Lo que ha sucedido en las últimas horas en el Hospital Regional Salto con una persona muy querida por su solidaridad ante una serie de eventos que llevaron a su deceso, deberá ser investigado no solo en la faz administrativa por ASSE, sino también por la Justicia, donde esperemos que se le pueda decir algo que traiga un poco de paz a su familia, y que la muerte de Jonathan Núñez no sea en vano, para que se tomen los recaudos que correspondan, se revean algunos protocolos, y exista verdadera empatía entre médicos y pacientes.
Terminamos siendo injustos al poner a todos quienes trabajan en la Salud Pública en la misma bolsa, pero ante el silencio de sus autoridades, ellos mismos dejan esos puntos suspensivos que alguien debe llenar con generalizaciones.
Otro capítulo que deja mucho que desear, fue el falsete de la conferencia de prensa que se realizó el martes a la noche por la dirección del Hospital, donde buscó rodearse de un escudo político partidario que había sido convocado para no dejar sola a la directora (sic), donde incluso llegó a haber gente que ni siquiera era periodista y que se metió a transmitir en sus redes (doble sic). Para completar el dislate, la policía también acompañó porque alguien de la dirección la habría llamado porque aparentemente se temía algún desborde de los periodistas (triple sic). La verdad que en materia de comunicación, el Hospital desbordó y dejó el listón demasiado bajo, buscando quizás tapar con algo banal el verdadero drama de una familia.