El incendio ocurrido días atrás en una vivienda de nuestra ciudad —donde un padre y cuatro niños quedaron atrapados en medio de las llamas, resultando con graves quemaduras y con pérdidas materiales totales— vuelve a poner en primer plano el drama y la devastación que este tipo de siniestros provocan. La tragedia reciente trae inevitablemente el recuerdo de otros incendios que, en distintos momentos, marcaron a Salto y al departamento, dejando huellas profundas en las familias afectadas y en la comunidad entera.
🔥 Línea de tiempo de incendios en Salto
1985 – Aserradero Cámpora
Un incendio consumió por completo el aserradero familiar en calle Errandonea, arrasando años de trabajo de los hermanos Cámpora. Las pérdidas fueron totales y nunca lograron recuperarse del todo.
29 de abril de 2009 – Panadería EDILRU
Un cortocircuito en un secador de fideos destruyó la panadería. Sin seguro, la familia Baldassari logró reconstruirla gracias a la solidaridad y reabrió en abril de 2010 bajo el nombre “EDILRU Corazón”.
27 de julio de 2009 – Tienda y Bazar El Obrero
Un voraz incendio en la madrugada destruyó el comercio y la vivienda contigua. Las causas nunca se esclarecieron del todo. Reabrió 20 días después con apoyo de vecinos y familiares.
Diciembre de 2010 – Supermercado El Trébol
Explosiones y llamas arrasaron el local en Av. Viera y Paraguay en menos de dos horas. Las pérdidas fueron totales y no contaba con seguro.
25 de diciembre de 2014 – Supermercado Ta-Ta Centro
Un cortocircuito provocó un incendio en plena Navidad. Ningún trabajador perdió su empleo y la reapertura parcial se dio tres meses después.
24 de agosto de 2015 – Verdulería Ferrando
Un acto vandálico intencional destruyó el comercio familiar de 45 años. Sin seguro, la familia reabrió con ayuda de amigos y proveedores.
21 de octubre de 2017 – Depósito de Claldy
Un incendio de gran magnitud destruyó el depósito lácteo y cobró la vida de su propietaria, Giovana Abarno.
2 de enero de 2018 – Bagashopping
Las llamas destruyeron 50 puestos del paseo de compras. Hubo lesionados y saqueos durante el siniestro.
2020 – Tres incendios significativos
- 28 de septiembre: Vivienda del payador “Chamaco” García; falleció su esposa.
- 25 de octubre: Barrio La Amarilla; tres familias perdieron sus hogares.
- 22 de noviembre: Aserradero Samurio; pérdidas totales.
Enero de 2022 – Aserradero Maderera del Norte
Un incendio destruyó uno de los galpones. No hubo heridos y parte de la madera fue salvada.
6 de julio de 2024 – Barrio Salto Nuevo
Cortocircuito en un galpón generó pérdidas totales en una vivienda. No hubo heridos.
13 de agosto de 2024 – Chatarrería
Quema de basura accidental provocó un incendio con gran columna de humo negro. Fue controlado rápidamente.
2025 – Incendio reciente
Padre y cuatro niños quedaron atrapados. Sufrieron graves quemaduras y la vivienda tuvo pérdidas totales.
EDILRU Corazón: del incendio a la reconstrucción con alma familiar
El 29 de abril de 2009, un incendio destruyó por completo la panadería EDILRU. Sin seguro y con pérdidas totales, la familia Baldassari logró renacer gracias al esfuerzo colectivo y la solidaridad.
Un mediodía de abril, el silencio fue roto por el fuego. La panadería EDILRU, ubicada en Salto, ardió por completo cuando no había nadie en el lugar. El fuego, originado presuntamente por un cortocircuito en un secador de fideos, arrasó con años de esfuerzo de la familia Baldassari.
Sin seguro, producto de la crisis del 2002, el panorama era devastador. Pero al día siguiente, la familia se reunió y tomó una decisión: no se rendirían. Tardaron un año en reacondicionar el local, y en abril de 2010 reabrieron sus puertas.
La solidaridad fue clave. Clientes, amigos y hasta personas desconocidas ofrecieron ayuda. Uno de ellos les prestó 35.000 dólares, sin condiciones. El gesto fue tan significativo que el nombre de la empresa pasó a ser “EDILRU Corazón”.
