Un cerrado hermetismo rodea al crimen del recluso Carlos Matías Núñez, muerto de una puñalada en los pasillos de la cárcel departamental el viernes anterior, pocas antes de recuperar la libertad.
En las últimas horas la jueza de la causa continuó indagando a los presuntos involucrados en el hecho, aunque de acuerdo a lo que ha podido saberse la investigación se hace harto difícil, desde el momento en que «nadie acusa a nadie».
Fuentes policiales consideraron que además del «pacto de silencio» que rige habitualmente en el ambiente carcelario, en este caso, no se descarta que el hecho haya sido un ajuste de cuentas, relacionado al narcotráfico, dado que el asesinado estaba preso por suministro de estupefacientes. En este ambiente existe también mucho miedo, desde el momento que existen sicarios capaces de «silenciar» a quienes hablan.
De todas formas la investigación viene ajustando todas las piezas del rompecabezas, para tratar de dar con él o los homicidas, se afirmó.
El recluso asesinado tenía 28 años.
