La civilización está cambiando y también nosotros como parte de ella

    0
    Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/e03m

    La visión sobre aspectos que estarían indicando que estamos ante un cambio de era, sigue avanzando y las explicaciones de diferentes puntos de vista se tocan y en alguna medida coinciden en este aspecto. Lo que sigue es un pantallazo de las diferentes visiones sobre el tema.
    Padre Walter Torresi
    “Estamos ante un
    cambio de época, que
    es distinto a decir una
    época de cambios”
    Para el Padre Walter Torresi, más conocido como el Padre Walter por sus feligreses de la Casa San José, la civilización conocida está cambiando; se cuestionan modelos tradicionales de comportamiento y todo se pone en tela de juicio; considera que debemos sentarnos a dialogar con el que piensa distinto, porque seguramente tiene una parte de verdad que buscamos.
    ¿Estamos ante el fin de una
    era y ante el inicio de otra?
    Un documento del Concilio Vaticano II, esa gran reunión de obispos de la Iglesia Católica a comienzo de los años 60 nos decía: “Estamos ante un cambio de época”, que es distinto a decir “una época de cambios”, pues es más profundo y radical. La civilización conocida está cambiando y nosotros, como parte de ella, sentimos que no se nos mueve sólo la estantería, sino el piso de la casa y parece que nada queda en pie. Estamos en el epicentro del terremoto; se cuestionan modelos tradicionales de comportamiento: ser padres, ser docente, ser hombre o mujer; las costumbres tradicionales, las estructuras civiles, el modelo de familia, todo se pone en tela de juicio.
    Estamos llenos de preguntas, incertidumbres, el pluralismo de ideas nos ha hecho caer en la cuenta de que nadie posee toda la verdad, porque la verdad no es algo manipulable, sino Alguien, Cristo, al que debemos abrir nuestro corazón para que nos posea. Necesitamos sentarnos a dialogar con el que piensa distinto, totalmente distinto, porque seguramente tiene una parte de la verdad que buscamos. Siempre seremos buscadores de la verdad, necesitamos abrir nuestro corazón cada vez más a su palabra, configurar nuestra vida cada vez más con la verdad de nuestro ser.
    La preservación de algunos
    valores innegociables, ¿ya
    no tendrán sentido?
    En medio de este zarandeo de instituciones tradicionales, costumbres, nos preguntamos si los valores también cambian. Entonces, debemos preguntarnos: ¿somos seres valorantes?; ¿dónde están los valores, los creamos nosotros o los descubrimos?
    El hombre es un ser esencialmente valorador; la diferencia con los animales pasa básicamente por esto; precisamente porque el hombre valora es que puede elegir tras de qué ha de orientar y entregar su vida. El ser que valora, elige, precisamente porque se experimenta disponible ante la pluralidad de posibilidades, y a la vez es desquiciado por el vacío mientras no elige un valor que lo justifique. Los valores tienen el poder trascendente de salvarnos del sinsentido y de la nada. ¡Cómo cambia una vida cuando amanece un amor!
