“Salto en arquitectura”
Cerrando el ciclo de “Nuestro Salto a través de…, es el Arquitecto Ivón Grilli, quien nos acompaña.
Un historiador con profesión, de infinitos conocimientos en cuanto a la arquitectura de todos los tiempos.
Aquí, nos narra parte de lo que es nuestro Salto, en cuanto a edificios públicos, fachadas de casas familiares, algunas intactas aún en su mantenimiento.
Nuestra principal arquitectura volcada en esta, su entrega:
“La reacción inmediata, cuando un visitante recorre la ciudad de Salto, es una expresión de asombro frente a la calidad sobresaliente de su arquitectura.
¿Es realmente ello una característica de nuestra ciudad, que quienes la habitamos, por acostumbramiento cotidiano, no somos conscientes de su importancia?
Sí. Particularmente y refiriéndonos al casco consolidado del centro de nuestra ciudad, es notorio observar un conjunto edilicio con formación coherente en el amanzanamiento tradicional, que proporciona en la visión urbana la definición de una arquitectura de altos valores y calidad tanto formal como constructiva, que no son comunes en el resto de las ciudades del Uruguay.
Esta característica, se puede observar en las construcciones públicas como también en las casas particulares por igual y la construcción se corresponde con un período relativamente corto en el tiempo comprendido dentro del lapso que va adentrada la segunda mitad del siglo XIX a las primeras décadas del XX.
¿Poseemos en Salto, arquitectura colonial?
Durante el período colonial lo construido en Salto prácticamente es inexistente.
La calidad de materiales empleados en esos tiempos, maderas, quinchados, piedra, etc., fueron deteriorándose poco a poco.
Puede ser que existan en nuestra campaña algunos cascos de estancia ya modificados, que incluyan construcciones coloniales, muros y corrales de piedra. En la ciudad se pueden verificar restos de muros medianeros, pozos artesianos y alguna posible construcción reciclada, pero arquitectura colonial no tenemos.
Con ello no queremos decir que posteriormente al período de la colonia no se hayan realizado obras arquitectónicas de inspiración colonial. Sólo expresamos que las primitivas construcciones de Salto, realizadas en el tiempo que transcurre desde el siglo XVIII y principios del XIX, son imperceptibles.
Pero es muy oportuna la pregunta, para hacer una aclaración muy importante. Si bien Salto no posee ejemplos de arquitectura colonial, hay sí una característica que viene de aquellos tiempos y que sigue teniendo una gravitación importante en la definición de la ciudad. Me estoy refiriendo a la traza urbana.
Los gobernadores militares y autoridades de la corona española tenían una normativa aplicable al nacimiento de los nucleamientos poblados en los territorios colonizados, denominada “Leyes de Indias”.
Esto es, un conjunto de normas para el emplazamiento y definición de núcleos urbanos y por consecuencia de espacios destinados a la localización de edificaciones públicas y privadas, espacios de circulación, delimitación de calles, entre otras. Si bien para el caso de Salto no se emplearon estrictamente estas normas, sí se definió el amanzanamiento y distribución de calles a partir de una plaza, base del desarrollo futuro de la ciudad.
Este trazado o “traza urbana” es la mayor herencia cultural y urbanística de la colonia, mantenida en todos sus términos como sustento urbano en la generación del espacio ciudadano.
¿Cómo le llamaríamos a nuestra arquitectura, que usted define como identificadora de nuestra ciudad?
Creo que esa ciudad que nos identifica, que crece a partir de 1850 y que obedece a ciertas condiciones históricas particulares se denomina Ciudad Republicana y responde a su condición de auténtica ciudad de autonomía funcional.
Como ya bien se ha explicado en otras entrevistas y trabajos anteriores, a partir de la incipiente vida independiente del Uruguay, se dieron en ese momento condiciones singulares en la vida económica, social y cultural que permitieron un desarrollo especial en el contexto urbano general:
*Un puerto activo (el último antes de los saltos del río navegable) para la salida y entrada de productos a la región y a ancladeros de ultramar.
* El dominio de un vasto territorio productivo del norte agropecuario del país.
*El aporte masivo de una población de inmigrantes (fundamentalmente europeos) con características consolidadas en la cultura del trabajo.
*El nacimiento de una red ferroviaria independiente (Nord West Railway) que atendía el territorio y tenía como terminal el puerto de Salto.
*Factorías y saladeros que en conjunto con la industria de un enorme astillero, proveían de fuentes de trabajo directa e indirectamente para toda el área urbana.
*Clima y tierras favorables para el cultivo hortícola, frutícola y vitivinícola de primor.
