chikungunya, la fiebre amarilla, el Sika o cualquiera de las restantes enfermedades o incluso las complicaciones que de ellas derivan, está entre nosotros y es difícil que logremos erradicarlo.
Ahora bien ¿conoce Ud, a alguien que haya desistido de ir a Brasil o Argentina (países donde el mal es endémico) por esta razón? Es que se cree que “a nosotros no nos va a tocar” porque usamos repelente o cumplimos con las medidas que se aconsejan.
No es nuestro propósito exagerar, pero hay que saber que hoy está entre las posibilidades y desde luego que la lucha tiene que ver con nosotros, pero también con nuestros vecinos y la región toda. De nada sirve que nosotros sigamos las recomendaciones del caso, si cruzando e predio nos encontramos con total desidia.
La cuestión es entonces hacer el máximo esfuerzo posible por erradicar el mosquito, pero sepamos debidamente a que atenernos.
A.R.D.