    En una sociedad homogénea los valores eran mostrados y sancionados socialmente, en forma clara, suficientemente uniforme y estable. Todos los miembros de la comunidad sabían cómo promoverse: qué se premiaba y qué se sancionaba. Hoy en día, estamos en una sociedad plural, en la que todo es mucho menos así, o no lo es para nada. Pero, ¿es verdad lo que ya anticipaba Discépolo a mediados del siglo 20 en el tango Cambalache: todo es igual, nada es mejor; ¿es verdad que elegir la justicia es igual que elegir la injusticia?; ¿es verdad que no hay diferencia entre elegir lo fácil y elegir lo conveniente, que implica esfuerzo?; ¿es verdad que favorecer sin ninguna discriminación los impulsos, es igual a hacerlo reflexivamente?; ¿es verdad que gritar la ira de cualquier forma es igual a decir la verdad de modo tal que el otro pueda escucharnos?; ¿es verdad que elegir egoístamente es igual que elegir solidariamente?
    Cuando no hay valores serios que justifiquen y salven la vida, el hombre enferma. Nunca es inofensiva la vanalización de la existencia: del sinsentido surgen todas las idolatrías, todas las formas de enajenación y dependencia, que vemos hoy día, por ejemplo consumismo, materialismo, drogadicción, pseudo religiones alienantes.
    ¿Qué o quiénes
    marcan los valores?
    Si fuese verdad que el hombre inventa los valores como dicen los filósofos existencialistas, también tendría que ser suficiente que fuera elegido por el hombre: Cada uno elige y porque lo elige está bien; pero esto es contradictorio; eso ya no es una creación, sino, decididamente, un descubrimiento. Los valores se descubren; se nos impone a la escucha profunda de nuestro ser; se nos aparecen. Sólo nos queda aceptarlos o rechazarlos, encarnarlos o no en nuestra vida personal. El valor es una dimensión y una cualidad que es captada por la potencia más elevada y típica, de la persona: el espíritu. Se nos presenta como una marca de origen: son necesarios, son imprescindibles para que se realice la aspiración profunda de nuestra condición humana. Nuestro anhelo de amor, fraternidad, justicia, belleza, verdad, es tan hondo como nosotros mismos. No ayudan a descubrir los valores el ritmo vertiginoso de vida en que estamos inmersos, el individualismo que se ofrece como manera de vivir, la mentira y apariencia que se promueve en el espectáculo, la infidelidad y el libertinaje sexual, entre otras cosas. Envueltos en un ambiente así, no se llega a percibir el valor del tiempo para crecer y madurar, del altruismo, de la sinceridad, de la fidelidad a los compromisos asumidos, del respeto a la integridad mía y del otro, etc. Cuando asumimos para nuestra vida lo contrario, podemos percibir que nos falta algo, que no estamos del todo conformes, pero ese algo que falta para ser plenos sólo puede captarse cuando se hace el descubrimiento de esos valores en ambientes, personas que lo encarnan.