Desde entonces, incorporaron seguros, sensores y nuevas medidas de seguridad. El empresario Ruben Baldassari reflexionó en aquella oportunidad : “Lo nuestro sirvió como advertencia. Nunca se está totalmente a salvo, pero se puede estar mejor preparado”.
“El Obrero” ardía en plena madrugada
La noche del 27 de julio de 2009 la Zona Este se vio conmocionada. Desde lejos, ya siendo casi la medianoche de ese día, una columna de humo negro podía divisarse entremezclada entre el cielo cubierto de estrellas y a varias cuadras del lugar. Era la Tienda y Bazar “El Obrero” enclavada en la esquina de las avenidas Uruguay y Blandengues.
Esa noche, un voraz incendio consumió en pocos minutos una firma comercial que ahora tiene 58 años de existencia y en ese momento 52 de trabajo. La investigación de lo ocurrido llevó varios meses. Con los elementos recogidos en el lugar a la vista, los Bomberos fueron analizando los detalles del siniestro que afectó en forma total a la mencionada tienda y que incluso dañó la casa de los propietarios de ese comercio que está ubicada en el espacio lindero al establecimiento comercial.
Si bien en aquel entonces la Policía emitió un comunicado donde daba a conocer que en el depósito de la finca se encontraba una moto Honda de 70cc. y una garrafa de gas de tres kilogramos, la que según denunció la dueña de casa en ese momento, tendría pérdidas, los efectivos no pudieron establecer en forma inmediata cuál fue la causa que dio lugar al siniestro.
Otra de las conjeturas que se manejaron en aquella oportunidad, fue la posibilidad de que en el local se estuviera llevando a cabo un robo sin que los dueños de casa que estaban en su interior en ese momento se hubiesen percatado del asunto. Y que al retirarse del lugar, para no dejar rastros, los delincuentes hubieran encendido un fuego que tomó contacto con la pérdida de gas y desató el incendio.
Todo esto, porque al revisar el lugar donde se originó el incendio, en el garage de la vivienda que da hacia el fondo del comercio, los Bomberos notaron que todo estaba en completo desorden, lo que le permitió el beneficio de la duda y manejar esta incidencia como una hipótesis más.
En ese momento, Bomberos trabajó en la recolección de elementos que pudieran aportar a la investigación para establecer una conclusión final a la que no llegaron. El fuego se propagó en forma inmediata hacia el interior de la vivienda y del comercio que está ubicado allí mismo.
AYUDADOS
Pasaron 20 días del incendio y merced al esfuerzo y tesón de sus propietarios, El Obrero volvió a abrir sus puertas. Esta vez con una característica distinta, la experiencia que les tocó vivir los marcó de forma tal, que desde ese momento abrir las puertas cada día se vive de una manera diferente.
En aquel momento, EL PUEBLO concurrió al lugar para verificar cómo sus propietarios y entonces damnificados volvieron a entablar la relación comercial con el público.
“Lo vivido fue espantoso, sobre todo para mis padres porque en diez minutos se fueron 38 años de trabajo en la ciudad y 14 años en San Antonio, y en pocos minutos se consumió todo ese sacrificio que ellos hicieron”, comentó en aquella oportunidad Dianna Cavanna, titular de la tienda.
Un tanto emocionada por la situación que les había tocado vivir, Cavanna resaltaba el “apoyo que recibió por parte de mi familia, de todos los vecinos y de las amistades nuestras que enseguida corrieron a socorrernos”, algo que lo destacó como “impagable”.
Incendio en supermercado Ta-Ta: una Navidad marcada por las llamas
El 25 de diciembre de 2014, un voraz incendio destruyó casi por completo el Ta-Ta Centro de Salto. La recuperación fue posible gracias al esfuerzo de los trabajadores, el apoyo de los clientes y una reconstrucción que llevó varios meses.