Este “conjunto explosivo” permitió la formación de una sociedad integrada con sólidos fundamentos, potencialmente rica en lo económico hacia1856.
La Sociedad de Cambios emitía papel moneda propio con respaldo internacional y en forma particular poseía una cultura de artesanías, roles diversos y complementarios que le otorgaban una dinámica fermental específica, dentro del resto de los centros poblados del país.
Y por sobre todas las cosas le brindaba autonomía urbana funcional en un equilibrio completo de roles.
¿En esta sociedad usted reconoce una producción arquitectónica particular?
En efecto. Una sociedad con tales características pudo generar para sí un ambiente apropiado y generoso, y producir ejemplos de arquitectura notable de altísima calidad.
El casco consolidado de la ciudad permitía visualizar áreas comerciales dinámicas, centralidades administrativas, puntos de intercambio social, con sus respectivas correspondencias edilícias.
La vivienda unifamiliar (de familias numerosas), se integraba al conjunto y de esta manera se conformó una sucesión ordenada de fachadas urbanas.
Casas entre medianeras, alineadas al perfil de propiedad y con expresión señorial de sobriedad.
Las calles adoquinadas de entonces colaboraban en la unidad visual del conjunto y un especial destaque le correspondía al transporte colectivo (Tranvía a caballo).
Dos mercados (viejo y nuevo) encabezaban la lista comercial y atendían la demanda de hortalizas, frutas, carnes y pescado que requería una ciudad en efervescencia.
Vida social, radiofonía, teatro, ateneo y templos para la vida religiosa, usinas de energía eléctrica, ferrocarril y compañías de navegación a la cabeza del transporte y movilidad de pasajeros.
Todos en su conjunto proporcionaban programas arquitectónicos diversos y dinamizadores.
De esta forma se distinguían edificaciones públicas y privadas en integración natural y análoga, sin distorsiones con los barrios populares de un cinturón adyacente, parques, plazas y ribera del río que proporcionaban dispersión y contacto con la naturaleza.
¿Qué características destacables tenía la arquitectura de ese momento?
Distinguimos en esta ciudad republicana una arquitectura que bien podemos calificarla de tradicional y ecléctica. Es decir, inspirada en modelos de arquitectura europeos, y vinculados a tipologías formales derivadas de patrones y paradigmas del clasicismo greco-romano, como es el caso del Teatro Larrañaga.
Modelos de Art Nouveau, (Casa Mirassou, Art Decó) y más cercano en el tiempo, de los ejemplos del movimiento moderno, (Zapatería Scroffani & Iurato) hicieron aparición en consonancia con la evolución internacional, entremezclándose en el diseño de fachadas según encuentros afines, congruentes y válidos.
Esta forma de construir, determinó esa característica edilicia particular de Salto que sorprende al visitante y que hoy valoramos como uno de nuestros patrimonios culturales y arquitectónicos notables, digno de ser preservados.
Porque son imágenes de una ciudad única que nos caracteriza y nos identifica a todos los salteños.
Verdaderos “corredores” como el de la calle Artigas que definen una línea continua acorde en conjuntos reconocibles y estéticamente muy valorable, donde el destaque de la individualidad se somete a la apreciación del conjunto, enriqueciendo el valor del colectivo social.
Con respecto a las características funcionales de la vivienda tradicional, se puede decir que estas se adecuaban al modelo de familia numerosa de esa época.
Con áreas generosas para las habitaciones y su número, con adaptaciones ajustadas al clima y en estrecha relación a las tecnologías constructivas del momento. Es así que la “casa de patios”, entre medianeras, permitía un uso de alta densidad en el amanzanamiento inicial.
¿Qué ejemplos destacables incluiría usted en un posible listado de obras?
Si tuviéramos que hacer mención de algunas obras de particular brillo, deberíamos hablar de la Iglesia del Carmen del constructor Pedro De Viñas y sus sucesivas
ampliaciones, reformas y cambio de estilos (el primero de concepción neoclásica y el último de inspiración neogótica); el teatro Larrañaga concebido por el Ing. Wilkinson y construido por los Hnos. Guggeri.
Tomado de ejemplos de teatros clásicos italianos; el palacio de Oficinas Públicas obra ecléctica del Arq. Veltroni; el edificio para tienda “La Favorita”, hoy sede del BBVA, cuyo autor permanece aún desconocido; el palacio Bica actual Casa de Gobierno Departamental. El Instituto Politécnico Osimani y Llerena obra del Arq. Antonio Invernizzi, hoy Liceo Nº 5.