    La dependencia tecnológica hizo al hombre más débil a la adversidad
    Estamos en la decadencia de nuestra civilización, perdiendo los valores que la sustentan, esa es la teoría cíclica evolutiva

    «¿Todos estos trastornos climáticos no serán los precursores de una quinta glaciación?”, comenzó preguntándose la profesora de historia Ofelia Piegas en su entrevista realizada por EL PUEBLO, al analizar los cambios climáticos de los últimos tiempos.INFORME Ofelia Piegas
    Según explicó, la historia demuestra que desde la aparición del hombre en el cuaternario la evolución está sujeta a los cambios del clima, y fuera del criterio cíclico que es más que natural, como todo en la vida, tiene un proceso de nacimiento, crecimiento, decadencia y muerte.
    Esta teoría la lleva a la prestigiosa docente de nuestro medio a vaticinar que estamos en la etapa de decadencia de nuestra civilización.
    Además, remarcó la pérdida de los valores que sustentan toda civilización, la desestabilización de la familia, el descreimiento de las instituciones, el auge de la violencia y la desvalorización de los mayores, que en toda civilización representan la sabiduría que le da la experiencia para resolver los problemas.
    ¿SERÁ EL PRELUDIO DE UNA QUINTA GLACIACIÓN?
    La glaciación es el desprendimiento de la carótida polar que de forma muy extraña se desplaza desde el polo norte al sur llegando hasta el mediterráneo, lo que trae el mundo polar a otras zonas del planeta, con su clima, su fauna y flora típica de la tundra, como sucedió con anterioridad.
    Prueba de ello es la representación de las cavernas de la época paleolítica en el sur de Francia y norte de España, entre otros países europeos, donde era impensado encontrar representaciones gráficas de animales típicos de zonas frías que corresponden a la cuarta glaciación que vivió en nuestro planeta. Ese fenómeno comenzó a retirarse cuando se produce el famoso diluvio universal, porque esa lluvia impresionante se da como consecuencia de la evaporación de esa enorme masa de hielo.
    LA TÉCNICA HIZO AL HOMBRE MÁS DÉBIL A LA ADVERSIDAD FÍSICA
    Piegas, remarcó que el hombre como especie aparece entre la tercera y cuarta glaciación, por lo cual sobrevivió a esta última. Sin embargo, a su entender el hombre de esa época tenía una mayor fortaleza física que el hombre actual que se ha vuelto “dependiente de la tecnología”, al punto que hoy por ejemplo, se está volviendo casi imprescindible contar un ambiente climatizado en nuestros hogares. Además, en la evolución del hombre hay una enorme disminución de la vellosidad en su cuerpo, incluso antes el hombre tenía brazos mucho más largos para poder trepar a los árboles. EL desarrollo de la inventiva, la ciencia y la tecnología lo ayudan tanto que lo vuelven dependiente de ellas.
    “En cuanto a la inventiva, yo creo que el hombre de hoy tiene tiene una mayor capacidad para afrontar lo que pueda suceder, incluso una quinta glaciación, pero tengo mis dudas en cuanto a su fortaleza física para afrontar ese cambio climático tremendo. Además podría determinar un gran desplazamiento poblacional debido al empleo de los modernos medios de transporte y eso llevaría a que algunas zonas del planeta se vean superpobladas con las consecuencias que eso traería para el sustento diario, alimentación, vivienda y relacionamiento. El avance de la técnica hizo que el hombre fuera mucho más débil frente a la adversidad física”, reflexionó Piegas.
    LA DECADENCIA DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
    “Yo creo que estamos en la curva de la decadencia de esta civilización”, dijo Piegas. Toda civilización nace, se desarrolla y muere, tenemos muchas civilizaciones como ejemplo y que tuvieron un gran crecimiento y disfrute y luego entran en decadencia y entonces son invadidos por otra civilización más fuerte y sólida en sus bases.
    La docente, fue más allá incluso y anunció que la civilización occidental “se está cayendo a pedazos”, porque sus bases se están desmoronando, los valores que la sustentan están en crisis y constituye lo que se denomina la “teoría cíclica” de las civilizaciones.
    Pero los pueblos intentan no caer, y después de mucha sangre derramada recién se puede ver su evolución a través del mestizaje con otras civilizaciones que van adquiriendo más fuerza. Esos mestizajes no son únicamente biológicos, sino sobre todo culturales, de pensamiento, de ideología y de valores.
    El hombre de hoy que se cree que con la ciencia lo logra todo, ante lo inexplicable que sucede, no sabe qué hacer. “Yo creo que esta civilización está en decadencia. Lo que se vendrá, nadie lo sabe, podrán elaborarse teorías, pero solo los hechos lo demostrarán”, concluyó Piegas.