Cuando el teléfono sonó en la madrugada del 25 de diciembre de 2014, Sandra Urroz pensó que recibiría un saludo navideño. En cambio, la gerente del supermercado Ta-Ta Centro escuchó una frase que la marcó para siempre: “¡Se incendia el Ta-Ta!”. Corrió junto a su familia al local, y desde lejos ya se divisaba la columna de humo. El fuego, desatado por un cortocircuito en las oficinas, arrasó todo a su paso.
En su desesperación, Urroz y algunos colaboradores ingresaron por la puerta de los cartoneros, sin saber que al hacerlo avivaban las llamas. Una explosión los obligó a retirarse. Bomberos trabajó toda la noche y parte del día siguiente para extinguir el fuego. Al otro día, el personal inició la limpieza. “Fue tremendo, todo destruido. Pero lo más emocionante fue ver al equipo unido, dando todo para salir adelante”, expresó Urroz en aquella oportunidad
A pesar de las pérdidas totales, ningún trabajador quedó sin empleo. Algunos fueron reubicados en otras sucursales. La comunidad respondió con comprensión, e incluso una clienta —“Lalita”— participó del corte de cinta en la reapertura. Vecinos, la ACJ y comerciantes colaboraron durante la limpieza, en pleno verano.
El local reabrió parcialmente a los tres meses. Aunque se perdieron clientes, el esfuerzo por reconstruirlo trajo mejoras: pasillos más amplios, nuevos sectores como Multiahorro Hogar, y un renovado compromiso del equipo. “Lo que destaco de ese momento fue el calor humano. Fue horrible perder todo, pero salimos adelante juntos”, concluyó la gerente de ese momento
Verdulería Ferrando: 45 años de historia reducidos a cenizas
Un acto vandálico destruyó la tradicional verdulería Ferrando, ubicada en la calle Rivera. Sin seguro, la familia comenzó la reconstrucción con la ayuda de amigos y proveedores.
En la madrugada del lunes 24 de agosto de 2015una motocicleta se detuvo frente a la verdulería Ferrando. Minutos después, las llamas devoraban el local. El fuego, iniciado de forma intencional, dejó pérdidas totales.
Martín Ferrando, uno de los responsables del comercio familiar con 45 años de historia, expresó: “De nada sirven los lamentos. Solo queda trabajar y seguir adelante”. La familia, sin seguro ni certezas sobre los autores, inició la reconstrucción con ayuda de amigos, colaboradores y la barraca Aguiñagalde, que ofreció materiales con financiación especial. Gracias a proveedores solidarios, comenzaron a vender frutas y verduras en forma parcial. A la semana siguiente, proyectaban reabrir. “Nos propusimos no sacar cuentas del daño. Lo importante es volver a empezar”, dijeron con firmeza.
Incendio en el “Bagashopping” destruyó 50 puestos y dejó varios lesionados

Salto, 2 de enero de 2018
En la tarde de ayer, entre las 16:15 y 16:30 horas, un incendio de gran magnitud se desató en el Paseo de Compras —conocido popularmente como “Bagashopping”— ubicado en la intersección de Avenida Gobernador de Viana y Juan H. Paiva (ex Ruta 3), afectando cerca de 50 de los casi 300 puestos que funcionan en el lugar.
Hasta el sitio acudió personal del Destacamento de Bomberos, acompañado por la Policía y funcionarios de la Intendencia de Salto. El fuego, de rápida propagación, obligó a solicitar la colaboración de retroexcavadoras de la comuna para derribar algunos locales y evitar que las llamas se extendieran. Además, camiones cisterna de la Intendencia y de OSE realizaron numerosos viajes para abastecer de agua a los bomberos, utilizándose alrededor de 200 mil litros para controlar la situación.
Dos personas resultaron lesionadas: un efectivo de Bomberos, que habría ingerido accidentalmente thinner al recibir una botella confundida con agua, y dos mujeres en distintos incidentes vinculados al siniestro.
Posibles causas
De acuerdo con fuentes oficiales y testigos, el incendio podría haberse originado por un cortocircuito, aunque no se descarta el factor humano ni la hipótesis de que un local de pirotecnia haya sido el foco inicial. Técnicos de la Dirección Nacional de Bomberos, que llegaron anoche a Salto, trabajarán en la investigación para determinar el origen.