El museo María Irene Olarreaga de Gallino, una reforma del Ing. Luis Gallino. Inspirado en palacios del renacimiento florentino; el Mercado 18 de Julio con su característica implantación en el centro de la manzana, obra del Constructor Queirolo, con influencias del barroco americano.
El museo, del Hombre y la Tecnología (anteriormente Mercado nuevo) obra del Arq. Domingo Rocco. El museo H. Quiroga, casa quinta de la familia Quiroga.
La citada casa Mirassou con su fachada Art Nouveau, hoy local comercial de la firma Litnor sobre la calle Osimani y Llerena; la casa Avellanal hoy hotel Art Decó en calle Sarandí; y las múltiples casas individuales y comercios obra del Arq. Armando Barbieri como la Zapatería Scroffani & Iurato, la casa Méndez Hnos, hoy Office 2000 y su vecino restorán Trouville, etc. De clara concepción del movimiento moderno y la escuela holandesa.
¿Existe ejemplos recientes de arquitectura contemporánea?
Sin menoscabo de la alta calidad de ejemplos de arquitectura contemporánea que hoy posee Salto, con modelos notables que deberán ser analizados en su oportunidad y de lo cual ya nos vamos a ocupar, la evolución reciente de la ciudad hace compleja su visión crítica y preferimos separarla para comprender mejor la producción del período.
¿Podemos decir que se encuentra unida a la urbanización?
La arquitectura está indisolublemente unida al proceso de urbanización de toda ciudad y cuando este proceso, por los motivos que fueren, se hace descontrolado, toda la unidad urbana se vuelve conflictiva.
Con la creación de la línea Midland del ferrocarril el progresivo desarrollo de la red de carreteras hacia la capital, la declinación del puerto local y la presión de una administración cosmopolita centralista, se produce un proceso de deterioro en la condición de vida autónoma de Salto y su consecuencia en el aumento del grado de dependencia de Montevideo.
Es por ello que la ciudad, como productora de una arquitectura conforme a su desarrollo autonómico, adquiere valores unitarios dentro del período que hemos definido previamente,
Por lo que aquellas obras que no se inscriben en la referida etapa, salvo excepciones, no poseen una integración en arreglo al patrimonio arquitectónico colectivo anterior.
No se trata de un problema de valores, simplemente desde mi punto de vista, es deseable que se produzca el mantenimiento y caracterización de un centro urbano consolidado e identificado con un período histórico floreciente, de excelencia y esplendor y su consecuente materialización física arquitectónica.
¿Considera que ese referido conjunto en el casco consolidado del centro, se encuentra actualmente en buen estado de conservación patrimonial?
En general podemos decir que sí.
Creo que se debe ser muy exigente en el control de su mantenimiento original.
Ya se ha observado con preocupación el apremio ejercido por el efecto propaganda comercial, la presión de la cartelería agresiva y los elementos incorporados a la arquitectura con fines de destaque publicitario.
Estos elementos, incorporados posteriormente a la arquitectura tradicional deforman y desfiguran la intención original.
El poner acento en el valor testimonial de la época como elemento de atracción comercial, allí donde las características originales actúan como encanto y seducción debería ser el primer objetivo a cumplir en línea con la promoción publicitaria y por otra parte, resulta una medida con auténtico valor agregado, mucho más eficaz que el tamaño desmedido de unas letras de plástico o de telones de colores disonantes.
Si somos amigables con la valiosa arquitectura que posee nuestra ciudad, estaremos colaborando con los valores patrimoniales que nos caracterizaron en el pasado.
Y estaremos en la búsqueda, de los nuevos roles aptos para el futuro inmediato de nuestra sociedad. De la misma forma en que fueron encontrados en el acontecer reciente con la ciudad republicana.
Empezando por el Estado, quien deberá dar la importancia y los recursos para el mantenimiento de los referidos valores, primer responsable de la construcción de la ciudad.
Siguiendo por los agentes y asociaciones que tienen incidencia en la vida de la ciudad. Y finalizando por el control ciudadano particular responsable, con su visión crítica de lo que somos.
Todos ellos en conjunto, y actuando, para que cada habitante de este lugar descubra y se desarrolle personal y socialmente en acuerdo con su medio, que lo reconozca cada vez mejor y que, en acuerdo con esa identidad ciudadana, pueda construir una ciudad de excelencia.
Por encima de todo, para que también se pueda edificar con autenticidad, se trata de construir ciudadanía, un valor escaso, reconocedor del testimonio del pasado y con proyecciones de oportunidades futuras.
Valores ambos necesarios en todo país que pretenda un destino común de desarrollo colectivo, bienestar social, paz y compromiso solidario.