Ma. Josefa Escanellas Perossio ha trazado en su trayectoria vital una línea imaginaria de punta a punta del país: nació en Artigas (el 30/7/1951), vivió la mayor parte de su vida en Salto y hoy reside en Montevideo, donde realiza tareas comunitarias y es directiva de Casa de Salto. Reconocida como profesora de Biología y Directora de liceos de Salto, es quien protagoniza nuestro Al Dorso de hoy:
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1- Tengo entendido que no nació en Salto, ¿es así?
Nací en Artigas, frente a la Plaza Batlle y antes de los 4 años, por motivos familiares, que mis padres se divorciaron pasé a vivir en Salto. Por eso mi niñez transcurre en Salto, mis estudios, todo… Además tenía familiares en Salto. En realidad mi familia es mayormente de Salto, vivíamos en Artigas por el campo que tenía mi madre y porque mi padre en ese momento era Diputado por aquel departamento. Y por ahí nací…pero mi infancia, la que recuerdo, es en Salto.
2-¿Qué recuerdos?
El barrio, Uruguay al 1500, era hermoso, donde tengo amigas con las que actualmente seguimos en contacto, como Marisa Cánepa. Yo vivía enfrente a la farmacia Salto y sus padres eran los propietarios. También vivía allí el Químico Revetria, que tuvo mucha influencia en mi vocación por la Biología, porque de chiquita ya le juntaba cascarudos para los sapos; no había test de embarazo y se detectaban los embarazos por la orina. Se le ponía la orina a los sapos y si hacían tal reacción la persona estaba embarazada. Recuerdo que pasaba mucho tiempo con Revetria, que es el papá del doctor conocido como “Yuyo”. En la esquina estaban los Simoes, que tenían almacén, heladería, y que soy muy amiga de Venecia Simoes, hoy viviendo en Italia. Y recuerdo muchos vecinos más, los Eriburo, Angellini, los Realini, el doctor Realini también tuvo influencia en mi vocación, los Levrero, Luis Levrero hoy vive en Canadá…Fui a la escuela N° 3, que estaba ubicada en calle Invernizzi, donde después fue Casa de Nuna. Mis maestras fueron las hermanas Magnani, “Nacha” Testa, el maestro Manolo, la señora de Repetto y la señora de Lavecchia. Luego pasé al Colegio Inmaculada Concepción, en calle Artigas. Hice los cuatro años y por tener un promedio sobresaliente, pasé directamente a Magisterio. Esa medalla de oro que me dieron con la que pasé a Magisterio, hizo también que sintiera que me quedaba pendiente hacer Bachillerato, así que más adelante lo hice también en el Liceo 1. Eso me permitió luego empezar Facultad, aunque por motivos familiares no la completé.
3-¿Por qué Magisterio?
Porque siempre me gustaron los niños, siempre estuve con mis primos, hijos de mis primos en realidad, y jugaba a ser la maestra. Tenía además en mi familia muchos referentes sobre la Educación, Renée Escanellas de Franco por ejemplo que fue la fundadora de la Fundación Uruguaya de Magisterio, también mi padre era profesor de Historia, también mis tías Escanellas y mis primas Apatie… Entonces empecé Magisterio con excelentes profesores y con muy buenos compañeros también, que los recuerdo a todos, y egresé en 1971, comenzando inmediatamente a trabajar en la escuela N°64 y en el Colegio Inmaculada Concepción.
4-¿Cómo se da el paso de Primaria a Secundaria?
Luego saqué la efectividad para irme a un liceo rural. Yo tenía una experiencia muy linda con Cruz de los Caminos y las Misiones Pedagógicas que la hice siendo estudiante. No había podido seguir la Educación Rural porque después que me recibí la dictadura había cerrado esos cursos, por lo que quedó medio trunco lo que quería seguir estudiando, y me ofrecen un cargo de Adscripta en el Liceo N°3, Juan Herrmann me ofrece ese cargo y también Silva, del Liceo N°4, que necesitaba un profesor de Ciencias Naturales y no había egresados, sabía que a mí me gustaba y era buena alumna en Ciencias Naturales, aprendí de la profesora Laura Ubal, que también fue un referente importante, ella era profesora de Química pero nos daba Ciencias Naturales y Biológicas en Magisterio. Comencé con esas tareas y comencé a hacer la formación en Servicio de Docente. Se llamaba así; en el IFD no teníamos todavía el profesorado acá. En esa carrera yo venía a Montevideo a dar las asignaturas de Biología, o sea las específicas, y revalidaba las otras como Pedagogía, Psicología… Y así salvé la carrera con buenas notas. Dos personas hicimos esto para pasar de Magisterio a Profesorado, Amalia Soldi y yo. Pero después, si bien nos aceptaban en Secundaria, no lo reconocían como titulación, que en realidad estaba correcto, era una reválida que hacíamos. Por eso yo seguí preparándome, di concurso de oposición, lo salvé, quedé bien posicionada y quedé efectiva en Biología. Pero yo quería el título y me inscribí, y con todas las reválidas y las materias, obtuve el título por el año 90 y pico, y ahí justo fue cuando me postulé a Dirección y tomé la Dirección del Liceo N°6.
