El clima jugó una mala pasada en Salto durante el último fin de semana. Las precipitaciones intensas y los vientos moderados complicaron la vida de los salteños. Entre el sábado y la madrugada del domingo 21, la ciudad soportó un evento meteorológico adverso. Esto obligó a la activación inmediata de los protocolos de emergencia. El Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED) trabajó sin pausa.
Los equipos de respuesta atendieron cerca de 30 llamados en distintos puntos de la ciudad. El agua ingresó a varias viviendas y generó momentos de tensión. Las bocas de tormenta obstruidas no dieron abasto ante el caudal de lluvia. Además, el desborde de cañadas fue un problema recurrente en los barrios más vulnerables.
Registros que explican el impacto
Los datos oficiales confirmaron la magnitud del fenómeno en la región. La Estación Meteorológica de Nueva Hespérides aportó cifras sobre lo ocurrido. Hasta las 7 de la mañana del domingo, se acumularon 87.6 milímetros de lluvia. Esta cantidad de agua cayó en un lapso relativamente corto, menos de 12 horas, saturando los suelos.
El viento también fue protagonista y causó sus propios estragos en la planta urbana. Las rachas más fuertes alcanzaron los 57 kilómetros por hora. Estos picos se registraron el sábado a las 23:00 horas y nuevamente a las 23:40. La combinación de viento y agua puso a prueba la infraestructura de la ciudad.

Árboles caídos y daños materiales
La fuerza del viento provocó la caída de al menos tres árboles. Uno de los incidentes más notorios ocurrió en la calle Washington Beltrán. El hecho sucedió en el tramo comprendido entre las calles Artigas y Rivera. Un vehículo que estaba estacionado en la vía pública resultó afectado por el impacto.
Afortunadamente, no hubo que lamentar personas lesionadas en este siniestro. Solo se registraron daños materiales en el automóvil aplastado por el ejemplar. Personal de la Intendencia acudió al lugar para retirar el peligro de la calzada. Trabajaron arduamente para trozar el árbol y liberar la zona afectada.
La situación crítica en Barrio La Amarilla
Uno de los puntos más conflictivos de la jornada se vivió en el barrio La Amarilla. El desborde de una cañada puso en jaque a los vecinos de la calle Gaboto. El agua superó su cauce natural y avanzó hacia las viviendas cercanas. Esto generó una situación de emergencia que requirió asistencia inmediata.
Fue necesario el despliegue de maquinaria pesada para solucionar el problema de fondo. Los equipos viales trabajaron en la desobstrucción de las cunetas y del propio curso de agua. La limpieza permitió que el agua drenara y bajara el nivel de riesgo.

Coordinación interinstitucional
La respuesta ante la emergencia no fue un esfuerzo aislado de una sola área. Personal de Obras, Servicios Públicos y Recolección de la Intendencia unió fuerzas. Trabajaron de forma coordinada para atender la diversidad de reclamos recibidos. La sinergia entre las distintas áreas permitió una cobertura más amplia del territorio.
Otras instituciones también jugaron un rol fundamental en el restablecimiento de la normalidad. Técnicos de UTE y de Alumbrado Público se movilizaron por los barrios afectados. Su misión fue reparar los daños en el tendido eléctrico y devolver la luz a los hogares y en la vía pública. Las tapas de saneamiento de OSE desbordadas también demandaron atención.
La palabra oficial y la continuidad del trabajo
El coordinador del CECOED, Aquiles Mainardi, dialogó con este medio sobre el operativo. Mainardi confirmó que las tareas continuaron incluso durante el mediodía del domingo. A pesar de que la lluvia cesó por momentos, los llamados siguieron entrando, explicó el jerarca al referirse a la demanda.
El equipo evaluó daños y brindó asistencia posterior a las familias más afectadas. La respuesta se mantuvo activa ante las situaciones generadas por el evento del sábado. La vigilancia no se detuvo, entendiendo que las consecuencias del agua suelen aparecer horas después.
Alerta vigente y canales de comunicación
Las autoridades advirtieron que la inestabilidad atmosférica no ha terminado por completo. Los pronósticos de mal tiempo continúan vigentes para nuestra zona. Se solicita a la población mantener la precaución y evitar zonas inundables. La prevención es la mejor herramienta ante este tipo de fenómenos.
El CECOED mantiene sus líneas abiertas para cualquier eventualidad que surja. Ante cualquier emergencia, la población puede comunicarse las 24 horas al 099 383 807. Este canal permite una derivación rápida de los recursos hacia










