Ayer se conmemoró el Día Mundial del Agua (es así desde el año 1993), que busca concientizar sobre la importancia de cuidar este elemento. Sabemos que en las instituciones educativas, sobre todo escuelas, se trabajó bastante sobre el tema; ojalá las nuevas generaciones traigan otra conciencia en ese sentido.
Cuando hace unos días conversábamos con gente que participó de la jornada internacional de limpieza de la costa (pasado domingo), nos decían precisamente que “se vio clarito todo lo que le tiramos al río, desde cubiertas de vehículos, pedazos de muebles y electrodomésticos, y todo lo que puedan imaginarse…”. En época de sequía queda todo eso al descubierto, y cuando hay inundaciones, como se suele decir: el río nos devuelve nuestros propios desperdicios.
Hablando de agua…Jornada lluviosa de principio a fin fue la de ayer. El servicio de ómnibus trabajó más que otros días: llo eligieron quienes en días comunes se trasladan a pie, en moto o bicicleta. Haremos un comentario que puede parecer menor, pero no es así para quienes lo sufren, más teniendo en cuenta que las consecuencias pueden ser hasta graves: los pasillos de la mayoría de los ómnibus tienen pisos de chapa que alguna vez tuvieron ranuras, pero ahora, con el desgaste, se alisaron completamente. Es decir, es una chapa lisa, mojada los días de lluvia, que se vuelve sumamente resbalosa.¿Alguna solución?