5-¿Había entonces una vocación por la docencia en general? A mí me gustaba la docencia, me gustaba estar con los chiquilines, la parte de adscripción la disfruté mucho, también me titulé como Profesora Adscripta. Fue el cargo que más me gustó. Si tuviera que volver, volvería como Adscripta. Esos años en el Liceo 3 fueron maravillosos, por el grupo de gente. Tendría que decirte que los directores, desde Herrmann, Aura Lisasola, Berta Sedraschi, Eduardo Lorenzo…fueron puntales
en nuestra vida educativa. Te diré también que me gustaban los liceos de barrio…
6-El Liceo N° 6 de Ceibal no era lo que es hoy…
Cuando empecé la gestión se me abrió otro mundo. Hice un Diplomado en la ORT de Gestión Administrativa Educativa y participé también en la reforma de Rama, aprobando el curso de Directores. Ahí, con la experiencia que yo tenía tendí puentes, trabajé muy bien con la comunidad, que era muy linda, la escuela, la comisión del barrio, todo el barrio apoyaba la Educación, así logramos sensibilizar a ANEP y logramos que se construyera el edificio actual del Liceo 6. Era muy necesario. Estábamos ocupando la parte de atrás de la policlínica, estaba muy reducido y muchos alumnos se terminaban yendo al Ipoll o al Liceo 5, o a otros liceos, porque no teníamos salones. Luego de lograr el liceo nuevo yo tengo que elegir la efectividad y una persona que se traslada desde Paysandú toma el Liceo 6 y yo ese año no elegí cargo de Dirección…
7-¿Y cómo sigue su trayectoria?
En ese momento el Consejo me ofrece la Subdirección del Liceo Nocturno. Eso fue por un año. Te diría que armamos el Nocturno con Clarita Rocha, a la que se le dieron horas de apoyo como Secretaria, y Blanquita Preliasco, que era administrativa, más una profesora de Biología que elegimos como Ayudante Preparadora hicimos ese equipo. Al año siguiente elijo la Dirección del Liceo de San Antonio, otro desafío más. Una experiencia fascinante, coordinamos con el sector rural, con la Fomento Rural, con la Junta Local, con la comunidad toda logramos la donación del terreno para ANEP, la mitad para Secundaria y la mitad para la escuela. Eso era algo que no se había concretado en los papeles. Con el señor Palacios, que era presidente de la Junta de allá logramos el liceo, construir la batería de baños, ampliar en general, conseguimos que CTM nos donara un ómnibus y conseguimos hacer recorrido por zonas donde los chiquilines no podían continuar porque no pasaba ómnibus, y así triplicamos la matrícula del liceo. Siempre se trabajó en equipo, conté con docentes excelentes.
8- ¿Por qué eligió Biología?
Por ser gente de campo, mis vacaciones las pasaba mucho allí y siempre me gustó mucho los seres vivos, los animales, las plantas…También la parte de anatomía y humana siempre estuvo presente en mi familia, tengo un hermano médico, otro veterinario, y primos mayores que hoy ya no están pero fueron referentes en la medicina uruguaya, como Luis Alberto Cazabán, entonces siempre tuve contacto con esa parte de la Biología, y me gustaba realmente.
9- ¿Qué nos puede contar de su familia? Del matrimonio con el Dr. Germán Millich me quedaron tres hermosos hijos. El mayor, Pablo, Ingeniero Químico y
cantautor, es casado y me dio dos nietos; está después Germán, que vive en Brasil, actor egresado de la EMAD y que me dio mellizos como nietos; y la más chica es Maira, Lic en Administración de empresas y Contadora, que también me dio dos nietos. También tengo tres hermanos.
10- ¿Un mensaje final, como Educadora?
Mi frase predilecta es que el docente no se jubila, se es docente toda la vida, te jubilas del trabajo pero la docencia la ejerces siempre, transmitiendo valores, transformando situaciones negativas en positivas, siendo mediadora Pienso que hay que avanzar, actualizarse pero sin competir, no querer que crezcan solo los universitarios o solo los egresados del IPA, o solo los del Cerp, o solo los maestros. Estamos todos embarcados en el mismo concepto educativo, que si bien hay que ir adaptando, hay valores intrínsecos que no cambian…Escucho gente que dice que ahora con la Transformación el centro va a ser el estudiante, pienso que siempre el centro fue el alumno y así debe seguir siendo. Yo hace años que no estoy, pero cuando estuve, el centro era el alumno, no sé si en estos años se perdió eso, creo que no, creo que es una percepción equivocada.