Ingrid Urroz es una mujer cuya vida ha estado marcada por el compromiso social y político. Desde muy joven, su vocación por trabajar por el bienestar de los demás la llevó a involucrarse en la política, militando en el Frente Amplio .
A lo largo de su carrera, ha sido docente por más de 34 años, lo que le permitió conectar de manera directa con las necesidades de las familias y los niños de su comunidad.
Su trayectoria, marcada por un firme compromiso con la justicia social, la ha llevado a asumir, con humildad y honor, el desafío de ser la futura Intendenta de Salto. En esta entrevista, Ingrid comparte su historia de vida, sus motivaciones y su visión para el futuro de la ciudad.
«Siempre estuve por lo social, por el prójimo», nos dice Ingrid, destacando cómo la motivación por mejorar la vida de los demás marcó su elección política desde sus primeros años. A los 18 años, Ingrid realizó su primera votación en 1970, apoyando al Frente Amplio. «Lo hice porque entendía que acompañaba el proyecto país que llenaba mis expectativas», recuerda .
A pesar de sus ideales firmes, su camino político no fue lineal. A lo largo de los años, Ingrid militó de manera independiente, «pero fue hace aproximadamente diez años cuando decidí integrarme formalmente al Partido Por la Victoria del Pueblo (PVP), una de las fuerzas que compone el Frente Amplio.»
En esos años de militancia, Ingrid se vio involucrada en diversos momentos históricos, estuvo presa por tres años y también valoró hechos como el retorno de la democracia. «Fue una época de mucha esperanza, de recuperar la libertad, de vivir sin miedo y poder expresar nuestras ideas», reflexiona. Durante esos años, su vocación de servicio la llevó a enfrentar desafíos personales. «No me permitían continuar mis estudios de medicina, entonces comencé a trabajar junto a mi compañero de vida , formar una familia, y criar a mis hijos. Pero siempre, desde lo social, trataba de aportar a la comunidad», cuenta.
A lo largo de su trayectoria, Ingrid se ha involucrado en diferentes espacios dentro de la estructura política y social del país. «Fui parte del comité de base, participé en congresos, en la mesa política, y siempre estuve en las comisiones que se encargaban de los temas financieros», menciona, haciendo énfasis en su constante rol activo dentro del Frente Amplio.
Su compromiso social ha sido una constante a lo largo de los años. «Siempre traté de ayudar en los merenderos, de acompañar a las familias en lo que fuera posible. No se trata solo de brindar alimentos, sino de estar cerca, escuchar sus problemas y tratar de encontrar soluciones», explica Ingrid
«Me involucré profundamente con las necesidades de los niños, de nuestros alumnos. Como docente, te das cuenta de lo que vive cada familia. No solo en el aula, sino también en su vida cotidiana. Ahí está la clave de la educación: atender también a los contextos sociales y emocionales de los niños y sus familias», señala con una mirada profundamente humana.
Además, Ingrid resalta el impacto de su trabajo social en los comités de base y en las comisiones del Frente Amplio, como en el área de género. «En las comisiones de género siempre tratamos de trabajar para que las mujeres tengan las mismas oportunidades. En ese espacio, ayudamos a empoderar a muchas mujeres, a darles herramientas para que puedan salir adelante», menciona con orgullo.
Hoy, con la oportunidad de asumir como Intendenta, Ingrid se muestra honrada y agradecida. «Es un honor porque confiaron en mí 37.000 personas. Esa confianza es un compromiso para demostrar que no fue en vano», reflexiona con humildad, reconociendo la responsabilidad que implica liderar el departamento de Salto.
No obstante, deja claro que nunca ha sido su objetivo el llegar a un cargo público por ambición personal. «Nunca estuve trabajando para ocupar un lugar. Los personalismos, en lugar de sumar, restan», afirma.
Hoy, con la mirada puesta en los próximos desafíos, Ingrid Urroz se prepara para asumir la Intendencia de Salto, convencida de que, al final, el verdadero propósito de su vida política ha sido siempre uno: «trabajar por el bien común».