Saqueos y disturbios
Mientras los feriantes intentaban rescatar mercadería ante el avance del fuego, algunas personas aprovecharon para sustraer productos y objetos. Varias de ellas fueron perseguidas por comerciantes y vecinos, logrando recuperar parte de lo hurtado, y otras fueron detenidas por la Policía.
La confusión en el lugar derivó en incidentes, en los que una mujer habría resultado lesionada y otra sufrió intoxicación por humo y crisis nerviosa.
Operativo policial
Un importante despliegue policial rodeó el perímetro del Paseo de Compras, con controles en accesos laterales y corte de tránsito vehicular, aunque no se pudo impedir el ingreso de curiosos y personas involucradas en desmanes.
Por el operativo, la Avenida Wilson Ferreira Aldunate se transformó en la principal vía de acceso a la ciudad desde el sur.
Incendio en aserradero con importantes pérdidas pero sin personas lesionadas

Enero de 2022
Antes de las once de la mañana, el sonido característico de las sirenas de Bomberos comenzó a escucharse primero por calle Zorrilla, luego por Apolón y más tarde por Rivera, acompañado por patrulleros policiales que abrían paso a las unidades.
El humo, visible desde varios puntos de la ciudad —al igual que el día anterior con el siniestro en el autódromo—, esta vez provenía de la zona Este.
En avenida Arenal Grande, a dos cuadras de Manuel Oribe, en el predio del aserradero Maderera del Norte, comenzó a arder uno de los galpones, propagándose luego a otras áreas del establecimiento.
Pérdidas materiales y rápida evacuación de la madera
No se registraron personas lesionadas. Los trabajadores colaboraron activamente trasladando maderas y maquinarias para evitar que fueran alcanzadas por las llamas. A pesar de los esfuerzos, las pérdidas para la empresa fueron importantes: el galpón siniestrado quedó totalmente destruido.
Maderera del Norte, con treinta años de trayectoria en Salto y unos treinta empleados, sufrió un golpe significativo a nivel patrimonial, aunque pudo preservar parte de sus instalaciones gracias a la rápida acción conjunta de personal y bomberos.
Combate al fuego y condiciones adversas
Varias dotaciones de Bomberos trabajaron durante un tiempo prolongado para dominar el incendio, enfrentando la dificultad adicional del viento reinante en la zona. Se solicitó incluso el apoyo de otro camión cisterna.
Las imágenes del siniestro circularon rápidamente en redes sociales, mostrando cómo el fuego consumía parte de las instalaciones y registrando tanto el accionar de los bomberos como la ayuda de los propios trabajadores.
Incendio en chatarrería de Salto genera gran columna de humo negro
Un incendio en una chatarrería ubicada en Av. Pascual Harriague y calle Washington Beltrán, en la zona del autódromo de Salto, generó una gran columna de humo negro visible a lo lejos. El siniestro se produjo a las 17:00 horas del 13 de agosto de 2024 y movilizó a dos móviles policiales y un camión de bomberos, que acudieron rápidamente tras recibir un llamado de emergencia.
Según informó el encargado del establecimiento, el fuego se originó cuando un empleado comenzó a quemar varias bolsas de basura bajo grandes montañas de desechos. Las llamas se propagaron rápidamente hacia los residuos plásticos acumulados en el lugar, ocasionando un incendio de considerable magnitud.
Gracias a la pronta intervención de los bomberos, el incendio fue controlado rápidamente, evitando mayores daños y posibles riesgos para los trabajadores.
Tres incendios que marcaron los últimos meses de 2020 en Salto
Si se toma como referencia el tramo final del año 2020, en Salto quedan grabados en la memoria tres siniestros de magnitud que golpearon con fuerza a la comunidad. El primero ocurrió el lunes 28 de setiembre, en Avda. Concordia al 200, barrio Burton, cuando el fuego consumió por completo la vivienda del popular payador “Chamaco” García, donde vivía junto a su esposa. La mujer perdió la vida en el lugar, ya que no logró salir a tiempo del segundo piso en que se encontraba.
Semanas después, el lunes 22 de noviembre, una chispa en un horno de secado desató un incendio que arrasó con el “Aserradero Samurio”, ubicado en la avenida Manuel Oribe. Aunque no hubo personas heridas, las pérdidas materiales fueron totales.