    - espacio publicitario -ASISPER

    Prof . Mario Trindade
    “El cambio climático siempre existió y gracias a este fenómeno surge la raza humana”

    Desde su experiencia el Prof. Mario Trindade – Director del Museo Arqueológico de Salto – señala que de no haberse dado a lo largo de la historia de la tierra el cambio climático, el ser humano no existiría como especie. “La lectura que se hace de la tierra es impresionante y se puede advertir que estos episodios tales como El Niño y la Niña se vinieron dando desde hace catorce mil millones de años” – precisó Trindade. Al período geológico llamado holoceno se le Trindade, Mario - 002 Director del Museo del Hombre y la Tecnologíasucedió el antropoceno, este último en su gran parte de componente humano. Si bien las modificaciones en el hábitat generan perjuicios, no se puede atribuir esta realidad a la existencia del cambio climático. Desde el punto de vista arqueológico es comprobable que el cambio climático dio lugar al surgimiento de las estaciones del año y que anteriormente había un clima lineal.
    “Muchas veces pido a los docentes que deben manejar con cuidado estas situaciones porque estamos generando una sociedad enferma de culpa” – consideró el estudioso.
    ¿Por qué peligro transitamos hoy?
    La globalización de las comunicaciones nos muestra el caos de la naturaleza en vivo y en directo. “Lo que no tenemos en cuenta es que somos apenas una ínfima parte de la especie animal que existe en el planeta. Si vamos a hablar de un fenómeno que propició el surgimiento de la especie humana, podemos hablar del meteorito de extraordinarias dimensiones que impactó en el Golfo Pérsico hace sesenta y cinco millones de años. Ello produjo un cambio climático muy importante; el planeta prácticamente queda despoblado. “Si no hubiera caído ese meteorito, seguramente no existiríamos”.
    En esa instancia aún estamos bastante lejos de la existencia de los homínidos; comienzan los mamíferos y se adaptan muy lentamente a los nuevos cambios.
    Se está hablando de quinientos millones de años o un poco más. Lo que es claro es que ese hecho puntual termina con la vida de los grandes dinosaurios y muy lentamente van apareciendo otras especies y a posteriori los mamíferos comienzan a dominar el planeta. Nuestra aparición en la esfera es apenas en el último minuto, hace poco más tres millones de años y debemos tener en cuenta la relación en sesenta y cinco millones de años. Muchas veces no nos da la capacidad para comprender esa magnitud.
    Desde la aparición de los homínidos se sucedieron muchos cambios climáticos y algunos muy importantes. Ya en la última etapa del homo sapiens y de la evolución humana. Se da el poblamiento de América a través de los casquetes polares, de lo que hoy es el mar. Estamos hablando de unos 25.000 años cuando era posible cruzar desde Europa a América por lugares con hielo. Tenemos que visualizar que todo el norte de América estaba cubierto de hielo.
    “Cuando llegan los primeros pobladores hace alrededor de doce o catorce mil años, seguramente el río Uruguay no existía, lo que está claro es que el Río de la Plata no existía. Parados en la rambla de Montevideo tendríamos que caminar trescientos o cuatrocientos kilómetros más de lo que es el mar en la actualidad. La saga de la película “La era del hielo” muestra lo que verdaderamente sucedió en esa era y esta realidad puede repetirse. Básicamente se deshiela el polo norte. Es posible que haya habido una inclinación del eje terrestre y comienzan a formarse de esas pequeñas lagunas los importantes ríos.
    EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LAS MODIFICACIONES EN LA GEOGRAFÍA
    Esos cambios suceden y han sucedido en los últimos doce mil años. En Uruguay hubo una gigante transformación de la fauna, un paisaje carente de árboles con una vegetación tipo estepa… pequeños cursos de agua y una temperatura muy fría. Allí es que ingresa el ser humano; pequeños grupos cazadores que se adaptan al clima imperante. No existen en esos momentos las estaciones del año, sino que la temperatura es muy fría y seca. Es posible que no haya habido una percepción del ambiente.
    El ser humano tiene la necesidad de mantener cierto índice de natalidad. Ese proceso de temperaturas muy extremas da lugar a que geólogos hagan diversas publicaciones donde explican de que las alturas más importantes que hay en el Uruguay tales como la Cuchilla de Haedo – podrían haber estado cubiertos de nieve.
    Muchas especies de la fauna se van extinguiendo y en algunos casos es por sobre caza. Animales pertenecientes a la mega fauna que se refugiaron en nichos ecológicos donde tenían alimentos a merced. El ser humano vuelve a readaptar su tecnología para la supervivencia.

    La cultura Maya, Azteca y sus mitos sobre la creación del mundo y la humanidad ya creada y destruida cuatro veces

