La llegada de las fiestas tradicionales trae consigo un cambio en la dinámica de la ciudad. El movimiento comercial aumenta y las celebraciones se multiplican en los distintos barrios. Ante este escenario, la Intendencia de Salto desplegó un operativo especial de fiscalización. José Luis Presentado, coordinador de Inspectoría Departamental, detalló las acciones que buscan ordenar la venta de pirotecnia y controlar la contaminación sonora.
El jerarca explicó que los días previos a la Navidad y Año Nuevo suelen ser complejos. La administración busca evitar desbordes y garantizar que las normas se cumplan. Para ello, los equipos de inspectores salieron a la calle desde el comienzo de la semana. El objetivo principal es verificar que los vendedores cumplan con los requisitos exigidos.
Combate a la venta ilegal
El control sobre la venta de fuegos artificiales se volvió una prioridad para la comuna. Presentado confirmó que las fiscalizaciones en los puestos comenzaron este lunes. Durante las primeras recorridas, se detectaron irregularidades en varios puntos de la ciudad. Algunos comerciantes no habían realizado el registro correspondiente para la venta de estos productos.
Ante esta situación, los inspectores actuaron con firmeza. Los puestos que no contaban con la habilitación fueron desmontados de inmediato. La normativa es clara y exige un proceso previo de autorización. La Intendencia busca prevenir accidentes y asegurar que la mercadería cumpla con los estándares de seguridad vigentes.
El proceso de regularización
Para aquellos interesados en comercializar pirotecnia, el camino es administrativo. Deben dirigirse a la Intendencia y realizar el trámite en la Mesa de Entrada. Allí se gestiona la habilitación necesaria para instalarse en la vía pública o en locales comerciales. Existe un plazo establecido para completar estos formularios y obtener el permiso.
El coordinador señaló que, en una primera etapa, la tarea fue informativa. Se buscó notificar a los vendedores sobre los pasos a seguir. Sin embargo, pasada la fecha límite del día 20, la tolerancia disminuyó. A partir de ese momento, quien no está en regla no puede ejercer la venta.
Ruidos molestos: un problema recurrente
Otro frente de batalla para el cuerpo inspectivo es la contaminación acústica. Diciembre es un mes caracterizado por las despedidas de año, reuniones y fiestas privadas. A esto se suma la fase final de los campeonatos de fútbol, como la Liguilla, y los ensayos de las comparsas de cara al carnaval. Todo esto genera un mapa sonoro intenso en la ciudad.
Presentado reconoció que la demanda por ruidos molestos se dispara en estas fechas. Muchos vecinos, que buscan descansar, se ven afectados por el volumen alto de la música en casas linderas. Incluso, la llegada de turistas o familiares desde Montevideo incrementa las denuncias. La convivencia se pone a prueba y requiere de la intervención de la autoridad.
La estrategia de la mediación
El coordinador destacó que no siempre se busca la sanción económica inmediata. La idea es «caminar por la línea del medio». Se intenta mediar entre las partes para solucionar el conflicto de forma pacífica. Muchas veces, la presencia de los inspectores y el diálogo logran reducir el volumen sin necesidad de multar.
Sin embargo, la paciencia tiene un límite. Si el infractor no cambia su actitud tras la advertencia, se aplican las sanciones. Las multas por ruidos molestos se miden en Unidades Reajustables (UR). La primera infracción tiene un costo de 2 UR. Si existe reincidencia, el monto asciende a 7 o 15 UR, escalando según la gravedad.
Tecnología para medir decibeles
Para respaldar el trabajo de los inspectores, la Intendencia invirtió en equipamiento. Recientemente llegaron dos sonómetros de alta calidad. Estos dispositivos permiten medir con precisión los decibeles y determinar si se está violando la normativa. Son aparatos sensibles y costosos que requieren un manejo profesional.
La incorporación de esta tecnología es clave para objetivar las denuncias. Ya no se trata de una percepción subjetiva del inspector, sino de un dato técnico. Esto brinda garantías a ambas partes, tanto al denunciante como al denunciado. El personal fue capacitado para operar estos equipos correctamente y evitar daños en los aparatos.
Desafíos operativos y recursos
Cubrir toda la ciudad de Salto es una tarea titánica. Presentado admitió que no pueden estar en todos lados al mismo tiempo. Los recursos humanos y logísticos son finitos. Se organizaron turnos y se reforzaron los equipos para los fines de semana, que son los momentos críticos. El objetivo es dar la mejor respuesta posible al vecino.
El jerarca mencionó que el reciente fideicomiso aprobado permitirá mejorar la gestión. Se espera que, con el tiempo, se puedan solucionar carencias en distintas áreas. La aspiración es contar con un servicio de contralor de ruidos molestos que funcione las 24 horas, los siete días de la semana. Por ahora, se priorizan los horarios nocturnos y los fines de semana.
El llamado a la ciudadanía
Más allá de los controles y las multas, la autoridad apeló a la conciencia social. Pidió colaboración a los salteños para mantener el orden. Entender que el derecho a festejar termina donde empieza el derecho al descanso del otro es fundamental. La Intendencia necesita el apoyo de todos para que las fiestas transcurran en paz.La situación es compleja y el teléfono de denuncias no para de sonar. Desde batucadas barriales hasta karaokes en pizzerías, el espectro de ruidos es amplio. Los inspectores continuarán recorriendo los barrios, intentando que la celebración no se convierta en un conflicto vecinal.