No muy lejos de allí, y menos de un mes antes, el 25 de octubre, barrio La Amarilla fue escenario de otro hecho dramático: tres familias perdieron sus hogares cuando las llamas consumieron por completo sus viviendas, dejando tras de sí un paisaje de desolación y pérdida.
Incendio en el Barrio Salto Nuevo

6 de julio de 2024
Un incendio de grandes proporciones se registró en la tarde del jueves en la calle Rincón al 1800, en el barrio Salto Nuevo. El propietario de la vivienda afectada declaró que el siniestro fue causado por un cortocircuito en un galpón ubicado en el fondo de la propiedad.
Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero las pérdidas materiales fueron totales. Los bomberos acudieron rápidamente al lugar y lograron controlar las llamas, evitando que se propagaran a las casas vecinas.
El dueño de la residencia manifestó su consternación por lo sucedido y agradeció la rápida intervención de los servicios de emergencia. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del incidente y prevenir futuros siniestros de este tipo.
Incendio en el aserradero Cámpora, uno de los más recordados del este de la ciudad
Uno de los incendios más recordados en la zona este de la ciudad fue el que consumió el aserradero Cámpora, ubicado en calle Errandonea, con parte de sus instalaciones extendidas hasta calle Brasil.
En una calurosa tarde del año 1985, el fuego sorprendió a los hermanos Roberto, Mario y Juan Carlos Cámpora. Hoy, Martha Cámpora, hija de Roberto, rememora aquel día en el que se encontraba en su casa de Errandonea casi Uruguay junto a su hija de apenas cinco años. Sus padres se encontraban en las termas cuando la noticia la estremeció. Recuerda que en el aserradero había gran cantidad de madera, ya que allí se fabricaban cajones, además de mucho aserrín acumulado, lo que favoreció que las llamas se propagaran rápidamente por todo el predio.
En medio del caos, Martha atinó a sacar a la niña de la casa, mientras que su hermana, que vivía en el segundo piso junto a su familia, también logró ponerse a salvo. El fuego no alcanzó las viviendas familiares, pero sí arrasó con el aserradero, comercio de los tres hermanos Cámpora. Durante años habían trabajado codo a codo, transformando la madera en la base económica que mantenía a sus hogares y de los muchos empleados que allí trabajaban
En cuestión de minutos, el esfuerzo de toda una vida se redujo a cenizas, con la incertidumbre de cómo comenzar de nuevo.
Las paredes ennegrecidas y el olor penetrante a madera quemada se convirtieron en el triste recordatorio de una tragedia que no solo destruyó un lugar de trabajo, sino también un proyecto familiar forjado con sacrificio y dedicación. Luego del incendio, nunca pudieron recomponerse del todo: el daño ya estaba hecho
Marta, en medio del nerviosismo y la desesperación, logró mantener la calma lo suficiente como para llamar a los bomberos, quienes llegaron rápidamente al lugar. El incendio, sin embargo, ya se encontraba en una etapa avanzada, lo que obligó a los efectivos a desplegar un arduo y prolongado trabajo para lograr extinguir las llamas. Durante horas, combatieron el fuego que amenazaba con propagarse, enfrentando altas temperaturas y el humo denso que emanaba desde el aserradero. Gracias a su labor incansable, se evitó que las viviendas cercanas fueran alcanzadas por el siniestro, aunque las pérdidas materiales en el lugar de trabajo de la familia fueron totales.
Incendio consumió por completo el supermercado El Trébol en diciembre de 2010
En diciembre de 2010 se vivieron momentos críticos en Salto cuando un incendio de gran magnitud destruyó por completo las instalaciones del supermercado El Trébol, ubicado en la intersección de las avenidas Viera y Paraguay, donde funcionaba desde hacía dos décadas.
El fuego se propagó rápidamente, consumiendo en menos de dos horas todo el edificio. El supermercado, que contaba con un local de pagos y cobranza en el mismo predio, fue totalmente afectado, incluyendo la caja fuerte con todo el dinero que en ese momento contenía.
Cerca de 60 personas, entre efectivos policiales, bomberos, funcionarios municipales y de UTE, trabajaron intensamente para controlar la situación. Los vecinos de la zona fueron evacuados y la conmoción se extendió rápidamente.
