-Salto viene bien. Entonado, creíble, a la medida del fin. Lo despachó a Durazno con cuatro goles y supo de momentos válidos, generosos, por el sentido de fluidez que esta selección tiene, cuando la pelota pasa por los que más saben en materia conceptual y técnica.
En estos conceptos, es necesario coincidir, porque no se llega a una semifinal, por obra y gracia de un duende. O de un milagro ocasional.
Es al cabo, la consecuencia de un andar, donde las convicciones se suceden y sobre todo….el gol que llama vital una y otra vez.
A partir de la eficacia de Salto en los metros finales, la dulce comprobación del nivel que sostiene y el mañana que clarea. El hecho es que falta esta certeza: el ida y vuelta con Florida. Porque además, se trata del Campeón del Sur y el segundo partido es en terreno adversario. Por eso, vencer hoy, como cuestión no negociable. Primero ganar. Es la verdad sin dobleces.
DESPEGUE Y CONSOLIDACIÓN
Casi un hecho natural. Este Salto se metió en el Torneo de la Confederación del Litoral Norte, con solo un mes de adecuación. Hubo nivelación física y búsqueda de la idea. Saludable es que de tres o cuatro partidos a esta parte, Salto tiene el ingrediente esencial: la base.
Entre 7 y 8 jugadores estables en el rendimiento. De ellos, no se duda.
Pero cuando han faltado algunos por suspensión o lesiones (Javier Vargas, Matías Bentín, Javier Gómez, Junior Rodríguez), los reemplazos han aportado cuota no solo de entrega, sino de propiedades a la mecánica, para que el nivel de producción no se resquebraje.
Ese aspecto es tan abarcador como decisivo. Lo es.
Esta noche llega Florida. A las 21.15′ en el estadio es la cita.
Es un rival en la trayectoria, capaz de generar riesgo mayor que Durazno, por ejemplo. Pero tampoco Salto debe recostarse en quien tiene enfrente, sino en el caudal propio que lo distingue y lo potencia.
Esa es la misión. La imperdible misión.
Querible, soñada, seductora….
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-