    El Quinto Sol es un mito mesoamericano sobre la creación del mundo, universo y la humanidad. Según él, la tierra ha pasado por cinco etapas diferentes desde su creación, regidas cada una por un sol. Según los aztecas existieron cuatro soles o edades antes que la nuestra, cada una de las cuales finalizó con grandes catástrofes naturales que diezmaron a la humanidad.
    El Quinto Sol de los aztecas es considerado sólo un mito, pero cada vez existen más referentes históricos que apoyan la tesis que efectivamente existieron cuatro épocas anteriores en la cosmogonía de la humanidad. Los nativos o indios Hopi comparten la misma cosmovisión del Quinto Sol de los aztecas y mayas. Los Cinco Soles o Quinto Sol es conocido por la literatura azteca y por los pocos códigos que sobrevivieron a la destrucción de los conquistadores, pero principalmente por el llamado “Calendario azteca”, “Piedra del Sol” una de las piezas arqueológicas más estudiadas y controvertidas, que se encuentran en el Museo Nacional de Antropología de México. Se trata de un gigantesco disco de piedra de más de tres metros y medio de diámetro y un peso cercano a las 25 toneladas, donde se ha representado esquemáticamente la compleja cosmogonía azteca.
    EL MITO DEL QUINTO SOL
    Según el mito del “Quinto Sol”, la Tierra ha pasado por cinco etapas diferentes desde su creación, regidas cada una por un sol: El primer Sol Nahui-Ocelótl (Cuatro-Ocelote o Jaguar), porque el mundo, habitado por gigantes, había sido destruido, después de tres veces cincuenta y dos años, por los jaguares, que los aztecas consideraban nahualli o máscara zoomorfa del dios Tezcatlipoca. El segundo Sol Nahui-Ehécatl (Cuatro-Viento), regida por Quetzalcóatl, desapareció después de siete veces cincuenta y dos años al desatarse un gran huracán, que transformó a los sobrevivientes en monos. El tercer Sol Nahui-Quiahuitl (Cuatro-Lluvia), desapareció al cabo de seis veces cincuenta y dos años, al caer una lluvia de fuego, manifestación de Tláloc, dios de la lluvia, de largos dientes y ojos enormes. Los habitantes de la tierra eran en su mayoría inmorales y perversos, y los sobrevivientes se transformaron en pájaros y guajolotes. El cuarto Sol Nahui-Atl (Cuatro-Agua), cuya regente fue Chalchiutlicue acabó con un terrible diluvio, después de tres veces cincuenta y dos años, al que sólo sobrevivieron un hombre y una mujer, que se refugiaron bajo un enorme ciprés. Cada uno de estos soles corresponde a un punto cardinal: Norte, Oeste, Sur y Este, respectivamente. En él sucedió que todo se lo llevó el agua y la gente se convirtió en peces. El quinto sol Nahui-Ollin (Cuatro-Movimiento), porque está destinado a moverse a seguir su camino. Según la interpretación corresponde al movimiento del sol por sus explosiones solares. También a movimientos de la tierra con el objetivo de realinear su eje terrestre original. Estos movimientos son los que darán inició a una nueva era, un nuevo Sol, una nueva Tierra. Los habitantes de la Tierra se moverán a nuevas tierras, se volverán a unir los pueblos y sus diferentes razas.
    EL “POPOL VUH” DE LOS MAYAS
    La cosmovisión de mundos o épocas anteriores de la humanidad las encontramos también en el Popol Vuh libro sagrado maya y en las Profecías de los mundos Hopi.
    Cuenta el Popol Vuh que la humanidad ha sido creada y destruida cuatro veces. Dice el libro sagrado de los mayas que los humanos vivimos en el quinto sol. El de los hombres de Maíz. El primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano. En total, la humanidad deberá recorrer siete períodos.
    Fuente: TARINGA.NET

    Albert Einstein sentenció
    “Si las abejas comenzaran a desaparecer, a la humanidad le quedarían pocos años de vida”

    Conviene recordar la sabiduría contenida en algo que Albert Einstein dijo una vez: “si las abejas comenzaran a desaparecer, a la humanidad le quedarían pocos años de vida”. Es inquietante el hecho de que en el mundo entero las colmenas están quedando vacías y las abejas están desapareciendo progresivamente, y siendo que el 80% de las especies de plantas tienen flores que dependen de las abejas para ser polinizadas. Sin abejas no habría ni frutas ni legumbres. Las pequeñas abejas constituyen un eslabón fundamental en la cadena de la vida que quedaría rota sin ellas. Una de las funciones vitales de las abejas está en su participación activa en los procesos de regeneración del mundo vivo de las plantas. Este inmenso trabajo cíclico para la vida vegetal y las sociedades humanas hoy parece estar amenazado. En el último año ha habido una muerte masiva de abejas que está arruinando a gran parte de la industria apícola. En España han desaparecido más de 600 mil colmenas, en Estados Unidos más de un millón y medio de colonias han quedado vacías, en Alemania hay 25% menos colmenas y en Francia mil apicultores se ven obligados a abandonar su profesión cada año a causa de esta crisis. Los científicos se pierden en conjeturas sobre la causas de lo que llaman “el síndrome de colapso de las colonias”. Es evidente que el papel de los insecticidas ha sido un factor importante. Otra posibilidad considerada por algunos son las cosechas transgénicas de maíz que han incorporado genéticamente la función de un insecticida natural justamente en el polen que las abejas llevan a sus colmenas. Hasta se ha llegado a hipotetizar científicamente la pérdida de las abejas a las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil. Obviamente, los monocultivos químicos-intensivos (como los cítricos híbridos valencianos que vetan la presencia de colmenas), la modificación del paisaje con la desaparición de los prados y las masivas urbanizaciones han sido variables en reducir el hábitat de las abejas.

     

    Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/e03m