Se vivieron momentos de gran tensión, con varias explosiones, llantos, manifestaciones de impotencia, rabia y temor entre quienes presenciaron el desastre. El jefe de Bomberos, el comisario inspector Robert Uscudum, señaló que el foco principal era proteger la integridad de las personas, controlar el avance del fuego para que no se propagara a las viviendas cercanas y apagarlo lo antes posible.
El incendio comenzó alrededor de las 20:15 horas, cuando se presume que una de las garrafas de gas que alimentaba la cocina de la rotisería dentro del supermercado falló, provocando una llama incontrolable. Los empleados alertaron a las personas presentes y evacuaron el lugar rápidamente.
La explosión de la válvula de seguridad de una garrafa desató el fuego que se extendió consumiendo todo a su paso. Vecinos de la zona contaron que sintieron explosiones fuertes que hicieron vibrar las casas, y que la densa humareda negra era visible desde varios kilómetros de distancia, incluso generando un panorama desolador desde la avenida Viera y 19 de Abril.
Uno de los vecinos afectados relató: “Estaba regando las plantas cuando sentí la explosión. Miré y vi el fuego que estaba consumiendo todo, fue tremendo.” Otro vecino que vivía lindero al supermercado comentó que la explosión hizo temblar toda su casa y que él y su esposa tuvieron que salir corriendo, aunque afortunadamente su vivienda no sufrió mayores daños.
En total, tres camiones de Bomberos y tres cisternas de la Intendencia trabajaron para combatir las llamas. La policía cortó el acceso a la zona en un perímetro de unos 50 metros para evitar riesgos, mientras cuadrillas de UTE se encargaron de cortar la energía eléctrica para evitar mayores accidentes.
Las pérdidas materiales fueron totales y se presume que el establecimiento no contaba con seguro. Además, el local de pagos y cobranza ubicado en el mismo predio perdió una caja fuerte con una suma de dinero que no pudo ser precisada, consumida por las llamas.
Según fuentes del cuerpo de Bomberos, este fue uno de los incendios más importantes y devastadores en los últimos tiempos en Salto, que además de afectar un comercio emblemático dejó una profunda huella en la comunidad local.
Voraz incendio en depósito de la distribuidora láctea Claldy
Corría octubre de 2017 cuando un voraz incendio sacudió a la zona este de la ciudad y dejó una profunda huella en la memoria colectiva. Eran alrededor de las 14:30 horas del sábado 21, cuando el depósito de la distribuidora láctea Claldy, ubicado en calle Brasil entre Santos Errandonea y Juan Manuel Blanes, comenzó a ser consumido por un fuego de gran magnitud.
Las llamas se propagaron con rapidez, alimentadas por materiales altamente combustibles presentes en el lugar, generando una densa columna de humo negro que podía verse desde distintos puntos de la ciudad. Personal de la Dirección Nacional de Bomberos, policías y un móvil de emergencia médica llegaron de inmediato, evacuando a los vecinos linderos como medida preventiva.
En medio de la desesperación por rescatar a quienes pudieran estar en el interior, se confirmó que la propietaria del comercio, Giovana Abarno, de 47 años, estaba atrapada, aparentemente dentro del baño. Los intentos por sacarla en ese momento fueron infructuosos debido a la intensidad del fuego y las altas temperaturas. Su cuerpo fue hallado más tarde, en un desenlace que conmocionó a toda la comunidad.
El incendio demandó varias horas de arduo trabajo de los bomberos, que lucharon contra las llamas evitando que se extendieran a otras fincas. Sin embargo, las pérdidas materiales fueron totales. Las causas del siniestro quedaron en manos de pericias especializadas que buscaban determinar qué originó la tragedia.
Ese mismo día, horas antes, otro foco ígneo había requerido la intervención de Bomberos: una aplanadora Caterpillar se incendió de forma repentina en calle Ramírez y Solano López. Su conductor logró salir ileso y el fuego fue sofocado, pero la jornada quedó marcada por el dolor y el recuerdo del incendio de Claldy, uno de los más tristes y recordados de aquel año.