Ramón Romero y el ahora de Nacional.
Ramón Romero sabe que el caso de Matías Leguísamo es caso complejo. Que no es fácil que llegue en condiciones, porque la rodilla plantea su propia rebeldía.
Pero además no solo lo de Matías. También el DT deja en claro la dolencia física que padece Jonathan Neira y por lo tanto se transforma en duda para el juego del próximo viernes ante Gladiador, cierre de la doble jornada en el Parque Ernesto Dickinson.
El lunes que pasó fue día de acción para el equipo tricolor, que tendrá el fin ineludible de por lo menos ganar un partido. Caso contrario, aterriza su ilusión de avanzar a la liguilla.
En EL PUEBLO, Ramón le pone énfasis a «las ganas de Nacional, porque es una disposición que no falta desde lo anímico. Pero esto no es solo una cuestión de ganas; es cuestión de aprovechar. Nosotros sabemos bien que Gladiador sigue siendo lo que siempre ha sido: un equipo con mística de entrega, bien a manera de equipo de barrio. Los equipos de barrio tienen una actitud especial. Uno ha tenido la posibilidad de jugar y dirigir en un equipo de barrio, sabe entonces cómo es la cosa».
Gladiador es ese rival que llega y más allá de Nacional, una manera de explorar lo que el rival es capaz de proponer. O como integrarse para el partido que se viene. «porque del rival uno también tiene que saber y bueno….yo trato de saber. Digo sí que Nacional reconoce que tenemos una determinada desventaja, que llegado el caso, un empate no suma para el equipo. Por eso hablo de obligación. No hablo de integración posible, porque el jueves hacemos la última sesión y después veremos. Se sabe que Nacional tiene una base de equipo titular. ¿El «Tito» Pereira desde el arranque? Que va a ser uno más e el plantel, no tengo dudas».
El Nacional de Ramón Romero.
El que va fluyendo en la semana, pero con una carga de incertidumbre también.
Después de todo, ¿qué once de pique? ¿Cuáles son?
Mientras en el horizonte….Gladiador.
Un duro de la historia. Nacional sabe que lo es.
