Educar no es solo transmitir conocimientos; es sembrar inquietudes, encender preguntas, abrir puertas.
José Buslón
José Buslón: el docente que forma «mutantes» para cambiar el destino
José Buslón lleva más de dos décadas enseñando historia en Salto, pero su labor va mucho más allá de los manuales escolares. Casado con Sadia desde hace 23 años y padre de tres hijos, este docente, bibliotecario e investigador ha convertido la educación en una verdadera herramienta de transformación social.
«Soy docente de historia desde hace 24 años», cuenta con orgullo. Su vocación, sin embargo, no se limita a las aulas: investiga, participa en rescates arqueológicos y lleva adelante proyectos de difusión histórica y cultural en distintos formatos. Desde su columna radial Historia Posta hasta presentaciones de leyendas en escuelas, Buslón combina lo académico con lo popular, lo simbólico con lo tangible.
Investigar el pasado para entender el presente
Buslón integra el grupo El Sello de la Historia, dedicado al rescate arqueológico y la investigación histórica en el departamento. Ha participado en trabajos como el estudio sobre la posible presencia de nazis en Salto, el combate de Corralitos, la batalla de San Antonio, la ocupación humana de hace más de 13.000 años en la región y el análisis del patrimonio funerario simbólico.
Cada proyecto es para él una oportunidad de reconstruir, narrar y, sobre todo, despertar interés por las raíces locales: “Todo esto nace de una fuerte vocación por transmitir, recuperar y resignificar nuestras raíces y nuestra identidad”, afirma.
Educar para pensar y cuestionar
Busco formar futuros mutantes: estudiantes que se animen a transformar su realidad.
Buslón concibe la docencia como un espacio de siembra, no de adoctrinamiento. «Educar no es solo transmitir conocimientos; es sembrar inquietudes, encender preguntas, abrir puertas», afirma. Uno de sus objetivos es formar alumnos críticos, capaces de cuestionar incluso a sus propios profesores.
Lo demuestra con una anécdota significativa: «Recuerdo una vez que les propuse que cuestionaran todo. Un alumno me preguntó si eso incluía desconfiar de los docentes. Me reí con satisfacción, porque ese era el objetivo.»
Para él, formar estudiantes críticos es formar ciudadanos comprometidos. Inspirado por los estudios del sociólogo Rama, que clasificaba a los estudiantes según su origen social como «herederos» o «perdedores», Buslón se define como un «mutante»: aquel que transforma su trayectoria. «Eso busco todos los días en el aula: formar futuros mutantes, que se animen a transformar su realidad, que no acepten límites impuestos.»
Entre leyendas y realidades
Además de su labor como historiador y docente, Buslón es un apasionado narrador de leyendas. Relata cómo una noche, en el programa radial Mil Voces Radio, abordó el tema de Mandinga. Durante la emisión, advirtió a su audiencia —en tono provocador— sobre la posibilidad de que el mismísimo Mandinga golpeara la puerta.
Cuando uno decide narrar leyendas, también se convierte en parte de ellas.
Lo insólito ocurrió al regresar a su casa: su esposa, nerviosa, le contó que justo en ese instante, un hombre con la misma apariencia descrita en el programa había tocado la puerta, preguntado por los ocupantes, y se había marchado sin más.
“No sé si fue una coincidencia o una broma pesada”, reflexiona, “pero también creo que cuando jugamos con lo simbólico, estamos invocando algo. Las leyendas no son solo supersticiones, sino formas de lo inexplicable que siguen buscando su lugar en nuestras vidas.”
Una vida dedicada a la memoria y la transformación
Desde el aula, la radio o una excavación arqueológica, José Buslón transmite una misma convicción: el poder del conocimiento para transformar vidas. Su historia es la de alguien que desobedeció su destino para formar a otros que también lo hagan. Como dice él mismo: “Eso me da la fuerza, la alegría y el entusiasmo para entrar al aula, día tras día.”
