Tras el fútbol que pasó en la tarde del sábado, cuando surgieron definitivamente los ochos equipos que afrontarán la disputa de Cuartos de Final del Campeonato del Interior y los partidos para conservar la categoría, el molde de la continuidad se rompe.
Ello a partir del inicio de la tercera edición de la Copa Uruguay que involucra equipos de la AUF y de OFI. Queda en claro: se paraliza por una semana por lo menos el Torneo de OFI, para que en el fin de semana que viene despunten los primeros juegos eliminatorios.
El hecho es concreto: en medio de un campeonato como el de OFI; rebrota la Copa Uruguay y esta en alguna medida pasa a convertirse en prioridad, desde el momento que bloquea la prolongación de la actual disputa.
Ferro Carril y Universitario postergarán sus partidos por Cuartos de Finales, desde el momento que ya en el fin de semana que viene, el Campeón Salteño enfrentará a Estudiantes en Tacuarembó por la Copa Uruguay.
Marcadamente extraño es que frente a situaciones como estas, donde la imposición es real, no hay quien o quienes pateen contra este absurdo. Se naturaliza el absurdo.
¿Es entendible que equipos del Interior, afronten tres campeonatos en paralelo? Pero además, cómo es posible ejercitar una difusión y crear una expectativa, en medio de ese acoplamiento de calendario casi enfermizo? No hay razón que tolere este encuadre de competencia.
Nadie discutiría el valor que tiene el desarrollo de campeonatos, pero nunca cuando hacen de la superposición una constante. No es la primera vez.
Mientras que desde la dirigencia de OFI, tan adherente al poder de AUF en los últimos tiempos, todo parece fluir en medio de su estrechez de reacción, cuando hay quienes le rompen el esquema en beneficio de otros.
OFI baila al compás de AUF. Hasta parece convertirse en el hijo de la más edulcorada obsecuencia.
