Lo dicen las autoridades de la salud -sobre todo aquellas que entienden que deben suspenderse las clases presenciales- y se escucha también de parte de la población en general, en especial de los padres de niños y adolescentes: el temor a las aglomeraciones de estudiantes en los ómnibus.
No está de más decir que el tapabocas debe estar bien colocado desde antes de subir al bus y no ser retirado durante todo el trayecto. Los choferes continúan en la lucha: «aunque no creas, todos los días le tengo que estar diciendo a más de una persona que use el tapaboca, que se lo coloque bien, que no se lo saque…», nos decía ayer uno de ellos.
Desde Salto Nuevo y desde La Amarilla nos llegó días pasados un comentario similar: se trata de la preocupación de muchos vecinos por las «juntadas de algunas barritas» de jóvenes en plazoletas del lugar, a veces durante toda la madrugada.
Todo lo resume lo que nos decía esta señora que nos llamó de las inmediaciones de la Avda. Oribe, zona próxima a La Amarilla: «por una parte llama la atención que es cualquier día de semana, ¿no trabajan ni estudian?, además molestan con música y charla fuerte y carcajadas, están amontonados cuando se pide no juntarse… ¿No se debe controlar esto?…Todo el mundo lo ve, nadie actúa».